El mapa de las elecciones en Brasil de 2022: cómo fue el voto por Lula y Bolsonaro en los distintos estados
El líder del PT arrasó en el norte, mientras que la pelea más fuerte entre los dos candidatos se dio en el sudeste; en Minas Gerais se cumplió la tradición y ganó el candidato que fue electo presidente
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RIO DE JANEIRO.– Jair Bolsonaro y Lula da Silva libraron este domingo su duelo final por la presidencia de Brasil, en un reñido ballottage que mantuvo en vilo al gigante sudamericano, profundamente dividido, y en el que finalmente se impuso el líder del Partido de los Trabajadores (PT) por poco más de un punto porcentual.
Observado por regiones, el mapa electoral brasileño muestra un Lula que arrasó en el nordeste. En todos los estados que conforman esa región, el PT sacó arriba del 60% de los votos. En Bahía, uno de los colegios electorales más importantes, el líder izquierdista obtuvo más del 71%.
La pelea más fuerte entre los dos candidatos se dio, sin embargo, en el sudeste, donde ambos concentraron sus actos y visitas. La región comprende algunos de los mayores colegios electorales del país (San Pablo, Mina Gerais y Río de Janeiro). Allí el resultado fue sumamente estrecho.
Minas Gerais, el segundo mayor colegio electoral de Brasil, es considerado el termómetro nacional. Quien gana allí, suele llevarse la elección. En la primera vuelta, Lula ganó con 46% frente a 42% de Bolsonaro, casi una réplica del resultado nacional, 48% a 43%. Esta vez, la diferencia allí fue mucho más pequeña, de menos de un punto porcentual.
En el norte, la contienda también fue ajustada; Lula se impuso en los dos estados más grandes, Amazonas y Pará, por una escasa diferencia, mientras que Bolsonaro sacó una mayor ventaja en Roraíma, Amapá y Acre.
En el sur y en el oeste, el Partido Liberal de Bolsonaro mantuvo una amplia diferencia, que oscilió entre el 55% y el 70% de los votos, según el estado.
El impacto de los traspiés de Bolsonaro en la recta final
En el tramo final de la carrera al ballottage, hubo una inversión de ánimos entre el comando de campaña de Lula y de Bolsonaro. Tras la primera vuelta, el optimismo dominaba al bolsonarismo, con noticias positivas en la economía y apoyos significativos como el del astro brasileño Neymar, que configuraban un escenario de “remontada” registrado en los sondeos de la anteúltima semana.
Pero hubo dos hechos que cambiaron el clima.
El episodio del exdiputado Roberto Jefferson, aliado de Bolsonaro que recibió el domingo pasado a tiros a agentes de la policía que cumplían una orden de arresto, causó un daño desconocido para la campaña del presidente, que identificó el hecho como una dificultad más para ganar votos indecisos y moderados.
Por otro lado, el diario Folha de S. Paulo reveló una propuesta del ministro de Economía, Paulo Guedes, de desindexar los ajustes del salario mínimo y las jubilaciones a la inflación, tema explorado por la campaña de Lula. Guedes negó esa posibilidad y Bolsonaro cerró la semana prometiendo un aumento real para 2023 en el debate, algo no contemplado en el presupuesto.