El Gloucester encalló frente a la costa de Great Yarmouth, Norfolk -este de Inglaterra-, casi cobrando la vida del duque de York, quien más tarde sería coronado como Jacobo II
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El descubrimiento de un buque de guerra que se hundió hace 340 años cuando transportaba a un futuro rey de Inglaterra ha sido declarado el hallazgo marítimo más importante desde que se encontrara el Mary Rose (la imponente embarcación de Enrique VIII que se recuperó del fondo del mar en 1982).
El Gloucester encalló frente a la costa de Great Yarmouth, Norfolk -este de Inglaterra- en 1682, casi cobrando la vida del duque de York, quien más tarde sería coronado como rey Jacobo II de Inglaterra.
Los restos del barco fueron descubiertos por buzos en 2007, pero solo se reveló hasta ahora por razones de seguridad.
Claire Jowitt, profesora y experta marítima catalogó el descubrimiento de “importancia internacional”.
El paradero del Gloucester fue un misterio hasta que lo descubrieron hace 15 años, semienterrado en el lecho del mar a 45 kilómetros de la costa, donde naufragó mientras navegaba alrededor de peligrosos bancos de arena.
Fue un desastre que se cobró la vida de cientos de pasajeros y tripulantes y estuvo a punto de cambiar el curso de la historia.
Sin embargo, el entonces duque de York logró apenas abandonar el barco que se hundía para luego convertirse en el heredero católico del trono protestante en una época marcada por agitación religiosa y política.
La profesora Jowitt, una autoridad en la historia cultural marítima basada en la Universidad de East Anglia (UEA), en Norwich, dijo: “Debido a las circunstancias del hundimiento, este se puede declarar como el descubrimiento marítimo histórico más importante desde la recuperación del Mary Rose en 1982″.
“El descubrimiento promete cambiar fundamentalmente nuestro entendimiento de la historia social, marítima y política del siglo XVII”, expresó.
“Es un ejemplo excepcional del legado cultural submarino de importancia nacional e internacional... el relato completo del último viaje del Gloucester y el consecuente impacto debe ser contado de nuevo”.
Julian y Lincoln Barnwell, dos hermanos impresores radicados en Norfolk, realizaron expediciones submarinas durante cuatro años con la ayuda de su ya fallecido padre y otros dos amigos -uno de ellos James Little- en busca de los restos del Gloucester.
Lincoln dijo que estuvo inspirado en el recuerdo de la recuperación del Mary rose, pero reconoció que el equipo de buzos empezaba sentir que habían fracasado cuando finalmente detectaron un gran cañón en el lecho del mar.
“Fue asombroso y realmente hermoso”, expresó.
“Inmediatamente me sentí privilegiado de estar allí, era tan emocionante”.
“En ese momento éramos las únicas personas en el mundo que sabían dónde yacía el buque naufragado -eso fue especial y jamás lo olvidaré”.
Su hermano Julian señaló que al principio no tenían idea del verdadero significado histórico del Gloucester.
“Habíamos leído que el duque de York iba a bordo, pero eso fue todo”, dijo.
“Estábamos confiados en que se trataba del Gloucester, pero hay otros naufragios allá con cañones, así que todavía tenía que confirmarse”.
“Aún hay una gran cantidad de conocimiento que se puede obtener del naufragio, lo que será de beneficio para Norfolk y la nación”.
Aunque el equipo descubrió el naufragio de 340 años de antigüedad en 2007, no fue sino hasta que la campana de la nave fue recuperada en 2012 que el Ministerio de Defensa y el ente que administra los restos de naufragios encontrados en Reino Unido los identificaron decisivamente.
Desde entonces el sitio “en riesgo” -dentro de aguas internacionales- tuvo que ser protegido, razón por la cual el descubrimiento solo recién se hace público y su ubicación se divulga.
Se está planeando una importante exposición que tendrá lugar desde febrero hast julio de 2023 en el Museo del Castillo de Norwich.
Un proyecto de investigación paralelo también examinará las circunstancias de la tragedia y las teorías de conspiración.
Aunque el Gloucester no era un barco de tráfico de esclavos, muchas personas de variados antecedentes culturales perdieron sus vidas y los historiadores se asegurarán de que sus vidas sean contadas, indicó la UEA.
¿Qué era el Gloucester y qué sobrevive del barco?
Lanzado en 1654 con 54 cañones a bordo y una tripulación de 280, el Gloucester es el único barco de guerra de tercera categoría (clasificado así por su tamaño y rapidez excepcionales) que sobrevive de la época cuando Inglaterra fue una república bajo el mando de Oliver Cromwell.
Participó en múltiples batallas y formó parte de la flota de la Marina Real después de 1660, cuando el rey Carlos II fue restaurado al trono.
El buque naufragado está partido a lo largo de la quilla, con los restos del casco enterrados bajo arena, y no se sabe qué tanto se conserva intacto. No hay planes de traer a la superficie ninguna de sus partes.
Además de la campana del barco, los buzos han encontrado ropa, zapatos, equipos de navegación, pertenencias personales y botellas de vino sin descorchar.
Una de las botellas de vino despliega un sello fundido en el vidrio con el escudo de armas de la familia Legge, ancestros de George Washington, el primer presidente de Estados Unidos.
Hasta ahora no se han encontrado restos humanos, únicamente huesos de animales.
¿Priorizó el futuro rey a perros y sacerdotes sobre otros?
El Gloucester había zarpado del puerto de Portsmouth (en el sur de Inglaterra) hacia Edimburgo y llevaba al duque de York en un asunto de incumbencia real ante el Parlamento de Escocia.
Encalló contra un banco de arena durante un fuerte vendaval a 45 kilómetros de Great Yarmouth (este de Inglaterra), en la mañana del 6 de mayo de 1682 y se hundió en el lapso de una hora.
El duque de York y John Churchill, el futuro duque de Marlborough, fueron rescatados en un bote acompañante.
Mientras se estima que unas 330 personas a bordo fueron rescatadas en barcos de la flota, se cree que entre 130 y 250 marinos y pasajeros murieron.
Testigos afirman que el futuro rey salvó a curas católicos y sus perros por encima de sus cortesanos y tripulación y, dado que una persona de la realeza debía abandonar el barco de primero, eso demoró su escape y costó innumerables muertes.
No aceptó responsabilidad de la tragedia -a pesar de discutir sobre la ruta del barco, como otrora lord gran almirante- y acusó al piloto, que luego fue apresado.
El famoso diarista del siglo XVII Samuel Pepys, que viajaba en la flota real, escribió que algunos de los sobrevivientes fueron sacados del mar “medio muertos”.
¿Qué hubiera pasado si el duque de York hubiera muerto?
El duque de York fue coronado rey Jacobo II de Inglaterra (y Jacobo VII de Escocia) en 1685, después de la muerte de su hermano
Si se hubiera ahogado en 1682, el hijo ilegítimo de Carlos II, James Scott, duque de Monmouth, bien hubiera heredado el trono.
El reinado del rey Jacobo II -un católico en una nación oficialmente protestante- estuvo marcado por agitación política y religiosa y el monarca fue despuesto en la llamada Revolución Gloriosa de 1688.
Algunos de los que participaron en ella tenían una opinión muy baja del duque sobre su accionar en el Gloucester.
Esa revolución creó un nuevo tipo de estado, contribuyó enormemente al mundo moderno y pudo no haber sucedido si el duque de York hubiera muerto en el naufragio, afirmó la UEA.
Alternativamente, añadió, pudo haber brotado una guerra civil entre la facción que apoyaba al duque de Monmouth y los que reclamaban a la hija legítima del duque de York, Mary y su esposo neerlandés Guillermo de Orange- pareja que reemplazó en el trono al rey despuesto.
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