El Kremlin culpa a los rusos por la escasa vacunación y el rebrote desconcierta a Putin: “No entiendo qué está pasando”
La baja aceptación de las dosis nacionales es cada vez más preocupante ya que el país está inmerso en un fuerte rebrote de Covid-19 y batió récords de infecciones y decesos casi a diario este mes
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NIZHNY NOVGOROD, Rusia.- Mientras sostenía el cuerpo de su abuela, fallecida por Covid-19, en el patio de la morgue, Ramilya Shigalturina lanzó un mensaje a aquellos que aún se resisten a vacunarse contra el coronavirus. “Se lo ruego a todos los rusos: por favor, vacúnense, porque esto es realmente terrible y peligroso”, dijo esta residente en Nizhny Novgorod, la quinta ciudad más grande de Rusia.
Según Shigalturina, su abuela, de 83 años, “falleció inmediatamente después de contraerlo; no estaba vacunada”.
Cuando el año pasado Rusia se convirtió en el primer país del mundo en lanzar una vacuna contra el coronavirus, la Sputnik V, fue presentada como un motivo de orgullo nacional y un símbolo de su saber hacer científico. Pero desde el inicio del programa gratuito de inmunización en diciembre de 2020, solo alrededor de un tercio de los 146 millones de habitantes del país han completado la pauta de vacunación.
La baja aceptación de la vacuna es cada vez más preocupante ya que Rusia está inmersa en un importante rebrote y batió récords de infecciones y decesos casi a diario este mes. El jueves, el grupo de trabajo gubernamental contra el coronavirus reportó 1036 muertes y más de 36.000 nuevos casos en las últimas 24 horas.
“No puedo entender lo que está pasando”, dijo el presidente Vladimir Putin, en una rara admisión de desconcierto del férreo líder. “Tenemos una vacuna fiable y eficiente. La vacuna reduce realmente el riesgo de enfermar, de [padecer] complicaciones graves y de muerte”.
El Kremlin admitió este viernes que su campaña de vacunación había fracasado en comparación con la de Europa, pero culpó de ello a la población, reacia a vacunarse, en plena ola epidémica.
”Estamos en una situación peor que la de toda una serie de países europeos en lo que respecta a la vacunación. Y, de golpe, con el impulso de variantes más agresivas, hay más gente que cae enferma, esa es la realidad del momento”, declaró el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, en un contexto de desconfianza hacia las vacunas desarrolladas a nivel nacional.
Pero, para Peskov, la actuación del Estado no debería ponerse en entredicho, sino más bien la de la población. “El problema es la toma de conciencia de los ciudadanos”, señaló el vocero, que tampoco se vacunó (algo que justificó diciendo que tenía un nivel alto de anticuerpos, al haber pasado la enfermedad en mayo de 2020).
Aunque las autoridades rusas han instado a la población a vacunarse, también dieron a entender que la epidemia se podía gestionar, limitando al máximo las restricciones sanitarias para proteger la economía.
Putin decretó una semana no laborable del 30 de octubre al 7 de noviembre para frenar el repunte de casos y decesos, en tanto Moscú cerrará durante 11 días todos sus servicios, empresas y comercios considerados “no esenciales” a partir del 28 de octubre. Según el gobierno, el Covid-19 ha causado en Rusia 228.453 muertes, pero la agencia de estadísticas Rosstat considera que esa cifra esta subestimada y que a finales de agosto el coronavirus había matado ya a más de 400.000 personas en el país.
Pocos vacunados
En el Hospital Infeccioso número 23 de Nizhny Novgorod, donde los pacientes más graves yacen en salas con muy poco espacio entre las camas, la doctora Natalia Soloshenko lucha contra la pandemia.
“Puedo decir que de cada 50 ingresados, solo uno o dos están vacunados”, contó la jefa de medicina a The Associated Press. “Las terapias intensivas están llenas de pacientes muy críticos, todos sin vacunar”.
“Si soy sincera, ya no estamos ni siquiera indignados, solo sentimos lástima por esta gente”, añadió.
Nina Pugacheva sigue ingresada en el hospital, pero es una de las afortunadas: se está recuperando. “Digan a todo el mundo que se vacune”, dijo.
Según Soloshenko, la desinformación generalizada parece estar detrás de las dudas acerca de la vacuna. “Este es un tema muy delicado, un tema candente para todos los trabajadores de la salud. Leemos lo que se publica en las redes sociales y vemos que la información más negativa sobre la vacunación procede de ciudadanos de nuestro país”, apuntó.
Muchos rusos sospechan de las vacunas en su conjunto por una desconfianza hacia las autoridades que data de la época soviética. Con la Sputnik V, hubo preocupación generalizada porque se hubiese autorizado su uso antes de completar los ensayos clínicos.
Algunos críticos han culpado a las señales contradictorias que lanzan las autoridades. En su elogio de la Sputnik V y de otras tres fórmulas de fabricación nacional, los medios controlados por el Estado solían criticar las producidas en Occidente, un mensaje que para muchos alimentó las dudas sobre las vacunas en general.
La tasa de vacunación en la región de Nizhny Novgorod, a unos 400 kilómetros al este de Moscú, es un 44% más alta que la media nacional, pero su mortalidad también es mayor. Según los datos oficiales, en el último día hubo 40 fallecimientos allí, casi dos veces más que los reportados en Moscú.
Ante el repunte de los decesos, el gobernador regional, Gleb Nikitin, dijo que se tomarían nuevas medidas contra la pandemia, pero aún no las ha anunciado.
Moscú y San Petersburgo, las dos ciudades más pobladas y los centros políticos, empresariales y culturales del país, han ido más allá y decretaron nuevas restricciones tras meses de inacción.
Agencias AP y AFP
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