El histórico gesto de Boris Johnson por Malvinas cuando era canciller británico
PARÍS.– En momentos en que está a punto de convertirse en jefe del gobierno británico, los argentinos recordaron ayer el gesto de reconciliación protagonizado por Boris Johnson en mayo de 2018 en Buenos Aires, cuando el entonces canciller británico depositó una ofrenda floral en el Monumento a los Caídos durante la guerra de Malvinas.
Ese gesto constituyó el primer reconocimiento de ese tipo de un ministro de Relaciones Exteriores británico en territorio argentino en los 37 años posteriores a la guerra. En 1999, el príncipe Carlos lo había hecho a su vez en el mismo monumento.
"Espero que éste sea un nuevo capítulo en nuestra relación, y un auge en las perspectivas comerciales, después de que el Reino Unido abandone la Unión Europea", había dicho Johnson en aquel momento.
Sus colaboradores afirmaron entonces que el gesto de Johnson estuvo destinado a "reprogramar" las relaciones bilaterales tras años de enfrentamiento diplomático en torno de la soberanía de las islas Malvinas.
También subrayaron que la participación del entonces canciller en ese acto tuvo como objetivo "conmemorar los muertos de ambos lados del conflicto", aun cuando el monumento solo liste los nombres de las bajas argentinas.
Con Boris Johnson jefe del gobierno británico, es legítimo preguntarse cuál es el futuro de esa relación bilateral y cómo podría evolucionar el conflicto en torno a las Malvinas. Con él, difícil saberlo. Y, quien conozca la doctrina británica sobre el tema, tendrá dificultades en prever una solución satisfactoria para Buenos Aires.
De lo que no hay duda, es de que el nuevo primer ministro, decidido a dejar la Unión Europea (UE) "cueste lo que cueste", hará todo lo posible para establecer las mejores relaciones posibles con todos aquellos países que puedan hacer acuerdos bilaterales de libre-comercio.
Pero tampoco eso será inmediato. Para cerrar nuevos acuerdos bilaterales -y suponiendo que conserve su cargo hasta entonces- Boris Johnson no solo tendrá que hacer salir a Gran Bretaña de la UE y lograr un acuerdo sobre la futura relación comercial con el bloque en un máximo de dos años, también tendrá de convencer a los malvinenses.
Hace una semana, los responsables del archipiélago conminaron en los términos más duros al futuro primer ministro para que no deje la UE sin un acuerdo, que "tendría un significativo negativo impacto" en la economía de las islas.
Para Leona Roberts, miembro de la Asamblea Legislativa de Malvinas, si bien las islas no ponen en tela de juicio el Brexit, una salida sin acuerdo les hará perder las actuales tarifas y cuotas de libre acceso al mercado del bloque.
"En ese caso, la exportación de pescado hacia la UE quedaría sujeta a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), es decir con tarifas aduaneras de entre 6% y 18%. Lo mismo sucederá con la carne, sometida a tasas de 42%", explicó Roberts.
"Un archipiélago debilitado económicamente será un blanco fácil para un nuevo intento argentino de quitarle las islas a Gran Bretaña", advirtió.
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