El nieto de Jacques Cousteau vivió 31 días bajo el agua y fue récord
El oceanógrafo francés Fabien Cousteau volvió hoy a la superficie tras pasar un mes en un laboratorio submarino en Florida; realizó varios experimentos científicos
MIAMI.- El oceanógrafo francés Fabien Cousteau volvió hoy a la superficie luego de vivir 31 días en un laboratorio submarino en Florida, con fines científicos y para darle nueva vida al legado de su abuelo, el explorador Jacques-Yves Cousteau.
"Ha sido un éxito monumental en múltiples aspectos", afirmó en rueda de prensa Cousteau, de 46 años, luego de retornar con su equipo a tierra firme en Islamorada, una población en los cayos en el extremo sur de Florida.
"Me siento emocionado de que haya sido un éxito, pero exhausto de estar 31 días" bajo el agua, dijo Cousteau, quien junto a un grupo de científicos, ingenieros y camarógrafos permaneció ese tiempo en el laboratorio Aquarius, a 20 metros bajo el agua en las costas de Cayo Largo, lo que constituyó una estancia récord bajo el agua de 31 días.
La llamada "Misión 31", que comenzó con la zambullida el 1 de junio, logró recopilar más material científico "del que nos hubiéramos podido imaginar", pero la mayor satisfacción fue "haber llegado a tanta cantidad de gente" para generar pasión por el océano, dijo Cousteau a la AFP.
Al fallecido Jacques-Ives Cousteau, conocido por sus numerosos documentales que divulgaban de forma amena conocimientos sobre la vida submarina, "le hubiera encantado poder hablar con tanta gente", dijo su nieto.
En Aquarius, en un ambiente extremadamente húmedo, los "acuanautas" contaron con tecnología de punta e internet, por lo cual pudieron estar en contacto en todo momento con el mundo exterior a través de las redes sociales. A diario realizaron sesiones educativas con escuelas, museos y acuarios a través de Skype.
Además, cámaras mostraron en directo todos sus movimientos, tanto dentro de Aquarius como fuera del laboratorio, donde permanecían la mayor parte del tiempo buceando.
"Esta fue la primera expedición Cousteau que permitió compartir la vida diaria" de los exploradores, dijo el oceanógrafo. "Fue extraño, pero muy divertido", afirmó, al agregar que el equipo que permaneció bajo el agua convivió sin problemas, aunque extrañando a familiares y amigos.
Momento agridulce
Salir a la superficie fue un "momento agridulce", dijo. Fue genial volver a sentir el sol y el aire fresco, destacó, pero fue "duro dejar un sitio tan especial", donde estuvo en contacto con numerosos animales acuáticos, como anguilas, tiburones y barracudas.
No todo fue seriedad: Cousteau afirmó que hubo muchos momentos divertidos, como cuando intentó infructuosamente jugar al fútbol bajo el agua, aprovechando la fiebre por el Mundial.
Luego de someterse a un largo proceso de descompresión por casi 16 horas para readaptarse a la superficie, durante el cual los acuanautas observaron el documental de Jacques-Yves Cousteau ganador del Oscar "Un mundo sin sol", pudieron salir a la superficie.
Fabien Cousteau dijo que ahora el equipo se abocará a procesar la enorme cantidad de imágenes, para realizar una película, y los resultados de los experimentos científicos, que estuvieron enfocados principalmente en el cambio climático, la acidificación de los océanos y el comportamiento de la fauna marina.
Cousteau no descartó que pueda haber una "Misión 32" en el futuro, pero dijo que será difícil que la dirija él, por el enorme tiempo que lleva armar una expedición de esta envergadura.
Para el oceanógrafo, quien pasó los primeros treinta años de su vida junto a su abuelo, muchas veces participando en sus aventuras a bordo del barco Calypso, poder permanecer bajo el agua por tanto tiempo fue un sueño hecho realidad.
"Ha sido una experiencia absolutamente increíble", agregó un sonriente y satisfecho Cousteau.
Agencias EFE y AFP