El movimiento francés pierde fuerza, pero generó caos en los pasos fronterizos
PARÍS (AFP). - En su sexta marcha de los sábados, la protesta de los "chalecos amarillos" de Francia continuó ayer perdiendo fuerza, y esta vez se concentraron especialmente en las fronteras para entorpecer la salida de los viajeros y el transporte con motivo de la Navidad .
Menos de 25.000 personas, y solo 2000 en París, llevaron adelante la manifestación, que ayer fue además particularmente calma, en comparación con las imágenes de guerrilla urbana que habían caracterizado las primeras muestras en la capital, con incendios y destrozos masivos.
Ayer, en la zona de fronteras con Italia, España y Bélgica, los "chalecos amarillos" llamaron a cortar el paso de los camiones. Alrededor de 150 manifestantes cerraron la autopista A10, que une Menton con Ventimiglia (Italia). Allí también cantaron consignas críticas contra el gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron , en la mira por los reclamos del movimiento.
Más de 300 "chalecos amarillos" bloquearon también una vía de acceso a una autopista en Le Boulou, en la frontera con España.
La primera manifestación del grupo, el 17 de noviembre pasado, había congregado a 282.000 manifestantes en todo el país.
En la siguiente protesta, el 24 de noviembre, participaron 166.000 personas; el 1º y 8 de diciembre, unas 140.000, y el 15 de diciembre, 66.000, según cifras oficiales (los "chalecos amarillos" no dan cálculos de participación).
El balance de muertos a lo largo de más de un mes de protestas subió ayer a diez, al fallecer un conductor en la madrugada al chocar su vehículo contra un camión bloqueado en un retén en el que los "chalecos amarillos" filtraban los vehículos, cerca de Perpiñán (sur), informó una fuente judicial.
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