El coronavirus llega al techo del mundo: primer caso detectado en el Everest
Un miembro de una expedición en el campamento base dio positivo por Covid-19; el resto de su equipo de expedición permanece aislado
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KATMANDÚ.- Las esperanzas de una temporada en el Everest que no se vea afectada por la pandemia se disiparon la semana pasada cuando el primer miembro de una expedición en el campamento base dio positivo por Covid-19, según informó una fuente al medio Outside Everest que pidió permanecer en el anonimato.
Originalmente se pensó que el paciente infectado sufría de edema pulmonar a gran altura (HAPE) y fue evacuado en helicóptero a un hospital en Katmandú, Nepal. A su llegada, la persona dio positivo por Covid-19. El resto de su equipo de expedición permanece aislado en el campamento base de la montaña más alta del mundo.
Si bien hasta ahora solo se identificó un caso de Covid-19 en el Everest, un brote podría tener consecuencias desastrosas. “Cuando estás sentado en el campamento base del Everest a más de 5300 metros, tu sistema inmunológico se ve comprometido debido a la falta de oxígeno”, dijo el corresponsal de Outside Everest, Alan Arnette, la primavera pasada, cuando la temporada se canceló a causa del virus. “Incluso un pequeño corte en el dedo no se cura hasta que se regresa a un ambiente rico en oxígeno. Creo que los riesgos son realmente altos y la gente se arriesga si sube“, advirtió.
El virus amenaza las aspiraciones de los escaladores de llegar a la cumbre, la seguridad económica de los sherpas y la salud de ambos.
“Por supuesto que estamos preocupados”, dijo la doctora Sangeeta Poudel, voluntaria de la Asociación de Rescate del Himalaya, una organización sin fines de lucro que trabaja para reducir las muertes por mal de montaña agudo en el Himalaya nepalí. Si hubiera un brote en el campamento base, “sería una situación similar a un terremoto”.
La ubicación del campamento base sobre el nivel del mar lleva a que el virus podría estar enmascarado o se confunda con síntomas comúnmente causados por la altitud extrema. “Con HAPE y Covid-19, tenemos un dilema de diagnóstico, porque comparten síntomas”, explicó el doctor Suraj Shrestha, otro voluntario de la Asociación de Rescate del Himalaya. Los síntomas ambiguos incluyen tos, pérdida de apetito y dificultad para respirar, todos comúnmente experimentados a gran altura.
Los médicos del campamento base ya han organizado siete evacuaciones de emergencia, incluidas algunas para varios casos de HAPE. Pero debido a que no pueden realizar la prueba de Covid-19 en el campamento base, no siempre se sienten seguros en sus diagnósticos.
A partir de ahora, los equipos en la montaña actúa con cautela pero no abandonarán su expedición por un solo resultado positivo de la prueba y avanzan con normalidad. Si bien algunos inicialmente esperaban una temporada de escalada más tranquila este año, el gobierno emitió 338 permisos, casi tantos como de costumbre. Las máscaras se usan esporádicamente en el campamento base, y los protocolos de distanciamiento social varían ampliamente entre las compañías de expedición, algunas imponen un aislamiento estricto y otras más o menos como un año normal.
“El campamento es tan grande como en 2019, no hay diferencia”, señaló Noel Hanna, de Irlanda del Norte, que llegó hasta ese punto por tercera vez. “Todo parece ser igual”.
La mayoría de los extranjeros tuvieron que presentar un resultado negativo de la prueba Covid-19 al llegar a Nepal. El gobierno también requiere un período de cuarentena y una segunda prueba negativa después de la llegada, pero estas reglas parecen ser en gran parte voluntarias.
Muchas personas y compañías de expediciones parecen haber seguido las reglas, aunque algunas más en serio que otras. Una buena parte de los extranjeros afirma haber recibido una vacuna, lo que disipa las preocupaciones hasta cierto punto, pero la mayoría de los sherpas, que viajan montaña abajo y a Katmandú con más frecuencia, no lo han hecho.
Nepal ha experimentado una tasa de infección relativamente baja desde principios de enero. En Katmandú, la mayoría usa barbijos y la vida sigue como de costumbre.
Sin embargo, los casos comienzan a tener una tendencia ascendente. Es particularmente preocupante el número vertiginoso de casos en la India, que comparte una frontera abierta con Nepal.
No obstante, hay optimismo para una temporada de escalada exitosa. Los médicos y los jefes de expedición esperan que se haya contenido el único caso conocido. Y al final del día, para muchos aspirantes a la cumbre, el coronavirus es solo un peligro más en una montaña peligrosa.
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