El libro de la sobrina de Trump. Mi tío Donald, el peor de todos
"Para cuando se publique este libro, cientos de miles de vidas americanas habrán sido sacrificadas en el altar de la arrogancia y la ignorancia deliberada de Donald. Si se le concede un segundo mandato, sería el fin de la democracia", escribe Mary L. Trump, sobrina de Donald y autora de Siempre demasiado y nunca suficiente: Cómo mi familia creó al hombre más peligroso del mundo (Indicios), la polémica biografía de los Trump que vendió casi un millón de ejemplares el día que salió a la venta en los Estados Unidos.
"Si él no hubiera llegado a la Casa Blanca, yo nunca hubiera escrito el libro –confirma a LA NACION revista Mary (55), la psicóloga clínica, hija de Fred Jr. y primer miembro del clan Trump en romper filas, al escribir un libro sobre los más oscuros secretos familiares–. Sentí la obligación de hacerlo, de poder ayudar a que la gente entienda quién es en realidad Donald Trump, que tuvieran toda la información posible de este hombre y sepan que lo peligroso que es en realidad".
¿Por qué es el hombre más peligroso del mundo, tal como lo indica desde el título?
Hace tiempo que al líder del gobierno estadounidense se lo considera la persona más poderosa del planeta. Tiene mucho más poder que otros líderes, como Kim Jong-un o Vladimir Putin. Es peligroso no solo por sus poderes en el control de armas, también lo es por sus profundas patologías psicológicas, que se van a poner cada vez peor.
¿Podemos decir que el principal objetivo del libro es que Donald no sea reelecto en noviembre?
Creo que en 2016, muchos de los votantes no tenían toda la información que necesitaban para elegir de manera responsable. Siento que tengo que ayudar a la gente a entender qué es lo que le pasa a este hombre, si es eso es posible, a pesar de todo lo que está ocurriendo actualmente en Estados Unidos. No puede quedarse otros cuatro años. Cuando me preguntan por qué no lo hice antes es que no pensé que fuera posible que ganara las elecciones. En un momento pensé en hablar, pero no creí que él tuviera posibilidades de llegar a la Casa Blanca. Cuando ganó quedé en estado de shock. Ahora siento que si las cosas siguen así, solo van a empeorar. No lo escribí por venganza, sino por una sincera preocupación por lo que está sucediendo.
¿Hasta dónde cree que puede llegar con tal de mantener el poder?
Él tiene la idea de que tiene que ganar a cualquier costo porque si no lo hace, significaría que es un perdedor. Y perder en nuestra familia no está permitido, se lo condena. Por eso está haciendo todo lo posible para ganar y es la razón por la que tenemos que estar bien atentos. Ya quiso posponer las elecciones y ahora está quebrantando la confianza de la gente en el voto por correo. Está haciendo trampa al poner en duda la legitimidad del voto por correo en el medio de la pandemia. Va a hacer todo lo que esté a su alcance para quedarse en el Despacho Oval, pero lo que más me preocupa que es se mantenga ahí haciendo trampas.
Usted describe que el ego de Donald Trump "es algo frágil y es una barrera frágil e inadecuada entre él y el mundo real (…) Debe ser reforzado en todo momento porque sabe en el fondo que no es nada de lo que dice ser". Señala que estamos frente a una persona narcisista e inseguro. ¿Desde el punto de vista psicológico, qué significaría perder para el actual presidente?
Le causaría un dolor intolerable, pero encontraría la manera de no verse como un perdedor porque él tiene la visión de que las cosas siempre funcionan a su favor y esto es extremadamente peligroso. Se cree el líder de un mundo que él tiene en su cabeza, lo que lo lleva a pensar que no hay nada que pueda hacer mal. Solemos hablar sobre la salud física de los candidatos a presidente, estamos atentos a eso, pero nunca hablamos de la salud mental, como si no estuviese permitido. El tipo de desórdenes que tiene Donald Trump nos afecta a todos. Él se preocupa solo por él y ayuda a quienes le son útiles. El resto no existe, solo basta ver lo que pasó este año, con el virus, no hizo nada, no le importa cuánta gente muera de manera innecesaria. Pero no solo hablamos de Donald, sino de la gente que lo rodea, que calla y saca provecho de la situación. Es protegido por una banda de leales que aplaude cada uno de sus pronunciamientos. Estamos atravesando un momento muy duro, difícil y triste.
Ganar a toda costa
"A medida que la pandemia avanzaba hacia su tercer, y luego cuarto mes, y el número de muertos seguía aumentando hasta alcanzar las decenas de miles, la prensa comenzó a comentar la falta de empatía de Donald por los que han muerto y las familias que dejan atrás –explica la autora en el capítulo El décimo circulo–. El simple hecho es que Donald es fundamentalmente incapaz de reconocer el sufrimiento de los demás. Contar las historias de los que hemos perdido por las enfermedades le aburriría. Reconocer a las víctimas de Covid-19 sería asociarse con su debilidad, un rasgo que su padre le enseñó a despreciar".
Claramente, usted señala a su abuelo, Fred Trump, como el gran villano de la historia. Lo responsabiliza de no haber aceptado a su padre (Fred Jr.) y por crear una personalidad como la de Donald.
Sí, Fred fue un hombre muy cruel, ambicioso e inescrupuloso. Donald es así por mí abuelo y lo imita de muchas maneras. Mi abuelo tenía una obsesión por ganar a toda costa. Para él existían solo ganadores. Admitir errores era una debilidad. Era un adicto al trabajo impulsado por el dinero. Solo mostró interés por sus hijos cuando tuvo que preparar a un heredero para su negocio inmobiliario. Uso a sus hijos como extensiones de sí mismo, claramente pensó en los niños porque era un misógino, sus hijas (Maryanne y Elizabeth) no tenían chance. Mi abuelo humilló a mi padre porque tenía otros intereses fuera del negocio inmobiliario. Cuando [Donald] tomó la decisión de dejar Trump Management para convertirse en un piloto profesional, mi abuelo no lo perdonó, y dejó de demostrar interés en él. Mi padre murió solo (falleció en 1981 de un ataque cardíaco inducido por el alcohol cuando tenía 42 años) y nadie de la familia le dio importancia. Contar lo que ocurrido con mi padre fue uno de los momentos más difíciles de narrar. Mis abuelos lo dejaron solo, no acompañaron a su hijo moribundo. La complicidad de Donald, siguiendo el ejemplo de mi abuelo, el silencio y la inacción de sus hermanos, destruyó a mi padre.
En la biografía se refiere a su abuelo como un sociópata altamente funcional.
No tengo ningún problema en describirlo así, era un hombre que no tenía ningún sentimiento humano real y trataba a sus hijos de diversas formas y con desprecio. Donald se volvió así por mi abuelo. Era un hombre muy cruel. Como psicóloga resalto lo importante qué es la historia personal de la familia de alguien para entenderlo. Para hablar sobre los comportamientos actuales de Donald, los que todos podemos ver, era necesario ponerlo en contexto.
En la cadena Fox News, Donald salió a defender a sus padres y la acusó a usted de mentirosa y cruel, además de asegurar que la familia Trump desde hace tiempo no la respeta. Dijo: "Es una persona con muchas cicatrices".
Era de esperar que dijera cosas así. Me hubiera sorprendido que no fuera así. Estaba preparada, desde que supieron del libro intentaron poner trabas, hicieron lo posible para que no se publicara.
Robert Trump, el hermano menor del presidente (falleció el 15 de agosto pasado), presentó una acción legal en junio para detener la publicación de Siempre demasiado y nunca suficiente, alegando un acuerdo de no divulgación que la autora había firmado en 2001, en un convenio sobre su herencia. Quienes acusan a Mary L. Trump de publicar el libro en busca de venganza toman como referencia la prolongada pelea legal por la herencia en la que ella y su hermano (Fred Trump III, hijos de Fred Trump Jr. y Linda Clapp Trump, una exasistente de vuelo que no obtuvo la aprobación de su suegro) se involucraron tras la muerte del patriarca, Fred Trump, en 1999 (habían sido excluidos de su testamento, privándolos de incontables millones). Como parte de esta argumentación de "venganza e interés económico" sostienen que Mary, en 2018, colaboró con la investigación del diario The New York Times que describía cómo Donald y sus hermanos evitaron millones de dólares en impuestos, con fraude fiscal y lavado de dinero.
La publicación del libro en estos meses convulsionados por la crisis económica, el racismo y el virus expuso la actual polarización que se vive en los Estados Unidos.
Sí, es así y por eso recibo apoyo de un lado y críticas del otro. Pero lo que busco es que conozcan los riesgos de votar a un hombre como Trump, lo peligroso qué es. Soy demócrata, pero esto va más allá de una cuestión partidista. Me importa mi país y por eso sé que estamos poniendo en riesgo la democracia tal como la conocemos, es muy riesgoso que obtenga el control por cuatro años más. Esto va más allá de la política, no es cosa de demócratas y republicanos. Nuestro país está en juego, tenemos que verlo, pensarlo así. Él pone en peligro la democracia.
Cuando Donald anunció su candidatura a la presidencia, el 16 de junio de 2015, no me lo tomé en serio (…) —Es un payaso –dijo mi tía Maryanne durante uno de nuestros almuerzos habituales de entonces–. Eso nunca sucederá. Estuve de acuerdo. Hablamos de cómo su reputación como hombre de negocios fracasado y su apagada estrella de un reality show condenarían su carrera. —¿Alguien se cree esa mierda de que es un hombre hecho a sí mismo? ¿Qué ha logrado por sí mismo? –pregunté. Bueno –dijo Maryanne, tan seca como el Sahara–, ha conseguido irse a la bancarrota cinco veces (…) Los medios de comunicación no se dieron cuenta de que ningún miembro de la familia de Donald, aparte de sus hijos, su yerno y su actual esposa, dijeron una palabra de apoyo a él durante toda la campaña. Maryanne me dijo que tuvo suerte porque, como jueza federal, necesitaba mantener su objetividad (…). Ella podría haber sido la única persona en el país, dada su posición como hermana y su reputación profesional, que, si hubiera hablado de la incapacidad total de Donald para el cargo, podría haber marcado la diferencia. Pero ella tenía sus propios secretos que guardar, y no me sorprendió del todo cuando me dijo, después de las elecciones, que había votado a su hermano por "lealtad familiar".
Las citas de la ex jueza federal de apelaciones Maryanne Trump Barry, la hermana del presidente, realizadas en el marco de conversaciones privadas, generaron un fuerte impacto. ¿Tuvo contacto con la jueza después de la publicación?
No, y es lógico que no quiera saber ni tener nada más conmigo, pero yo no podía seguir en silencio, siendo cómplice. Sentí la obligación de contar todo lo que sabía.
¿Considera que Donald Trump tiene chance de ser reelecto en noviembre?
Es un hombre que aún tiene mucho poder y la posibilidad de que gane existe. Hay mucha gente que aún lo apoya. ¿Qué más se puede decir, hacer para que se den cuenta ante quién estamos? Ya no es lo que decimos, si no lo que ocurre.
Tras conocer el resultado de las elecciones, el 9 de noviembre de 2016, usted tuiteó: "Es la peor noche de mi vida". Si Joe Biden no lo consigue, ¿qué escribirá esta vez?
Aquel día sentí miedo, preocupación porque más de 62 millones de votantes habían elegido convertir este país en una versión macro de mi familia, de lo que es en realidad mi familia. Insisto y como bien lo digo en el libro, lo que está en juego es mucho más importante que antes; es literalmente la vida y la muerte. Si se le concede un segundo mandato, es importante tener en claro esto, estará en peligro la democracia tal como la conocemos.
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