El impresionante plan de Arabia Saudita para construir un edificio de 120 kilómetros de largo para 5 millones de personas en medio del desierto
La construcción de la estructura más grande del mundo forma parte de una serie de proyectos de alto nivel que conforman Neom, un desarrollo concebido para diversificar la economía del reino y dejar de depender del petróleo; tendría un puerto, un tren de alta velocidad y un estadio dentro del complejo
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NUEVA YORK.- Cuando el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman ordenó a las autoridades que desarrollaran los terrenos en el árido noroeste del reino, exigió algo tan ambicioso como las pirámides de Egipto.
La respuesta de los planificadores urbanos es un plan para la estructura más grande del mundo: dos edificios paralelos de hasta 487 metros de altura y de 120 kilómetros de largo conectados por pasarelas, que corren en una línea a través del terreno costero, montañoso y desértico, según cientos de páginas de documentos de planificación confidenciales que exponen la idea por primera vez en detalle.
El proyecto –denominado Mirror Line (Línea de Espejos)– se basa en un anuncio anterior del príncipe Mohammed de planes para crear una comunidad lineal y se espera que cueste hasta un billón de dólares y que albergue a unas cinco millones de personas cuando esté totalmente terminado, según personas conocedoras del plan y de los documentos, a los que accedió The Wall Street Journal.
Un tren de alta velocidad pasará por debajo de los edificios espejados, según los documentos, que datan del pasado otoño boreal. Para alimentar a sus residentes, el proyecto prevé una agricultura vertical integrada en los edificios. Para el entretenimiento, habrá un estadio deportivo a más de 300 metros de altura. También contará con un puerto para yates que se encuentra debajo de un arco de los dos edificios.
La Línea de Espejos forma parte de una serie de proyectos de alto nivel que conforman Neom, un desarrollo del tamaño de Massachusetts concebido por el Príncipe Mohammed para diversificar la economía del reino y dejar de depender del petróleo.
Propiedad del fondo soberano de Arabia Saudita, Neom quiere atraer la inversión extranjera y crear miles de nuevos puestos de trabajo.
Pero captar un interés y dinero extranjero significativo ha sido difícil hasta ahora, ya que muchos países y empresas occidentales boicotean al reino y al príncipe Mohamed, su gobernante de facto, por el historial de Riad en materia de derechos humanos tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi por agentes saudíes en 2018.
Ese aislamiento por parte de Occidente terminó después de la cumbre de alto perfil de la semana pasada entre el príncipe Mohammed y el presidente estadounidense Biden, lo que potencialmente allana el camino para que lleguen más inversiones extranjeras a Neom.
Además, el reino está disfrutando de unos ingresos inesperados gracias a los altos precios del petróleo, lo que ha permitido al príncipe Mohammed seguir adelante con proyectos ambiciosos como la Línea de Espejos, cuyo objetivo es convertir a su país en uno de los principales destinos del mundo, aunque los planes para el proyecto aún podrían cambiar.
Desafíos
Si Arabia Saudita consigue construirlo, la estructura no se parecería a nada en el mundo. Ya es un reto para los planificadores urbanos que lo están diseñando. Por ejemplo, se enfrentan a un plazo de finalización en 2030 impuesto por el plan de transformación nacional del príncipe y deben resolver muchas cuestiones, como la gestión de la migración de millones de aves a través de los corredores que cruzará la estructura.
Una evaluación inicial del impacto de la Línea de Espejos elaborada en enero de 2021 señalaba que el proyecto tendría que construirse por etapas y podría tardar 50 años. Los empleados de Neom plantearon en el documento su preocupación por la posibilidad de que la gente evitara vivir en un entorno de gran altura tras la pandemia y por el hecho de que el gran tamaño de la estructura alterara la dinámica del flujo de aguas subterráneas en las ramblas del desierto y restringiera el movimiento de las aves y otros animales.
Los diseños recuerdan a la era inmobiliaria de la vecina Dubai, antes de la crisis financiera mundial, una ciudad que el Príncipe Mohammed ha elogiado por la velocidad y la ambición de su desarrollo. El emirato construyó la torre más alta del mundo, con sus casi 823 metros, una isla de villas y apartamentos en forma de palmera y un archipiélago construido para asemejarse al mapa del mundo.
Pero, al igual que en Dubai, no todos los proyectos previstos en Arabia Saudita se llevarán a cabo necesariamente. Durante el último boom del petróleo, el país planificó el rascacielos más alto del mundo, que posteriormente quedó en suspenso. Neom ya ha pasado por planes maestros y por un éxodo de empleados extranjeros frustrados por el ritmo de desarrollo y la cultura de gestión, informó The Wall Street Journal.
La Línea de Espejos ha sido diseñada por el estudio estadounidense Morphosis Architects, fundado por el ganador del Premio Pritzker de Arquitectura Thom Mayne, y cuenta con la participación de al menos otros nueve consultores de diseño e ingeniería, como WSP Global, con sede en Montreal, y Thornton Tomasetti, de Nueva York, entre otros. Proponen construirlo por etapas creando estructuras de aproximadamente 790 metros de largo que se conectarán a lo largo de una línea, con alturas variables de hasta 487 metros, más altas que el Empire State Building.
Morphosis no respondió a las solicitudes del WSJ. Por su lado, WSP y Thornton Tomasetti declinaron hacer comentarios.
“Van a hacer algo que nunca se ha hecho antes”, dijo Javier Quintana de Uña, director ejecutivo del Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano, una organización sin ánimo de lucro con sede en Chicago.
“Una revolución”
Si se completa, la Línea de Espejos partirá del Golfo de Aqaba y atravesará una cadena montañosa que se extiende junto a la costa. Continuará hacia el este con un complejo turístico de montaña y luego con otro complejo que albergará al gobierno de Arabia Saudita y con una “aerotrópolis” –una subregión metropolitana cuya infraestructura, uso del suelo y economía se centran en un aeropuerto– en las llanuras del desierto, según los documentos de planificación.
El plan lineal completo de 168 kilómetros se conoce como La Línea. Se trata de un concepto que lleva interesando a los urbanistas desde hace más de un siglo. En 1882, el arquitecto español Arturo Soria y Mata propuso la construcción de un desarrollo urbano alargado que inspiró el distrito de la “Ciudad Lineal” de Madrid.
El Príncipe Mohammed desveló por primera vez su idea de una ciudad lineal, sin coches y con cero contaminación, en enero de 2021. En un video, enmarcó el proyecto como una evolución de los logros humanos, similar al descubrimiento de la penicilina y la llegada a la luna, y una forma de salvar vidas perdidas por la contaminación y los accidentes de tráfico.
“La Línea es un proyecto que supone una revolución de la civilización que pone a los humanos en primer lugar”, dijo el mandatario.
Sólo un año antes, Neom se enfrentó a las críticas de los grupos de derechos humanos por desplazar a la fuerza a las tribus del terreno, lo que llevó a las fuerzas de seguridad a matar a tiros a un residente. En el video, el príncipe Mohammed dijo que la Línea pretendía permitir que un millón de residentes se reunieran a diario en un paseo de cinco minutos y que viajaran de extremo a extremo en 20 minutos. El proyecto se alimentaría de energía renovable y protegería la naturaleza en el noroeste virgen, con detalles que se darán más adelante, según indicó. En un principio, los planificadores urbanos preveían comunidades salpicadas a lo largo de la Línea.
Pero en una reunión privada, el príncipe dijo a los que trabajaban en la Línea que pensaran con audacia en la arquitectura, diciendo: “Quiero construir mis pirámides”, informó el año pasado The Wall Street Journal.
Según los documentos, los planificadores urbanos han estudiado cómo aumentar la población de la Línea hasta seis millones de personas, incluyendo hasta cinco millones dentro de los edificios de la Línea de Espejos. Para alimentar a la gente, las verduras se “cosecharán y empaquetarán de forma autónoma” y se trasladarán a “comedores comunitarios” y “cocinas de convivencia”, según los documentos. Los residentes pagarán una suscripción para que se les sirva el desayuno, el almuerzo y la cena.
Uno de los mayores retos de una estructura formada por dos altos edificios paralelos entre sí es la sombra que se crea. La falta de luz solar podría ser perjudicial para la salud, dicen los documentos.
La urbanización también se enfrenta a un reto único en el mundo de la construcción: la curvatura de la Tierra. Como la tierra se arquea unos 20 centímetros por kilómetro, dicen los documentos, los diseñadores proponen dejar un hueco en la parte superior de los módulos de 793 metros para “doblar” las estructuras alrededor del mundo.
The Wall Street JournalTemas
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