El desastre del MGM Grand Hotel de Las Vegas: la historia del incendio que dejó 87 muertos por un error de diseño
Las llamas se produjeron en el primero de los 26 pisos del edificio y no subieron; sin embargo, fallas estructurales hicieron que murieran decenas de personas por inhalación de humo
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El 21 de noviembre de 1980, uno de los hoteles más importantes de la ciudad de Las Vegas, en Estados Unidos, se incendió y murieron al menos 87 personas. Era el MGM Grand Hotel and Casino, que abrió en 1973 con más de 2000 habitaciones y supo ser el hotel más grande del mundo en ese entonces. El accidente es considerado como el peor en la historia del estado de Nevada.
Todo comenzó en una parte pequeña del primer piso del establecimiento. Si bien los bomberos asistieron rápidamente y, mediante un esfuerzo coordinado, pudieron contener y luego extinguir las llamas antes de que pudieran extenderse a las habitaciones donde dormían los huéspedes, una falla en el diseño del edificio causó la fatalidad. Muchos de los turistas que se alojaban en los pisos que no habían sido alcanzados por el fuego perdieron la vida.
El MGM Grand Hotel and Casino fue construido por Metro Goldwyn Mayer Studios tan solo siete años antes de la catástrofe. Estaba destinado a ser un resort de lujo, inspirado en el hotel de una de sus películas. Y, de hecho, cumplió con las expectativas.
El hotel de 26 pisos estaba equipado con candelabros y estatuas de mármol, y contaba con uno de los casinos más grandes del mundo, 25 bares, ocho restaurantes y su propia sala de cine privada que solo proyectaba películas de MGM. En los pisos inferiores estaban los restaurantes, un centro de convenciones y el enorme casino, mientras que la mayoría de los pisos superiores se dedicaron al alojamiento de los huéspedes.
El fuego comenzó en un restaurante llamado The Deli, ubicado en el primer piso del edificio. La investigación luego reveló que la causa del incendio inicial fue un refrigerador defectuoso. Las llamas, chicas al principio, tuvieron tiempo de crecer considerablemente antes de ser descubiertas alrededor de las 7 de la mañana.
Tim Connor, un trabajador de mantenimiento del hotel, se topó con las llamas mientras revisaba The Deli en busca de azulejos rotos. Inmediatamente llamó a la seguridad del hotel y luego se dispuso a tratar de combatir el fuego con un extintor de mano. Sin embargo, después de ser expulsado dos veces por las ondas de presión de aire y humo, Connor desistió y comenzó a ayudar con la evacuación.
Solo minutos después de que se descubriera el incendio, las llamas, alimentadas por una afluencia de oxígeno, barrieron el restaurante y se extendieron por el piso del casino. De este modo, consumieron todo el espacio en poco más de 20 segundos. Los jugadores en el casino solo tuvieron uno o dos minutos de advertencia para salir del lugar: Varios de ellos recogieron sus fichas y otras pertenencias antes de correr hacia la salida.
Aunque el edificio estaba equipado con un sistema de alarma contra incendios, el fuego lo deshabilitó antes de que pudiera activarse. Como plan “b”, los huéspedes deberían haber recibido órdenes de evacuación a través de un sistema de megafonía o con llamados de los teléfonos de sus habitaciones. Sin embargo, el humo obligó al personal a evacuar la sala de control telefónico antes de que esto pudiera hacerse. Por lo tanto, los huéspedes en sus habitaciones se enteraron principalmente del incendio cuando vieron humo saliendo de sus ventanas o cuando escucharon gritos y conmoción en los pasillos fuera de sus habitaciones. Algunos solo se dieron cuenta de que algo andaba mal cuando los helicópteros, atraídos por las enormes columnas de humo que se elevaban desde el MGM Grand, comenzaron a dar vueltas alrededor del edificio.
Unos pocos pudieron evacuar antes de que el humo de los pasillos se hiciera demasiado densos como para correr riesgo. Aquellos que lograron escapar se vieron frente a condiciones complicadas: los ascensores estaban fuera de servicio ya que sus cables habían sido destruidos por el fuego, las escaleras interiores no se podían usar porque se diseñaron para evitar que los invitar que los huéspedes se escurrieran de un piso a otro.
Podían ingresar a la escalera desde cualquier piso, pero solo podían salir de la escalera al nivel del suelo. Como el humo estaba muy presente en el aire, los evacuados estaban nerviosos por encerrarse en el hueco de la escalera. Entonces, en muchos casos abrían la puerta del hueco de la escalera detrás de ellos para poder huir de regreso a sus habitaciones. Esto hizo que el humo entrara y llenara las escaleras mucho más rápido de lo que lo haría de otra manera.
En cuanto a los que se quedaron en sus habitaciones, sus perspectivas eran bastante negativas. Con el interior del hotel llenándose de humo, muchos miraron hacia sus ventanas en busca de salvarse. Varios hicieron cuerdas improvisadas con sábanas o intentaron trepar por el exterior del edificio. Algunos tuvieron éxito y se las arreglaron para bajar de su piso a un piso más bajo, tal vez con menos humo, desde el cual pudieron escapar. Sin embargo, al menos un huésped cayó y murió.
En ese contexto, la policía pidió desde la planta baja que las personas se quedaran en sus habitaciones y esperaran a ser rescatadas. Un pequeño número de huéspedes fueron rescatados por trabajadores de la construcción, quienes arriesgaron sus vidas para subir en un pequeño elevador eléctrico y sacar a la gente por las ventanas. Hicieron varios viajes arriba y abajo del edificio en llamas hasta que inhalaron demasiado humo para continuar.
Otros huéspedes dentro del hotel, que necesitaban desesperadamente aire, rompieron sus ventanas para permitir más ventilación. Pero no se percataron de que el humo del exterior entraría y comenzaría a asfixiarlos. El asunto empeoró cuando los helicópteros se abalanzaron para rescatar a las personas del techo y crearon una corriente descendente que envió humo a las ventanas rotas.
El fuego se extinguió en cuestión de horas, sin haber subido más allá del primer piso del edificio. Fue en las zonas más alejadas del primer piso donde se encontró el mayor número de muertos. Muchas personas murieron en sus habitaciones, y algunas usaron lápiz labial para dejar mensajes de despedida en sus espejos. Algunas personas sobrevivieron colocando toallas alrededor de los bordes de las puertas y manteniendo las ventanas bien selladas. Incluso algunos sobrevivientes desconocían por completo la magnitud del desastre.
Los bomberos que limpiaban el edificio piso por piso se encontraron con una pareja muerta abrazada en una habitación. Y, en una situación completamente diferente, también rescataron a una pareja viva que estaba tomando tequila para pasar el tiempo. Muchos de los sobrevivientes del desastre fueron evacuados en helicóptero, la opción más segura.
La fatalidad fue tan grande que rápidamente llenaron el espacio disponible en la morgue, por lo que debieron llevar camiones refrigerados para almacenar los cuerpos hasta que pudieran ser identificados. Además, se instalaron centros de tratamiento para los casi 650 heridos en otros casinos cercanos.
Una investigación posterior al incendio reveló también una serie de fallas regulatorias. Los inspectores de seguridad contra incendios habían señalado una serie de problemas graves en el edificio a principios de año. En el momento del incendio, solo se había tratado uno de los cinco problemas identificados. Por ejemplo, no había rociadores en el área del casino o en The Deli donde comenzó el incendio. Estas áreas habían sido diseñadas para estar abiertas y ocupadas las 24 horas del día, por lo que legalmente no tenían que tener un sistema de rociadores, ya que pensaron que un incendio sería notado y extinguido tan pronto como comenzara.
Sin embargo, a lo largo de los años, el uso de estos espacios había cambiado. The Deli ya no era un restaurante abierto las 24 horas del día y, sin embargo, no se habían instalado rociadores. Además, los sellos defectuosos en el sistema de aire acondicionado del hotel permitieron que el humo circulara por todo el edificio en lugar de mantenerlo contenido en un piso. El sistema de alarma también estaba desactualizado para un edificio del tamaño del MGM Grand .
El MGM Grand Hotel and Casino fue reconstruido y remodelado, y hoy es el Bally’s Las Vegas. MGM volvió a edificar otro hotel en 1993, con más de 5000 habitaciones, que lleva el mismo nombre que el del incendio de 1980.
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