El boom histórico del precio del cobre, una ayuda impensada para Piñera

SANTIAGO, Chile.- Se lo conoce como “el sueldo de Chile”, representa cerca de la mitad de las exportaciones del país y genera alrededor de un 10% de todo el PBI. Es su principal recurso natural y el motor de la economía. Por eso, y como el mayor productor mundial de este metal, el cobre tiene una importancia estratégica clave y de su precio depende buena parte de la fortaleza de las arcas públicas.

Este viernes, el metal rojo experimentó el mayor precio de su historia tras alcanzar un valor de 10.435 dólares la tonelada en su cotización en la Bolsa de Metales de Londres, una suba del 3,35% con respecto al jueves. La cotización superó el anterior récord de 2011, cuando llegó a los 10.190 dólares.

Según los analistas, y entre los principales factores que desencadenaron esta escalada, se le endosa a la reactivación de la economía China, principal consumidor mundial de cobre, y que mejoró su desempeño del sector manufacturero, inmobiliario, consumo y exportaciones, tras la paralización en 2020 producto de la pandemia.

A ello se le suma una menor oferta de cobre, inventarios que se ubican en niveles mínimos en las bolsas de metales y una mayor demanda a raíz de ciertos cambios tecnológicos relevantes, como la de los vehículos eléctricos en la industria automotriz.

De acuerdo con una proyección del propio gobierno chileno, se proyecta que este año aumente la demanda de cobre de 23,9 millones de toneladas, un 3% más que el año pasado, mientras que para 2022 se espera un incremento de 2,8%, hasta alcanzar 24,6 millones de toneladas. Según la Dirección de Presupuestos, el cobre aportó en 2020 el 5,9% de los ingresos del país, mientras que durante el período 2010-2019, su contribución alcanzó el 9,6%.

“La reactivación mundial, sobre todo de China, está elevando el precio de todos los commodities, tanto metales industriales como alimentos, y dado que la producción de cobre es poco elástica, ante el aumento de la demanda se genera un alza sostenida del precio. Por cada centavo de dólar que sube el precio promedio del cobre, entran a las arcas fiscales 22 millones de dólares. El presupuesto 2021 supone un precio de 7076 dólares por tonelada y hoy ese precio superó los 11.600 dólares por tonelada [contrato a junio en la Bolsa de Futuros de Shanghai], por lo cual eso aliviará las alicaídas arcas fiscales”, explicó a LA NACION Tomás Flores, economista y académico de la Universidad Bernardo O’Higgins

Desde Chile, la escalada en el precio del metal se ha seguido con atención en todos los ámbitos en medio de un panorama complejo para la industria minera el 2020, y donde el sector privado concentra cerca del 70% de la producción, y el resto está principalmente en manos de la empresa estatal Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco).

“El alto valor actual del cobre y sus promisorias perspectivas futuras, generan una fuerte reactivación”, dijo hace semanas el presidente Sebastián Piñera, consciente de la ayuda que podría generar la minería en el país y su propia administración, que ya entró en su último ciclo y que está enfocada en revertir sus bajos niveles de aprobación. El Ministerio de Hacienda, en tanto, estimó que la economía chilena crecerá un 6% en 2021 y la inflación anual será de 3,4%.

Precisamente, y en medio del boom del precio del commodity, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto que establece un royalty minero, lo que se traduce en una compensación a favor del Estado por la explotación de la minería del cobre, del litio y de todas las sustancias concesionables, equivalente al 3% del valor de los minerales extraídos, y con objetivo de generar mayores ingresos fiscales.

La iniciativa también contempla una distribución de los fondos, de los cuales el 25% de lo que se recaude destinaría a un fondo de convergencia regional que busca financiar desarrollos comunales en las zonas de explotación.

Además, se establece que en el caso que el promedio anual mensual del precio del cobre supere los 4882 dólares por tonelada, se fijará una compensación especial. La idea, según el texto aprobado, es que sea “destinada a financiar una renta básica y universal de emergencia en el contexto del Estado de Excepción constitucional de Catástrofe por Covid-19 decretado y sus sucesivas prórrogas”.

El proyecto de ley fue despachado al Senado, donde será analizado en la segunda quincena de mayo, a la espera que avance su tramitación.

Por cierto, el avance de la iniciativa generó profundas críticas desde la industria. El presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Diego Hernández, aseguró que de aprobarse, implica “no tener más minería en Chile” y que es “una noticia muy negativa para este sector productivo”.

“En un tema de tanta importancia para Chile ha primado el clima electoral que enfrenta el país y se ha olvidado el interés nacional y la visión estratégica de desarrollo país. Aquí no ha habido un debate técnico, serio e informado”, dijo el representante.

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