El comercio con la Argentina, cada vez más amplio
El país exporta bienes a cambio de petróleo; le debe US$ 1800 millones a Pdvsa
El comercio entre la Argentina y Venezuela pasó de la insignificancia a tener un valor importante a partir del gobierno de Néstor Kirchner. Desde 2004, cuando comenzó aquí la escasez de gas, la Argentina empezó a comprarle cada invierno gasoil y fueloil a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y, a cambio, el gobierno de Hugo Chávez le financió esas operaciones y le compró bienes por una cifra similar.
Esta estrategia concesiva que desplegó Venezuela en la Argentina es la misma que hizo en Bolivia, Uruguay y Paraguay, además de países centroamericanos. Fue parte de la política exterior de Caracas en la región, y por ella Chávez recibió críticas de la oposición venezolana, que la considera demasiado dadivosa con los vecinos.
Cada año, Pdvsa le vende a la Argentina combustibles por entre 800 y 1000 millones de dólares. Por el costo del flete, la petrolera venezolana lo compra en su mayoría en Brasil y de allí lo traslada a territorio argentino, donde se usa para abastecer a las centrales eléctricas.
De los 24,6 millones de barriles diarios de combustibles que Pdvsa vendió a la Argentina en 2011, sólo dos millones provinieron de Venezuela, según el informe de gestión de la empresa. El precio que se paga es el de mercado, pero financiado: el 20% se abona al contado y el resto, en 12 cuotas mensuales con una tasa de interés Libor (de referencia entre los bancos) más 2%. Los defensores de este acuerdo dicen que las demás petroleras cobran 100% al contado, pero el ex secretario de Energía Alieto Guadagni ha denunciado sobreprecios. La Justicia investigó el caso, pero no hubo novedades.
La Argentina le debe a Pdvsa 1800 millones de dólares por las compras de fueloil y gasoil. Se trata de una deuda que se renegoció dos veces desde 2008 hasta ahora.
Los que compran el gasoil y el fueloil no son las centrales, sino dos empresas estatales, la petrolera Enarsa y Cammesa (administrador del mercado mayorista eléctrico). Desde el principio, ambos gobiernos decidieron que los dólares que se giraban para pagarle a Pdvsa iban a ser usados para que el Estado venezolano comprara bienes argentinos.
Para ello se constituyó en Nueva York un fideicomiso con los dólares que cobraba la petrolera venezolana. Con ese dinero se pagaron leche en polvo, vaquillonas, maquinaria agrícola, ascensores, medicamentos y productos tecnológicos. Fue el ex embajador en Caracas Eduardo Sadous el que denunció supuestos pedidos de coimas de funcionarios argentinos a los empresarios interesados en exportar a Venezuela, pero la Justicia tampoco determinó nada a partir de sus investigaciones.
Con la escasez de dólares que comenzó a sufrir la Argentina a fines de 2011, la presidenta Cristina Kirchner y Chávez acordaron en diciembre pasado que el fideicomiso se trasladara a la Argentina y que lo administrara el Banco Nación, en lugar del Banco de Desarrollo Económico y Social (Bandes) de Venezuela. Así, la Argentina se evita girar dólares al exterior. El combustible se paga en pesos y con esa moneda Venezuela abona a los exportadores argentinos, que, de todos modos, antes también tenían que liquidar sus divisas aquí.
Red de estaciones
Además de la venta de combustible y de muchos proyectos aún no concretados (como la construcción en la Argentina de barcazas y una planta para recibir el gas que se transporta en barcos), Pdvsa sí materializó aquí su deseo de contar con una red de estaciones de servicio. Son 120 y la mayoría pertenecía a la firma Sol, que era de la petrolera estatal uruguaya Ancap.
Las importaciones desde Venezuela se mantuvieron en apenas 24 millones de dólares en 2011, una cifra similar a la de 2006, según la consultora abeceb.com. En cambio, las exportaciones argentinas se elevaron de 130 millones en 2003 a 1860 millones en 2011. La mitad de ese valor lo paga el Estado venezolano a través del fideicomiso, pero hay mucho que se exporta por fuera de ese canal. Entre los principales productos de exportación a Venezuela figuran el aceite de soja, la leche en polvo, el maíz, la carne bovina, los autos, los tubos petroleros, las autopartes, los medicamentos y el arroz, según apunta Marcelo Elizondo, de la consultora DNI.
Los empresarios argentinos interesados en venderle al Estado venezolano son los que suelen acompañar al ministro de Planificación, Julio De Vido, en sus viajes a Caracas. El ingreso de Venezuela al Mercosur refuerza los vínculos con un país que exporta petróleo e importa casi todo.
Antes de Chávez, el país compraba mucho en Estados Unidos, pero ahora mira también a América latina. "Puede decirse que la relación que la Argentina ha entablado con Venezuela se ubica en un lugar de extraordinaria relevancia para nuestro país y cualquier modificación del marco de vínculo entre los países por circunstancias políticas, económicas o comerciales repercutiría de manera no menor", advierte Elizondo.
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