El jefe rebelde libio pidió tiempo para firmar la tregua con Trípoli
El gobierno reconocido por la ONU ya firmó el documento
MOSCÚ.- Después de nueve meses de combate, el jefe del gobierno libio, Fayez al-Sarraj, y el líder militar que se le opone, el general rebelde Khalifa Haftar, lograron ciertos avances en las reuniones indirectas de paz en Moscú, pero no llegaron a acordar un alto el fuego incondicional y sin límites temporales.
La tregua comenzó el domingo a la medianoche. Ayer, representantes de ambos bandos se reunieron en Moscú para determinar los términos del acuerdo. Las charlas fueron lideradas por mediadores: el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y su par turco, Mevlut Cavusoglu. En una conferencia de prensa, Lavrov aseguró que Haftar pidió "un poco más de tiempo, hasta mañana (por hoy)" para reflexionar, pero su reacción inicial fue positiva.
El Ejército Nacional de Libia (LNA), liderado por Haftar, no logró penetrar las defensas de Al-Sarraj en Trípoli. Sin embargo, los residentes de la capital libia dicen que en las últimas semanas, con ayuda de mercenarios rusos, el LNA progresó un poco en su campaña. En respuesta, Turquía envió soldados para ayudar al gobierno libio, reconocido por la comunidad internacional.
La intervención de los gobiernos de Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan constituye el último intento de terminar con el caos en el que Libia se ve hundida desde la intervención militar liderada por Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos para sacar del poder a Muammar Khadafy, octubre de 2011.
Muchos funcionarios occidentales vieron con malos ojos la intervención de Putin, por considerar que estaba intentando debilitar los fútiles esfuerzos por resolver el conflicto en Libia por parte de los gobiernos europeos y Naciones Unidas. Pero el domingo, la misión de la ONU en Libia aceptó de buen grado la tregua lograda.
Turquía apoya a Al-Sarraj y su gobierno de unidad nacional. Por su parte, se cree que Rusia estaría colaborando con el LNA, un rumor negado por Putin, que aseguró que ningún ciudadano ruso que esté peleando en Libia recibe dinero de su gobierno. El ejército de Haftar cuenta con el respaldo de los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Jordania. La colaboración extranjera en el proceso de paz no es desinteresada: según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Libia es el séptimo país con las mayores reservas de crudo.
"Si este proceso de paz funciona, Rusia reforzará su papel de pacificador y logrará sostener a Haftar", dijo Alexei Malashenko, experto ruso en defensa. Sin embargo, otros analistas dudan de que la tregua vaya a durar. "Haftar tiene un objetivo: la toma militar de la capital -dijo Federica Saini Fasanotti, de Brookings Institution-. Eso le permitiría sentarse a la mesa de negociaciones dictando su ley".
El conflicto preocupa tanto a la comunidad europea que llegó a calificarlo como una "segunda Siria". Según la ONU, desde el principio de la ofensiva de Haftar contra Trípoli en abril, murieron 280 civiles y fueron desplazados 146.000 libios.
Agencias AFP y Reuters
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