El kirchnerismo y la Casa Rosada chocaron con sus posturas sobre el conflicto en Bolivia
El Frente de Todos afirmó que fue un "golpe de Estado"; el Gobierno habló de "crisis institucional"
La renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia dejó expuesto, una vez más, el antagonismo entre el macrismo y el kirchnerismo frente a los hechos de la política regional.
Alberto Fernández y la administración de Mauricio Macri manifestaron desde anteayer diferencias sobre lo que creen que está ocurriendo en el país vecino. Mientras el presidente electo fue contundente anteanoche al condenar un "golpe de Estado" en Bolivia, el Estado argentino no se expresó en esos términos y la Cancillería difundió un comunicado en el que llamó a la "paz social" y destacó la "importancia de encaminar este período de transición que se ha abierto por las vías institucionales que establece la Constitución de ese país".
"En Bolivia se ha consumado un golpe de Estado producto del accionar conjunto de civiles violentos, el personal policial autoacuartelado y la pasividad del ejército. Es un golpe perpetrado contra el presidente @evoespueblo, que había convocado a un nuevo proceso electoral", escribió Fernández en Twitter. "Defenderemos firmemente la democracia en toda América Latina. Después de este quiebre institucional, Bolivia debe volver cuanto antes al sendero de la democracia a través del voto popular y sin proscripciones", agregó.
Apartado de esa postura, el gobierno argentino evitó hablar de golpe. "Para nuestro gobierno no hay un golpe", dijo ayer el embajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez García. El canciller Jorge Faurie recordó que la OEA había señalado irregularidades en las elecciones de Bolivia y calificó la situación como una "crisis institucional".
Ayer a la mañana, en tanto, el presidente Macri fue escueto en la Casa Rosada al afirmar que "todos" están "preocupados por Bolivia". Cristina Kirchner, vicepresidenta electa, también dejó clara su postura a través de Twitter. "En Chile, masivas movilizaciones durante semanas piden la renuncia del presidente neoliberal Sebastián Piñera y las Fuerzas Armadas y policiales reprimen brutalmente. Lo de Bolivia se llama golpe de Estado... Si queremos vivir en paz, es hora de que haya pronunciamientos y, sobre todo, acciones claras en defensa de la democracia, independientemente de cuál sea la orientación política de los gobiernos que surgen de la voluntad popular", escribió ayer la exmandataria.
Las diferencias también se evidenciaron en los máximos referentes diplomáticos de los espacios. Mientras Faurie habló ayer de "transición" y dijo que valora la "libertad de pensamiento" sobre los que hablan de golpe, Felipe Solá -posible canciller de Fernández- responsabilizó a las fuerzas armadas y policiales bolivianas y a la oposición por la seguridad de Morales. El titular del Ministerio de Relaciones Exteriores fue más allá y aseguró que tras los acontecimientos de anteayer "no están los elementos" para describir lo que sucede en Bolivia como un golpe de Estado, pero planteó la necesidad de que ningún actor "asuma un papel que no le asignó la Constitución". "Las Fuerzas Armadas no han asumido el poder. (...) Es muy importante que las Fuerzas Armadas tengan el rol de garantizar la seguridad y no tener un rol más protagónico", agregó el canciller a la salida de la reunión de gabinete que encabezó ayer Macri. En ese sentido, el funcionario subrayó que la Argentina condenará los actos de violencia y señaló que ahora "los parlamentarios electos mantienen su mandato y ellos tiene que decidir" sobre el devenir institucional del país.
Diferencias en la provincia
Los sucesos que llevaron a la renuncia de Morales también profundizaron la grieta entre la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y su sucesor, Axel Kicillof.
El gobernador electo integró el grupo de quienes repudiaron con firmeza "el golpe de Estado" en Bolivia, mientras la gobernadora en ejercicio mantuvo silencio sobre los sucesos y no se expresó para manifestarse sobre la crisis en Bolivia.
En cambio, Kicillof expresó en Twitter: "Absoluto repudio y condena al golpe de Estado en Bolivia. Solidaridad y apoyo para @evoespueblo y el pueblo boliviano".
El exministro de Economía copió un mensaje de Morales. "Denuncio ante el mundo y pueblo boliviano que un oficial de la policía anunció públicamente que tiene instrucción de ejecutar una orden de aprehensión ilegal en contra de mi persona; asimismo, grupos violentos asaltaron mi domicilio. Los golpistas destruyen el Estado de Derecho", dice el tuit.
Ajena a estos sucesos, Vidal no se expresó.
Piden sesiones especiales en el Congreso
Legisladores del Frente de Todos anunciaron que van a solicitar una sesión especial para mañana, para que la Cámara de Diputados y el Senado condene lo que calificaron de "golpe de estado" en Bolivia.
La solicitud que presentarán en las próximas horas al presidente de la cámara, Emilio Monzó, insta también al presidente Mauricio Macri a iniciar el mecanismo contenido en el Protocolo de Ushuaia en cuanto a la aplicación de la cláusula democrática contra lo sucedido en Bolivia.
Entre las iniciativas a tratarse se incluye un proyecto de declaración que, además de los diputados del Frente de Todos, firma también Daniel Lipovetzky, integrante de la bancada de Pro. En el Senado, el pedido surgió del bloque justicialista.
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