El doble desafío de Chávez: enfrenta una salud débil y a un rival fortalecido
CARACAS.– Luego de una larga y ardua batalla, la oposición venezolana finalmente cree haber encontrado el talón de Aquiles del presidente Hugo Chávez: por primera vez en los 13 años de su gobierno, todas las fuerzas opositoras se unieron para elegir hoy a un solo candidato. Tras él o ella, se aglutinarán para frenar la tercera reelección consecutiva del mandatario en las elecciones presidenciales de octubre próximo.
Las primarias en las que hoy se develará el nombre del contrincante que se enfrentará con uno de los líderes más poderosos de la historia de Venezuela y de la región serán el paso inaugural de la unión opositora. Se trata de un evento electoral inédito, al que están convocados más de 18 millones de venezolanos. Y no cabe duda de que este hito político representa para Chávez uno de los dos grandes desafíos que debe superar en los ocho meses que quedan de campaña presidencial.
Su segundo gran reto será proyectar una imagen de rival fuerte y saludable para demostrar que el cáncer no es un obstáculo para mantener su liderazgo popular. De hecho, el mandatario inició este año con ese objetivo muy claro y apareció, casi a diario, en alocuciones televisadas en cadena nacional. Según las últimas encuestas, cuenta con más de 60% de aprobación.
Para los analistas, Chávez ha sido exitoso en difundir esa imagen de fortaleza. Pero los expertos concuerdan en que todavía es muy pronto para que el chavismo cante victoria. ¿La razón? La oposición también sacó al ruedo sus mejores atributos y luce muchísimo más competitiva en comparación con las elecciones de 2006, ya que la ventaja electoral de Chávez se redujo a la mitad desde entonces.
Para girar la balanza a su favor, cada bando deberá apelar ahora a los independientes y convencer al más de 15% de los chavistas decepcionados. Esa es, según los expertos, la clave para ganar las elecciones.
Así también piensa Rosa Carrillo, un ama de casa del oeste de Caracas que, desilusionada, dejó de seguir a Chávez en 2007. "Ya estamos cansados de tanta polarización y de tantos fracasos políticos. El país no puede seguir dividido. Las primarias son una oportunidad para demostrar que queremos otro tipo de país, con gente responsable y capaz", dijo a LA NACION.
Por el lado de la oposición, las caravanas de los distintos precandidatos opositores recorrieron el país para motivar una gran participación hoy. La meta es superar una convocatoria de más de 15% del padrón, es decir, por lo menos 2.600.000 votantes.
Además del candidato único, se elegirán aspirantes a 17 gobernaciones (los candidatos para las otras seis se lograron por consenso) y a 246 de las 333 alcaldías del país.
Polarización inextinguible
Como pasó en comicios anteriores, esta cita se da en un contexto de profunda polarización, en el que chavistas y antichavistas luchan desesperadamente por no perder terreno. Hay una visible tensión entre quienes dicen que votarán hoy por un candidato opositor y entre quienes apuestan a que Chávez complete 20 años, o más, en el poder. Rosa Carrillo piensa votar hoy, aunque ninguno de los precandidatos la convence realmente. Pero dice que es la única manera de apostar por un "cambio positivo".
El gran favorito en los sondeos es Henrique Capriles Radonski, de 39 años, quien hace dos semanas recibió el apoyo de otro precandidato, Leopoldo López, hasta entonces tercero en los sondeos. Con esta alianza, los encuestadores estiman que Capriles acumula 58% de la opción del voto. El segundo favorito es Pablo Pérez, de 42 años, con 28%. Ambos son gobernadores de los estados más poblados y ricos del país, Miranda y Zulia, respectivamente, y ambos son abogados y sus estrategias de campaña fueron enfocadas a seducir a una oposición heterogénea con un discurso de centro y progresista.
Los otros tres precandidatos, entre los que se encuentran la diputada María Corina Machado, el ex embajador Diego Arria y el sindicalista Pablo Medina, se caracterizaron por un discurso radical y se mantuvieron muy por debajo de Capriles y Pérez en intención de voto.
A pesar de las diferentes visiones, por primera vez en estos 13 años de gobierno chavista esas posturas variopintas se unen bajo un mismo propósito: contribuir a la gestación de un nuevo liderazgo, joven, muy distintos a las antiguas elites opositoras, para cambiar de presidente.
Esa articulación de las fuerzas opuestas a Chávez parecía imposible hace algunos años, pero se pudo lograr. Uno de los mayores artífices de esa Mesa de la Unidad Nacional, Ramón Guillermo Aveledo, explicó a LA NACION qué experiencias inspiraron este modelo: "Primero, nuestra propia experiencia de aciertos y errores, pero también el estudio de otras transiciones. La Concertación chilena es un ejemplo paradigmático, desde luego. El más importante. Pero hubo también la UNO de Nicaragua y enseñanzas de procesos como las transiciones española y europeas del centro y del Este".
Esa unidad, asegura Aveledo, no sólo se mantendrá, sino que se revitalizará para catapultar al candidato único.
La imagen de líder
Por su parte, también ya en campaña, Chávez hace, desde comienzos de este año, lo posible por enviar el mensaje de que está curado del cáncer que lo mantuvo con un bajo perfil durante buena parte de 2011. "La imagen de debilidad puede causarle problemas ante sus electores", explicó a LA NACION el politólogo y director de la consultora Polity John Magdaleno.
"Hasta ahora tuvo éxito en proyectar una imagen de hombre fuerte y de líder popular. Pero aunque las encuestas revelen que tiene más de 60% de aprobación, hay que analizar también la variable de confianza, que está entre 30 y 40%, muy por debajo de su popularidad", enfatizó.
La intención de voto por Chávez o por el candidato opositor que se elija hoy deberá medirse por lo menos un mes después de estas primarias para tener una perspectiva más cercana a la realidad, añadió Magdaleno.
De aquí hasta octubre, el mandatario tendrá que enfrentar también las fortalezas acumuladas por la oposición: la unidad, 60% de aprobación en las encuestas, victoria electoral en las Parlamentarias.
"La oposición hoy luce mucho más fuerte que en las presidenciales de 2006. En ese entonces, Chávez tenía una ventaja de entre 23 y 26 puntos en intención de voto. Ahora esa distancia se redujo a 10%. Significa que el potencial del presidente se redujo a la mitad", subrayó Magdaleno.
A pesar de que esta brecha se estrechó y de que 43% de los venezolanos desea a un nuevo presidente (según la consultora Hintelaces), Chávez es aún ese líder carismático que mantiene una poderosa conexión emocional con sus simpatizantes, una identificación que la oposición todavía no logró.
Chávez aprovecha esa fortaleza en cada alocución para descalificar a cualquiera que ose retarlo, como hizo el pasado 2 de febrero durante el aniversario de sus 13 años en el poder: "Podemos ganar estas elecciones con más del 70% de los votos, estoy seguro. Nos vamos a aproximar a los 10 millones de votos y le vamos a dar esa paliza al imperio norteamericano, porque estos candidatos [opositores] son los candidatos del imperio", advirtió.
Sus rivales
HENRIQUE CAPRILES
Gobernador de Miranda
58%
Abogado, y con una meteórica carrera política, con 39 años es el más joven de los candidatos opositores y el favorito para lograr el triunfo. Se presenta como una suerte de Lula da Silva venezolano.
PABLO PÉREZ
Gobernador de Zulia
28%
Dirigente del partido de centro-izquierda Un Nuevo Tiempo, gobierna el rico estado petrolero de Zulia, el más poblado del país, con cuatro millones de habitantes.
MARÍA CORINA MACHADO
Congresista
5%
De 43 años, se presenta como independiente; propone un modelo de "capitalismo popular" en el que desaparezcan las contradicciones de clase y se nivelen los ingresos.
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