El discurso, con la mente puesta en las elecciones
Tras la recesión, Obama quiere fortalecer a ese sector
WASHINGTON.- Hay elementos clave de las propuestas económicas que el presidente Barack Obama delineó ayer en su discurso sobre el Estado de la Unión que parecen tener como objetivo llevar el debate de la elección de 2016 al terreno de la desigualdad de ingresos y los problemas económicos de la clase media, y no tanto fijar una agenda realista para el actual período parlamentario.
Los pedidos de Obama de aumentarles los impuestos a los ricos, garantizar la gratuidad de la educación terciaria para muchos estudiantes y ampliar las licencias con goce de sueldo para los trabajadores tienen pocas chances de ser aprobados por la nueva mayoría republicana en el Capitolio. Pero el debate sobre los problemas económicos que enfrenta la clase media será, al parecer, un punto crítico de la próxima campaña presidencial.
Los potenciales candidatos republicanos Jeb Bush y Mitt Romney vienen hablando abiertamente de la desigualdad de ingresos y de la necesidad de darles más oportunidades a los estadounidenses de menores ingresos. Del lado de los demócratas, la senadora por Massachusetts Elizabeth Warren parece decidida a lograr que su partido siga enfocándose en una agenda económica populista, por más que no tenga planeado postularse ella misma para la presidencia.
Mientras los norteamericanos vuelcan su atención hacia las elecciones de 2016, la administración Obama no pierde ocasión de dejar en claro que piensa seguir fijando los términos de la agenda económica.
Sin embargo, Obama ya no tiene la ventaja política en el Congreso que necesitaría para aplicar mayores aumentos impositivos. Tanto el presidente como los líderes republicanos manifestaron su voluntad de hacer concesiones, pero las primeras semanas de trabajo con la nueva composición parlamentaria no permiten vislumbrar cuál podría ser el terreno común de un acuerdo.
Las propuestas económicas de Obama serán de poca ayuda para acercar posiciones entre la Casa Blanca y los republicanos, dada la aversión de los líderes opositores a cualquier alza de impuestos sobre los más ricos. La propuesta del presidente implica llevar a un 28% la tasa que pagan las parejas con ganancias de capital superiores a los 500.000 dólares anuales y les impone una tasa contributiva a las alrededor de 100 firmas financieras estadounidenses con activos por encima de los 50.000 millones de dólares.
Los funcionarios del gobierno dicen que gran parte de los 320.000 millones de dólares en nuevos impuestos y tasas sería usada para medidas destinadas a ayudar a la clase media, incluidos un crédito fiscal de 500 dólares para algunas familias en las que ambos esposos trabajan y un programa de 60.000 millones de dólares para garantizar la gratuidad de los institutos terciarios municipales.
La Casa Blanca describe las medidas propuestas por el presidente como pasos que pueden ayudar a sostener el reciente impulso que ha tomando la economía, que también ha logrado reducir la tasa de desempleo a menos del 6%. Pero las propuestas incluidas en el discurso de Obama han cosechado poco apoyo entre las filas republicanas. El senador por Florida Marco Rubio, que apuesta a ser candidato presidencial republicano para 2016, dijo que el enfoque del presidente es anticuado.
Traducción de Jaime Arrambide