El béisbol, la pasión conjunta que quiere servir de puente
Obama asistirá hoy al partido entre el Tampa Bay y la selección cubana en La Habana
LA HABANA.- Ni siquiera la gran pasión que sienten tanto Estados Unidos como Cuba por el béisbol se libró de ser un motivo de disputa entre los dos viejos enemigos en las últimas décadas.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, espera ahora usar ese amor conjunto para tender puentes entre ambos países durante su visita histórica a la isla.
El equipo de las Grandes Ligas norteamericanas Tampa Bay Rays, de Florida, jugará hoy un partido amistoso con la selección nacional cubana en el Estadio Latinoamericano de La Habana, enmarcado en el deshielo entre ambos países y el viaje de Obama. Muchos hablan de una "diplomacia del béisbol".
"El juego contribuirá a desarrollar las relaciones entre los dos países mediante el béisbol", dijo ayer en una conferencia de prensa en La Habana el comisionado de las Grandes Ligas (MLB), Rob Manfred.
Manfred agradeció el apoyo de Obama y Castro para la realización de ese encuentro, que se realizará en el Estadio Latinoamericano de la capital cubana.
"Vamos a hacer todo lo posible para ganar", dijo, en tanto, el seleccionador cubano Víctor Mesa en una conferencia de prensa. "Este encuentro es un puente de béisbol donde se unen ambos pueblos, ya que para Estados Unidos y Cuba el béisbol es un patrimonio nacional, es cultura y lo llevamos en la sangre", agregó Higinio Vélez, presidente de la Federación Cubana de Béisbol, que se mostró convencido de que el partido será "un éxito".
Cuba es, contra su voluntad, una gran cantera de talentos para las Grandes Ligas. Muchos peloteros huyen desde hace años de la isla para intentar forjarse un futuro en Estados Unidos, donde pueden ganar millones como profesionales.
Cuba desterró el profesionalismo pocos años después del triunfo de la revolución de 1959 y fomenta desde entonces con mucho éxito el deporte amateur. Los deportistas cubanos suelen descollar en Juegos Olímpicos y Panamericanos en comparación con otros países de América latina.
Pero la "pelota", como llaman los cubanos a secas a su deporte nacional, padece en los últimos años cada vez más la sangría de talentos. Además de boxeadores o jugadores de hockey, son sobre todo beisbolistas los que desertan durante viajes al extranjero con delegaciones oficiales cubanas.
Algunos observadores esperan por eso que el partido de mañana en el "Latino" dé un nuevo impulso a las relaciones bilaterales también con acuerdos para frenar el éxodo de jugadores.
"Estamos hablando de normalización [de relaciones]. No hay un terreno probablemente más atractivo para la normalización que el béisbol, que la pelota, que se juega en Cuba y en Estados Unidos", dijo el analista cubano Carlos Alzugaray.
El encuentro será el primero que jugará la selección cubana con un equipo de la MLB desde 1999, cuando los isleños enfrentaron a los Orioles de Baltimore, en un duelo de ida y vuelta que concluyó con una victoria de visitante para cada uno.
"Es un honor jugar frente a dos presidentes", dijo el manager del Tampa Bay, Kevin Cash, quien designó como primer bate para el choque al jardinero Dayron Varona, el único cubano que integra el equipo y quien abandonó ilegalmente la isla hace unos dos años para cumplir su sueño de jugar en las Grandes Ligas.
Los directivos del béisbol de los dos países también confían en que el amistoso de hoy acelere las negociaciones que Cuba y la MLB iniciaron en 2015 para que los beisbolistas de la isla puedan jugar profesionalmente en Estados Unidos.
Agencias AFP, AP y DPA
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