El "capitán cobarde" dio la cara en el juicio por la tragedia del crucero
Francesco Schettino se presentó por primera vez en una audiencia del proceso judicial; reapareció con traje y bronceado
ROMA.- Llegó con 20 minutos de anticipo, bronceado y elegante y pasó por una entrada secundaria el famoso capitán Francesco Schettino, que por primera vez dio hoy la cara en el "maxi-proceso" que tiene lugar en la ciudad de Grosseto por el naufragio del crucero Costa Concordia.
Este desastre ocurrió la noche del 13 de enero pasado, cuando la nave se acercó demasiado a la costa y chocó con un escollo, perfectamente señalado en los mapas náuticos, frente a la Isla del Giglio, en aguas de la región Toscana.
Considerado el principal imputado de este evitable accidente que le costó la vida a 32 personas, Schettino anunció hace unos días que asistiría a la audiencia preliminar de hoy: "Quiero estar en el aula, quiero dar la cara, para mostrar mi competencia", dijo. Y así fue como viajó desde su casa de Meta Sorrento, cerca de Nápoles, hasta Grosseto, ciudad del centro de Italia invadida por medios de todo el mundo y blindada para el evento.
Famoso en todo el mundo por haber abandonado cobardemente a los más de 3000 pasajeros de la nave en medio del naufragio y por haber sido increpado por otro capitán de la guardia costera con la orden "suba a bordo ¡carajo!", Schettino llegó a la audiencia con veinte minutos de antelación, vestido de traje oscuro, camisa blanca y corbata al tono.
No está previsto que hable durante las audiencias preliminares de hoy y de los próximos dos días, que estarán centradas en el contenido de la caja negra de la embarcación.
Vista la enorme cantidad de víctimas del naufragio junto a sus respectivos abogados que asisten al "maxi-proceso", la audiencia tiene lugar en el Teatro Moderno de Grosseto, convertido en aula de tribunal para la ocasión. La zona del mismo teatro fue acordonada por la policía para impedir el paso de quienes no tengan autorización para asistir a la audiencia, que se desarrolla a puertas cerradas.
En una escena destacable, antes del comienzo de la audiencia de hoy un náufrago del Concordia se subió al palco del teatro para saludar a Schettino que, sentado en el banquillo de los imputados, se levantó y le estrechó la mano. Ambos intercambiaron unas palabras, para volver luego a sus respectivas ubicaciones, según relataron periodistas presentes.
Muchos de los ex pasajeros del Concorida que han llegado a Grosseto para presenciar el proceso –que comenzó en marzo pasado-, creen que Schettino no es el único culpable. "Es evidente que Schettino tiene sus culpas, pero detrás de su comportamiento hay otras cosas, otras responsabilidades, por las que alguien deberá responder", dijeron Ernesto Carusotti y su mujer Paola. "Hay cosas que no funcionaron y que salen a la luz de la caja negra, de las que alguien deberá responder", agregaron, en referencia a la empresa naviera Costa Cruceros. "Cuando sacamos el pasaje, le pagamos a Costa, que considerábamos una empresa seria y confiable", acusaron.
Aludieron así al caos que se generó sobre el Concordia la noche del desastre y falta de preparación que demostró su tripulación a la hora de la emergencia y evacuación de la nave, en su momento también denunciada por varios pasajeros argentinos que sobrevivieron a la tragedia.
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