El cardenal “Tucho” Fernández volvió a defender la bendición católica a las parejas homosexuales al presentar un nuevo documento
En una conferencia de prensa en el Vaticano, el prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe presentó la declaración Dignitas Infinita
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ROMA.- Tras ser designado prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) por el papa Francisco en julio, el cardenal Víctor Manuel “Tucho” Fernández se diferenció de sus antecesores en el ex Santo Oficio al dar numerosas entrevistas. Pero hoy tuvo su debut oficial en una conferencia de prensa en el Vaticano al presentar en público la declaración Dignitas Infinita.
En una atestada sala de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el cardenal Fernández sorprendió al hacer una férrea defensa de Fiducia Supplicans, la anterior declaración del DDF, del 18 de diciembre pasado, que causó escándalo entre los sectores más conservadores de la Iglesia al darle por primera vez luz verde a las bendiciones espontáneas, no sacramentales o no litúrgicas a las parejas homosexuales o irregulares, siempre y cuando este gesto no se confunda con un matrimonio.
Fernández destacó que “Fiducia Supplicans”, que fue rechazado en bloque por el continente africano, tuvo más de 7000 millones de visualizaciones en Internet. “De cuantos documentos del Vaticano no recordamos el nombre?”, preguntó.
Además, reveló que un sondeo que se hizo en Italia indicó que entre los menores de 35 años, el 75% de las personas se habían manifestado de acuerdo con este documento. “Quisiéramos que el documento que presentamos hoy pudiera tener este nivel de impacto porque creemos que el mundo necesita redescubrir las implicancias de la dignidad de cada una de las personas para no perder el camino”, dijo.
Fernández, uno de los prelados más cercanos al Papa y que últimamente fue atacado por sectores ultraconservadores que desempolvaron viejos escritos suyos, también sorprendió al hablar sobre un episodio personal.
“Cuando él aún estaba en Buenos Aires y todos estaban en contra mío, no porque me odiaban, sino porque tenían sus planes (…), uno de esos días Bergoglio me dijo: ‘No Tucho, levantá la cabeza y no dejes que te saquen la dignidad, porque no te pueden sacar la dignidad’”, recordó.
Tras una pregunta de LA NACION, Fernández detalló que este respaldo del actual Pontífice tuvo lugar en 2010, en los últimos años de Jorge Bergoglio como arzobispo de Buenos Aires, cuando muchos pensaban que se jubilaría y desde la curia romana y sectores locales le obstaculizaban su designación como rector de la Universidad Católica Argentina. Entonces, para ello, habían sacado del arcón un artículo muy corto que le habían pedido que escribiera desde un pequeño diario de Córdoba, su provincia natal, sobre por qué no podían bendecirse las parejas gay, contó.
Por otro lado, explicó al explayarse sobre el documento que, si bien la verdad para la Iglesia no cambia, lo que sí evoluciona es la comprensión que se tiene de las cosas. En este marco, recordó que antes para la Iglesia católica la esclavitud era aceptada y que incluso hubo dos papas que dijeron al respecto dos cosas contrarias. Y que recién fue el papa Francisco quien dejó en claro el rechazo de la pena de muerte en la encíclica Fratelli Tutti, que consideró el “cúlmine de todo lo que la Iglesia reflexionó sobre la inviolable dignidad humana”.
“La Iglesia aprendió hablando con el mundo, escuchando a la sociedad, la cultura”, dijo, al destacar que la novedad de Dignitas infinita es que reafirma la dignidad humana de todos los seres humanos “más allá de cualquier circunstancia”.
“Tengo la misma dignidad si nací en Israel o si nací en Gaza. ¿Si un niño nació de este lado de la frontera y otro del otro lado, uno tiene menos dignidad y menos derechos humanos? Frente a la verdad de la dignidad de la persona humana, caen todas las máscaras del presunto desarrollo actual”, afirmó al revelar que en un momento se pensó titular este documento Más allá de cualquier circunstancia, pero finalmente se prefirió optar por una frase de san Juan Pablo II, cuando en un encuentro con personas discapacitadas habló de dignidad “infinita”, para mostrar cómo la dignidad de todos los seres humanos va más allá de todas las apariencias externas o características de la vida concreta de la persona.
Finalmente, admitió que, en la última parte del nuevo documento, cuando se enumeran “brevemente” algunas violaciones graves de la dignidad humana, “algunos pueden encontrar consenso mayor, otros no, pero los consideramos todos importantes porque se iluminan mutuamente”. Subrayó, por ejemplo, que “antes que del aborto el documento habla de las violencias contra las mujeres” y que si bien le dice “no” a la ideología de género y al cambio de sexo, antes que nada reitera que “toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser respetada en su dignidad y acogida con respeto, procurando evitar todo signo de discriminación injusta, y particularmente cualquier forma de agresión y violencia”.
Ante preguntas al respecto, recordó, finalmente, que la Iglesia apoya la despenalización de la homosexualidad, que en varios países es castigada. “Si bien la idea del matrimonio gay o la eliminación de las diferencias entre hombre y mujer no es aceptable, es contrario a la dignidad humana que una persona sea aprisionada o torturada por ser gay, cosa que pasa legalmente en muchos países del mundo. Se habla poco de este ataque a estos derechos humanos, también el periodismo habla poco y es doloroso que algunos católicos defiendan estas leyes inicuas”, afirmó.
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