El "Jeff Bezos de las drogas", en la mira

NUEVA YORK.- Vestido con saco azul, camisa blanca, pantalón caqui y corbata a rayas, Ross William Ulbricht parece un estudiante. Sus amigos y familiares lo describen como un amante de la naturaleza, un hombre íntegro, amable y generoso, un hippie. Pero, para el gobierno de Estados Unidos, Ulbricht es el "jefe de un imperio criminal digital", la simbiosis perfecta de Jeff Bezos, el fundador de Amazon, y Joaquín "el Chapo" Guzmán, el narco más peligroso del mundo.

En el centro de la discusión sobre la verdadera identidad de Ulbricht, está Silk Road, una página de Internet en la que se vendieron drogas por millones de dólares, que el joven físico de 30 años diseñó y creó. ¿Es Ross Ulbricht una mente criminal maestra del siglo XXI? ¿O, como sostienen sus defensores, un "chivo expiatorio", injustamente perseguido por el gobierno? Ambas preguntas comenzaron a dilucidarse esta semana en un tribunal federal de Nueva York, donde un jurado decidirá su futuro.

En 2011, Ulbricht creó Silk Road, un sitio similar a Amazon o eBay, en el que los usuarios podían comprar productos o servicios. Hasta allí, nada del otro mundo, salvo por dos diferencias centrales: Silk Road operaba en Tor, una red especial en Internet que permite "esconder" la ubicación física de la computadora que se utiliza para navegar, y todas las transacciones se pagaban en bitcoins, lo más cercano en el mundo digital al dinero en efectivo.

Al poco tiempo, miles de narcotraficantes comenzaron a utilizar la creación de Ulbricht, y en poco más de dos años, Silk Road vendió drogas por más de 200 millones de dólares y se convirtió en el mercado negro virtual más redituable de la historia. "Él les dio a los traficantes de drogas una nueva manera de conectar clientes", acusó uno de los fiscales federales que lleva el caso, Timothy Howard, al presentar sus argumentos ante el jurado.

El gobierno lo acusa de narcotráfico, lavado de dinero, piratería y administración de una empresa criminal. Howard le puso un nombre a su identidad criminal: "el temible pirata Roberts", el seudónimo con el que Ulbricht, según el gobierno, administraba su imperio criminal digital.

Durante su exposición ante el jurado, Howard prometió probar que Ulbricht cobró unos 18 millones de dólares en bitcoins por comisiones de las ventas que se realizaban en Silk Road, que diseñó, creó y administró, indicó. El fiscal dijo que, al momento de su arresto, en 2013, en una biblioteca pública de San Francisco, los agentes federales agarraron a Ulbricht trabajando en su computadora, de la que obtuvieron un "diario personal" con toda la historia del sitio.

Ulbricht se declaró inocente. Su abogado, Joshua Dratel, sorprendió a todos cuando concedió en el tribunal, por primera vez, que Ulbricht había creado el sitio en un "experimento económico" que luego abandonó. "Este caso es sobre Internet y el mundo digital, donde no todo es lo que parece", afirmó Dratel, que intentará convencer al jurado de que Ulbricht es una víctima de los verdaderos criminales que convirtieron a Silk Road en un mercado virtual de drogas.

Ya lanzó su primer dardo: dijo que Mark Karpeles, un millonario que fundó un sitio, Mt. Cox, que servía de mercado de bitcoins, embaucó a Ulbricht. Karpeles, que fue investigado, negó cualquier participación en Silk Road.

El caso tiene otra arista: un debate sobre la libertad en Internet. La familia de Ulbricht creó un sitio llamado Liberen a Ross Ulbricht, en el que afirman que si Ulbricht es condenado, se abrirá la puerta para la censura en Internet, se afectará el derecho a la privacidad en la Red y se expondrá a los sitios a acusaciones penales por las actividades de sus usuarios.

ROSS W. ULBRICHT

Fundador de Silk Road

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