Elecciones en Ecuador. El doble reto: vacunas y reactivación económica

CARACAS.- Los retos que enfrenta el nuevo inquilino del Palacio de Carondelet son enormes, dada la crisis económica que asuela a Ecuador, uno de los países más golpeados por el coronavirus en el continente. Las arcas gubernamentales están vacías, un escenario diametralmente distinto de cuando Rafael Correa presidió el país andino. Entonces los precios del petróleo dispararon sus políticas populistas y la sensación de bonanza acompañaba a los ciudadanos.

El principal reto hoy es el mismo para todos los mandatarios continentales: las vacunas, desde su compra hasta su aplicación pasando por la logística, a sabiendas de la incapacidad de los laboratorios para abastecer a todos los países demandantes, incluido Ecuador.

Hasta ahora lo hizo a cuentagotas: solo 6228 personas fueron vacunadas, una cifra que se pretende ampliar a 100.000 durante el primer trimestre de 2021. El país andino figura entre los elegidos por el Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19 (Covax) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través del cual llegarán 218.840 dosis de Pfizer y AstraZeneca.

Desde distintos ámbitos sanitarios se ha reclamado a la administración que cuente también con las vacunas rusas y chinas, algo que deberá decidir el nuevo gobierno cuando las dudas y los problemas de Occidente, además de los buenos datos en revistas tan prestigiosas como The Lancet, han aumentado los dividendos de Sputnik V y Coronavac.

Todos los ojos del país estarán encima de este proceso, fundamental también para ver en paralelo los brotes verdes en una economía tan golpeada.

"La reactivación económica es uno de los grandes retos para el nuevo gobierno. La pregunta es cómo hará el nuevo presidente para generar empleo y riqueza sin regalar los fondos del Estado y sin desdolarizar la economía", destaca Michel Levi, académico y coordinador del Centro Andino de Estudios Internacionales. La desdolarización, precisamente, fue el mayor resbalón que sufrió Arauz durante la campaña, que a punto estuvo de ocasionarle un disgusto político.

Tal y como ha desnudado la campaña electoral, la sociedad ecuatoriana está muy dividida, para algunos polarizada. Y ese es otro de los grandes retos, "cómo lograr que el tejido social no se descomponga más de lo que se encuentra ya", añade Levi.

Todos los interrogantes se abren, en cambio, con la lucha contra la corrupción y la impunidad, así como la tarea de redemocratización iniciada por el gobierno de Moreno. El propio Arauz adelantó que no le hará falta perdonar a su jefe Correa, porque los tribunales tomarán la iniciativa. Dependerá de quién resulte finalmente ganador para saber si Ecuador profundizará en el saneamiento político, como su vecino Perú.

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