El coronavirus irrumpe en la Casa Blanca: Pence y tres asesores claves de Trump entran en aislamiento
WASHINGTON.- La Casa Blanca debió ampliar las precauciones para contener un brote interno del nuevo coronavirus luego de que dos funcionarios fueran diagnosticados con Covid-19 la última semana, una irrupción de la pandemia en el epicentro del poder político en Washington que forzó al vicepresidente, Mike Pence, y a tres asesores claves de la task force que asesora al presidente, Donald Trump, a aislarse en sus casas.
Un edecán de Trump y la secretaria de prensa de Pence, Katie Miller, fueron diagnosticados la semana pasada con la nueva enfermedad. Miller es la esposa de Stephen Miller, uno de los colaboradores más estrechos de Trump desde la campaña presidencial, quien suele ser el encargado de escribir sus discursos y ha sido el principal arquitecto de su política migratoria. Miller dio negativo a un test del virus el viernes pasado, y se espera que permanezca en su casa.
Pence, quien hasta el momento ha dado negativo a todos los test a los que se sometió, tomó la decisión de aislarse en su residencia lejos de la Casa Blanca, informó Bloomberg. Ante el mayor riesgo de contagio, tres funcionarios ya habían anunciado su plan de comenzar a trabajar desde sus casas. El director del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés), Robert Redfield y el comisionado de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, según sus siglas en inglés), Stephen Hahn, indicaron a través de sus voceros que harán cuarentena por dos semanas por precaución. Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del gobierno, y referente del task force, también pasará menos tiempo en la residencia oficial.
"El vicepresidente Pence continuará siguiendo los consejos de la Unidad Médica de la Casa Blanca y no está en cuarentena", dijo el vocero de Pence, Devin O’Malley, según consignó la agencia AP. "Además, el vicepresidente Pence ha dado negativo todos los días y planea estar en la Casa Blanca mañana", agregó.
BREAKING: Vice President Mike Pence is self-isolating away from the White House after an aide tested positive for the coronavirus https://t.co/QJVKNDpsjt&— Bloomberg (@business) May 10, 2020
"Da miedo ir a trabajar", reconoció en una entrevista televisiva Kevin Hasset, uno de los asesores económicos de Trump. "Creo que estaría mucho más seguro si estuviera sentado en casa en lugar de ir al Ala Oeste. Pero es un momento en el que la gente tiene que estar y servir al país", agregó.
La presencia de la pandemia a metros de Trump, dentro de la Casa Blanca, ofreció una nueva evidencia del hercúleo poder de propagación del nuevo virus que apareció por primera vez en Wuhan, China, y de las enormes dificultades de las autoridades para frenar su avance, incluso en la residencia presidencial de la primera potencia global. El virus ya contagió al primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y a Sophie Trudeau, la esposa del primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau.
Riesgo latente
Estados Unidos es el país con mayor cantidad de casos confirmados de Covid-19, según el monitoreo de la Universidad Johns Hopkins. Más de 1,3 millones de personas contrajeron el virus y casi 80.000 murieron a causa de la nueva enfermedad, sin contar a las personas que fallecieron sin llegar a ser diagnosticadas. Brasil es el principal país afectado en América latina con más de 150.000 casos y ya está 8º en el ranking global.
Trump y Pence se someten regularmente a un test para descartar que hayan contraído el virus, y hasta ahora los resultados han sido siempre negativo. Ambos han desistido de distanciarse el uno del otro, tal como hicieron durante un tiempo George W. Bush y Dick Cheney luego de los atentados del 11-S, como precaución para preservar la línea de mando en caso de que alguno fuera víctima de un atentado.
Los funcionarios y empleados de la Casa Blanca también son testeados de manera regular, sobre todo quienes tienen contacto directo con Trump y Pence, para minimizar cualquier riesgo de contagio. Pero el New York Times indicó que el test que más se utiliza en el poder ejecutivo es el test rápido de Abbot, que arroja alrededor de un 15% de "falsos negativos".
Larry Kudlow, jefe del Consejo Económico Asesor de Trump, minimizó los contagios en la administración al indicar que en la Casa Blanca trabajan "al menos 500 personas" y los funcionarios que han dado positivo son tan solo una "pequeña porción".
Kudlow defendió también el impulso a la reapertura de la economía de Trump. En la administración trumpista creen que el desempleo podría llegar a superar el 20% en el verano boreal, una devastación económica solo equiparable a la Gran Depresión que pone en riesgo la reelección de Trump. Solo en abril, Estados Unidos destruyó 20,5 millones de empleos, más del doble de los trabajos que se perdieron durante la Gran Recesión que siguió a la crisis financiera global.
El avance del virus en la Casa Blanca da cuenta del riesgo que la reapertura gradual que ha comenzado a transitar Estados Unidos le impone a restaurantes, oficinas y comercios que vuelven a abrir sus puertas, y no tienen la capacidad de testear de manera periódica a sus empleados o clientes, o de rastrear y poner en cuarentena rápidamente a los contactos de cualquier persona que contraiga el virus.
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