El feudo del "Señor de los cielos"
MEXICO (EFE).- Ciudad Juárez, a orillas de río Bravo, fue hasta hace poco la base de operaciones del Cartel de Juárez, que durante la primera mitad de esta década logró introducir en Estados Unidos unas cien toneladas de cocaína y se convirtió en la principal organización de narcotráfico en México.
El artífice de este "imperio" fue Amado Carrillo Fuentes, conocido como el "Señor de los cielos", cuyo mote se debe a la impresionante flota de aviones que tenía a su servicio.
Carrillo Fuentes procedía de una familia vinculada con el narcotráfico desde 1930 y logró reunir una fortuna de más de 2000 millones de dólares antes de su dudosa muerte, en 1997.
Durante la primera mitad de los años 90, el "Señor de los cielos" organizó un espectacular engranaje en el que estaban involucrados policías, funcionarios y empresarios.
El principio del fin de su imperio, según las autoridades, comenzó en febrero de 1997, tras la detención de Jesús Gutiérrez Rebollo, entonces jefe de la lucha antidrogas de México, acusado de protegerlo.
Esta detención habría obligado a Carrillo Fuentes a huir a Chile, la Argentina y Cuba, antes de regresar a México para someterse a una cirugía facial que le provocó la muerte el 4 de julio de 1997.
Su fallecimiento desató una ola de violencia en Ciudad Juárez, que dejó a decenas de muertos, y que fue interpretada por la policía mexicana como una batalla interna para la sucesión al frente de la organización.
Según fuentes oficiales, el Cartel de Tijuana, liderado por los hermanos Arellano Félix y que también opera en la frontera con Estados Unidos, es ahora la principal organización narcotraficante en México.