El drama político de Theresa May: dentro de su partido también piden su renuncia
A pesar del triunfo de los conservadores, May perdió la mayoría absoluta y su imagen fue desgastada; el líder laborista Jeremy Corbyn busca aprovechar su buena elección
LONDRES.- Con tensión y gesto crispado, la erosionada primera ministra Theresa May entró en el Palacio de Buckingham y logró el requisito institucional del permiso real para formar gobierno en minoría.
La esperaban, cerca de la reja del palacio, un reducido grupo de turistas que no esperaban contar con ese espectáculo adicional en su visita.
Pero por detrás de su festejo como visitantes, lo que late es un auténtico drama político.
May confirmó que espera contar con el apoyo de los Unionistas de Irlanda del Norte (DUP) que, con sus 10 bancas, suman una alianza de 328 bancas, dos más de las 326 necesarias para tener mayoría y formar gobierno.
Mientras, el laborista Jeremy Corbyn, que no fue el más votado pero que hizo una estupenda elección, espera en las sombras. Si el intento de May fracasa, allí estará él para intentar formar a su vez gobierno en minoría.
La desgastada May habló este mediodía como si su apuesta electoral de ayer no hubiese resultado en una catástrofe y dio por segura una “alianza firme y estable” con los unionistas de Irlanda del Norte.
Pero eso, al menos por ahora, es sólo en las matemática. Hay mucho todavía por andar. Fronteras dentro del partido tory no está claro que el respaldo a May sea masivo.
Entre los conservadores se alzaron hoy voces claman la renuncia de May por la pérdida de escaños. Debería "considerar su posición" y asumir su responsabilidad por una "terrible" campaña, afirmó la ex ministra conservadora Anna Soubry.
"Si tiene un resultado peor que el de hace dos años y es casi incapaz de formar Gobierno, dudo que pueda sobrevivir a largo plazo como líder del Partido Conservador", dijo el ex ministro de Hacienda conservador George Osborne.
Ya antes de que se confirmase la pérdida de la mayoría absoluta de los conservadores, Corbyn instó a May a renunciar a su puesto y dar así lugar a un gobierno laborista.
Los votantes "han dado la espalda a la política de austeridad" propuesta por la líder conservadora, dijo Corbyn, que señaló a la pérdida de votos, apoyo y confianza entre la población que sufrió May.
"Eso es claramente suficiente como para irse y dejar lugar a un Gobierno que realmente represente a toda la gente de este país", sentenció. Horas después, Corbyn se mostró dispuesto a formar un gobierno en minoría, aunque por ahora tendrá que esperar a que May lo intente.
Las voces para que de un paso al costado y renuncie se multiplican en todo el arco político británico. “Los tories no han hecho más que daño al país en el último año”, dijo el demócrata liberal Tim Farron. “Que no sueñe en contar con nosotros para una alianza”, añadió.
Otro tanto sostuvo la escocesa Nicola Sturgeon. “Theresa May debería estar avergonzada por lo que hizo y debería apartarse”, sostuvo. Clamó, al igual que los parlamentarios de Irlanda del Norte, por la permanencia dentro de la UE.
“Lo menos que pedimos es que la negociación del Brexit se ponga en suspenso hasta que se vea qué quiere el país. Porque está claro que el país no quiere el Brexit duro de Theresa May”, sostuvo.
En busca de una coalición
Otro tanto ocurre con filas del DUP, donde la factura que se pretende para el respaldo que pide May incluye que se le reconozca a Irlanda del Norte algún “estatus especial” de permanencia dentro de la Unión Europea, aún cuando Gran Bretaña negocie su salida del bloque.
“Es un poco pronto para decir que hay un acuerdo cerrado”, dijeron voceros del DUP, al arrojar un balde de agua sobre las pretensiones de May.
De persistir May en su reclamo y los irlandeses en su pretensión, sería un golpe fatal para la estrategia de un “Brexit duro” con el que May arrancó su campaña.
No podría la primera ministra pretender dureza y, al mismo tiempo, pedir trato preferencial para uno de las naciones del reino.
Pero May habló este mediodía como si el terremoto político no hubiese ocurrido. “Seguiremos con el mandato del Brexit y empezaremos las negociaciones en 10 días”, dijo.
Cómo queda el Parlamento
Con el escrutinio de los votos casi finalizado, los resultados muestran que ningún partido consiguió 326 de los en total 650 escaños necesarios para tener mayoría absoluta.
Según los datos actuales, los conservadores consiguieron 318 escaños, muy por debajo de los 330 que tenían antes de los comicios. Eso complica la formación de Gobierno y deja en el aire el inicio de las negociaciones de la salida del país de la Unión Europea (UE), el denominado " Brexit ".
Los laboristas de Jeremy Corbyn lograrían 261 asientos, 31 más que hasta ahora, y el Partido Nacional Escocés (SNP) conseguiría 35, lo que supone una fuerte caída frente a los 56 que tenía antes de las elecciones.
Los liberaldemócratas, que gobernaron en coalición con los conservadores entre 2010 y 2015 y que lograron 12 escaños, descartaron formar una coalición o llegar a un acuerdo.
El partido mantiene una posición opuesta a la de May respecto a la salida del país de la Unión Europea, el denominado "Brexit", que los liberaldemócratas quieren evitar.
Los comicios fueron además un desastre para el partido ultraderechista UKIP, cuyo líder, Paul Nuttall, presentó su dimisión.
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