El Costa Concordia comenzó su último viaje
El crucero que naufragó en 2012 es remolcado hasta Génova, donde será desguazado; el desplazamiento durará unos cuatro días
ISLA DE GIGLIO.- El Costa Concordia abandonó hoy las rocosas costas de la isla toscana del Giglio en la que permanecía desde su naufragio en 2012 para dirigirse, arrastrado por varios remolcadores, hacia el puerto de Génova, donde será desguazado.
Un convoy con 14 embarcaciones, dirigido por el remolcador Blizzard, inició el traslado del Concordia esta mañana hacia un puerto cerca de Génova, en el norte de Italia, a donde está previsto que llegue el domingo, antes de su destrucción final.
El que fuera un brillante crucero de lujo naufragó en la costa de la isla turística de Giglio en enero de 2012 después de navegar demasiado cerca de la orilla y provocó 32 muertes. Sus restos han estado allí desde entonces mientras los ingenieros se embarcaban en una de las mayores operaciones de salvamento marítimo de la historia.
Durante la semana pasada, los equipos han levantado lentamente el buque de 114.500 toneladas desde plataformas submarinas bombeando aire en 30 grandes cajas de metal adheridas al casco. Desde ese día, ha permanecido fondeado a la espera de su traslado, que finalmente se emprendió esta mañana.
En los últimos días, el pabellón del Costa Concordia presentaba izada la bandera azul marino que encuadra a su vez otro recuadro blanco que, según los códigos de la Organización Marítima Internacional, indican que una nave está a punto de partir.
A las 11.15 (6.15 de la Argentina), el coloso ha emprendido definitivamente su viaje a Génova, acompasado por las campanas de las localidades isleñas y por las sirenas del puerto que, como es tradición, despidieron de ese modo a la nave.
En los próximos 4 días, según explicó el responsable del proyecto, Franco Porcellacchia, recorrerá más de 300 kilómetros hasta el puerto genovés, donde será desguazada.
Durante el periplo, que la llevarán a atravesar aguas territoriales francesas al pasar por Córcega, la embarcación será remolcada por hasta 5 naves e irá escoltado por otras 14 que llevarán a cabo labores de asistencia o supervisión.
Despedida
Hoy los vecinos del Giglio se despidieron de este ruinoso crucero en el que, de manera colateral, también perdió la vida un submarinista español: Israel Franco Moreno, quien murió desangrado el pasado febrero al cortarse en una pierna mientras trabajaba en las labores de reflote.
Tras el comienzo del traslado, el alcalde del Giglio, Sergio Ortelli, quiso recordar que la isla "quiere recuperar la normalidad lo antes posible" aunque se dijo consciente de que aún están "saliendo del túnel" ya que aún queda recuperar la zona del incidente.
A la partida del Costa Concordia acudieron cientos de turistas y vecinos y entre ellos se encontraba, según recogieron los medios, uno de los supervivientes de la tragedia, el español Pablo Lázaro Juan.
El español llegó al Giglio desde la ciudad de Alicante para presenciar el "final de una historia, de un monstruo de hierro" pero, según dijo a la prensa, no para deshacerse de la suya con la propia nave, porque esa "no puede olvidarse".
"Si yo olvidara la historia de aquella noche no sería normal, no sería una persona. Esa historia estará siempre en mi mente y aún hoy en mis sueños", refirió a los medios desplazados a la zona.
Mientras el crucero era arrastrado mar adentro, los responsables del proyecto, junto al subsecretario de la presidencia de Italia, Graziano Delrio, comparecían en una conferencia de prensa en la que coincidieron en señalar lo "histórico" y "emotivo" del acontecimiento.
No obstante, pese a la euforia desatada entre los trabajadores al ver zarpar los restos del barco siniestrado, el jefe de la Protección Civil italiana, Franco Porcellacchia, ha pedido no dejarse llevar por "triunfalismos" porque lo que hoy se cierra en Italia es la página de una historia fatídica.
Otro escándalo de Schettino
Una historia cuyo principal responsable fue, presuntamente, el capitán del barco, Francesco Schettino, que afronta un proceso judicial en el que está imputado por delitos como homicidio culposo múltiple, abandono de la nave y naufragio.
Precisamente los medios de comunicación italianos publicaron hoy en sus portadas una fotografía en la que el ex capitán aparece acompañado por dos mujeres en una fiesta de la isla napolitana de Ischia, donde permanece, según él, para evitar el acoso de la prensa.
Unas imágenes que han suscitado cierta polémica en Italia por el aire sonriente y despreocupado que muestra Schettino en la instantánea, aireada el día en el que el Costa Concordia emprendía su viaje hacia su segunda destrucción.
Agencias EFE y Reuters