El Endurance, en fotos: así está bajo las profundidades de la Antártida

En 1915, el explorador antártico Ernest Shacleton vio cómo su embarcación se hundía. Junto a su tripulación, abandonó el barco antes de que fuera demasiado tarde. Caminó y navegó durante varios días; dejó atrás al mítico Endurance y sobrevivió para contar lo que pasó. Durante 107 años, nadie supo dónde quedó el navío. Varias investigaciones oficiales y extraoficiales se llevaron a cabo en la región donde se había hundido pero nunca lograron encontrar ni una tabla de la proa. Hoy, en pleno 2022, la embarcación fue encontrada a una profundidad de 3008 metros y a unos seis kilómetros del lugar en el que se hundió.

La misión de exploración estuvo a cargo del arqueólogo Mensun Bound quien, en diálogo con la agencia de noticias AFP, informó su hallazgo y señaló estar “abrumado por haber logrado localizar y captar imágenes del Endurance”. A diferencia de otros tantos barcos hundidos, este guarda algunas características que hacen de su hallazgo aún más fascinante.

“Se mantiene erguido, orgulloso en el fondo del mar; intacto, en un estado de preservación fantástico. Incluso se puede leer el nombre Endurance en la popa”, explicó Bound. Las imágenes fueron captadas por drones y se ve una embarcación muy bien conservada para la cantidad de años que pasaron desde su hundimiento. El timón, la barandilla y su estructura no dan cuenta del paso del tiempo e incluso, tal como lo explicó el arqueólogo, se lee a la perfección el nombre del navío así como su estrella distintiva.

En cuanto a la expedición, contó con el trabajo de cerca de 100 personas que, bajo el manto de Falklands Maritime Heritage Trust, zarpó de Sudáfrica el 5 de febrero con destino a Weddell.

El Endurance, la historia de un naufragio

A principios del 1900, Sheckleton tenía que cruzar la Antártida; partiría del mar de Weddel con destino al mar de Roos y atravesaría el Polo Sur. Sin embargo, en medio del viaje el barco quedó atrapado en una banquisa de hielo. Durante meses quedó ahí hasta que finalmente la estructura cedió y el hielo perforó a la embarcación, cosa que provocó su inevitable hundimiento.

La tripulación tuvo que abandonar el barco y acampar durante semanas en el hielo. Su capitán junto a un grupo de hombres viajaron hasta las islas Georgia del Sur en pequeños navíos para conseguir ayuda y poder rescatar a toda la tripulación que esperaba expectante en la isla del Elefante.

La historia derivó en leyenda. El relato de Scheckleton y su tripulación, que tuvo que acampar en el hielo durante semanas hasta conseguir ayuda, conforman uno de los tantos relatos históricos de la náutica internacional. “Es la mejor búsqueda de un naufragio que puedes emprender”, la catalogó Bound. “Intentar localizarlo, no hay nada mejor que eso. Mi vida ya no será tan emocionante después de esto”, cerró. Él y su equipo de trabajo pasaron a la historia. 107 años después, el Endurance apareció y con él aquella leyenda que cautivó a tantos navegantes por todo este tiempo.

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