Alemania, Bélgica y Holanda alcanzaron su máximo histórico y Francia declaró alerta roja; hay sequías e incendios
PARÍS.- Por segunda vez en un mes, un sistema de alta presión trajo aire del Sahara a Europa, donde la temperatura batió nuevos récords en Alemania, Bélgica y Holanda, y alcanzó picos superiores a los 40°C en Francia, que activaron las alertas y pusieron en guardia a la población.
Los calores extremos sembraron dudas también por la Catedral de Notre Dame, severamente dañada por el incendio de abril pasado y expuesta al riesgo de que las altas temperaturas derriben la cúpula.
Francia declaró la alerta roja en una zona que abarca a 20 millones de personas, incluyendo la capital. La alerta máxima en una escala de cuatro fue activada por primera vez en junio pasado en cuatro departamentos del sur del país. "Pero es la primera vez que afecta a departamentos del norte, donde vive una población que no está acostumbrada a olas de calor de este nivel", declaró la ministra de Salud, Agnes Buzyn.
En plena temporada alta, los turistas tomaron por asalto las fuentes, incluyendo la del Trocadero en París, frente a la Torre Eiffel, para refrescarse. "Acabo de regresar de un viaje a África. ¡Pero aquí en París es un infierno!", dijo el turista belga Kamal Hafiz.
Lo peor se espera, sin embargo, para hoy, cuando la temperatura podría subir hasta 43°C, sobre todo en el noreste. En París se prevé 41 o 42°C, por lo que existe una gran posibilidad de que se supere el récord de 40,4°C de 1947.
La ola de calor se intensificó también en Alemania, Holanda y Bélgica, con récords absolutos en los tres países. "¡Nuevo récord de temperatura en Alemania! 40,5°C. ¡El récord anterior de 40,3°C (Kitzingen, 5 de julio de 2015) para toda Alemania fue batido en Geilenkirchen!", tuiteó el servicio meteorológico alemán.
Hacia las tres de la tarde, en Gilze-Rijen, en el sur de Holanda, se alcanzó una temperatura récord de 38,8°C. La marca anterior databa de 1944, con 38,6°C. Y en Bélgica el récord se batió en la base militar de Kleine-Brogel, donde el termómetro marcó 38,9°C. Se trata de la temperatura más alta desde que empezaron las observaciones en 1833.
En España se alcanzaron temperaturas cercanas a 40°C en gran parte del país, incluyendo Toledo, Aragón y Navarra (norte), Extremadura (oeste) y Andalucía (sur).
El calor aumenta la presión sobre las autoridades para que protejan a los ancianos y enfermos, sobre todo porque el aire acondicionado no es algo común en las casas, oficinas, escuelas y hospitales de las ciudades europeas.
El clima también empeora las sequías debido a que no ha llovido mucho en varias zonas de Europa. La combinación de calor, vientos y posibles rayos de tormentas también eleva el riesgo de incendios forestales.
Anteanoche se declaró un incendio forestal en la municipalidad de El Berrueco, 53 kilómetros al norte de Madrid. Y lo mismo sucedió en el sur de Italia, donde un incendio calcinó cientos de olivos históricos en la localidad de Ugento.
El calor preocupa también en el caso de Francia por la Catedral de Notre Dame, en situación de extrema fragilidad desde el incendio sufrido hace cuatro meses. Las paredes de piedra siguen saturadas del agua que rociaron los bomberos para sofocar las llamas, señaló Philippe Villeneuve, arquitecto en jefe de los monumentos históricos de Francia, quien dijo temer por la cúpula.
"Lo que temo es que las uniones de la mampostería, cuando se sequen, pierdan su cohesión y de pronto la bóveda se caiga", señaló.
Agencias AFP, AP y Reuters
Edición Fotografica Alfredo Sánchez
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