Según la periodista Elisabeth Åsbrink esta transformación revela que mucha gente siente “que el estado del bienestar no les está dando lo que tienen derecho a esperar”
- 8 minutos de lectura'
Los Demócratas de Suecia, un partido ultraderechista, se convirtieron la semana pasada en el segundo movimiento político más importante del país escandinavo, con posibilidades de gobernar.
Aunque el ascenso de este partido nacionalista y antiinmigración viene cocinándose lentamente por décadas, aún no deja de sorprender en una nación reconocida internacionalmente por ser un bastión de tolerancia e igualdad.
Puede que no haya sido el partido que más votos obtuvo en la contienda electoral, pero la mayoría de analistas concuerda en que fue el gran ganador de la jornada, reemplazando a la oposición conservadora tradicional y obteniendo más del 20% de los votos.
La periodista y autora sueca Elisabeth Åsbrink también está de acuerdo y le preocupa.
Åsbrink es autora de obras como “Y en Wienerwald, los árboles siguen en pie” (2011), una historia real basada en 500 cartas que unos padres le escribieron a su hijo desde Viena, después de que el pequeño huyera de los nazis a Suecia como refugiado en 1939.
Más recientemente, la autora publicó “Made in Sweden: 25 Ideas That Created a Country” (Hecho en Suecia: 25 ideas que crearon un país), un libro en donde habla de “los verdaderos valores suecos” y de todas las cosas que han hecho de Suecia el lugar que es hoy.
En entrevista con BBC Mundo, Åsbrink asegura que muchas de esas características que en el extranjero aún definen a Suecia se han perdido.
Y el auge de la ultraderecha en el país así lo demuestra. Lee la entrevista completa a continuación.
¿Qué dice de la sociedad sueca el resultado de las últimas elecciones generales?
Revela que mucha gente siente que el estado del bienestar no les está dando lo que tienen derecho a esperar.
Es el resultado de una serie de cambios fundamentales en la sociedad sueca, donde el estado de bienestar tradicional, basado en altos impuestos por un lado y buenos servicios a los ciudadanos por el otro, se ha transformado durante las últimas tres décadas.
¿Cómo ha sido esta transformación?
La sociedad sueca ha pasado de una estructura basada en lo colectivo a una estructura basada en el individualismo.
Esta transformación ha afectado el sistema educativo, cambiado los términos de jubilación y creado una descentralización del mercado laboral.
También se han cambiado las reglas para despedir personas y se inició la venta de viviendas públicas a propietarios privados.
Hay una idea de lo que Suecia es y lo que debería ser, pero la realidad es que están equivocados.
Esto ha creado un clima en el que los Demócratas de Suecia han obtenido ventajas al afirmar que los cambios negativos en la sociedad son por culpa de la inmigración y los inmigrantes.
¿Por qué solemos ver a Suecia de ese modo? Y entonces, ¿esa Suecia ya no existe?
Es por el legado del país, que se puede decir que comenzó a construirse después de la Segunda Guerra Mundial, y luego, cuando Olof Palmer se hizo cargo a principios de los años 60, se siguió construyendo.
La Suecia detrás de esta imagen ya no existe. La desigualdad de ingresos se ha vuelto enorme. Los ricos se han vuelto muy ricos y los pobres se han vuelto muy pobres.
Ha habido una serie de cambios que han empeorado las cosas para los ciudadanos. La gente siente que ha perdido algo y se trata de un sentimiento que ha persistido.
Los Demócratas de Suecia simplemente han sido los mejores en tomar eso y usarlo para sus propios fines.
¿Qué representan los Demócratas de Suecia como partido político?
Muchos de los votantes que votaron por los Demócratas de Suecia dirían que el partido representa una alternativa a los partidos establecidos que no le han dado a la gente lo que prometieron.
Afirmarían que los partidos establecidos se han vuelto demasiado cómodos, que todos tienen una orientación urbana y tienen ideales neoliberales con los que mucha gente no está de acuerdo.
¿Cuán es su ideología? ¿En qué creen?
Diría que la ideología de los Demócratas de Suecia es etnopluralista de derecha, es decir, creen que las naciones deben formarse en base a una raza y una cultura homogénea con el fin de preservar su herencia cultural.
Es una idea que tomó forma después de la Segunda Guerra Mundial. Después del genocidio de los judíos y romaníes europeos, muchos viejos nazis y fascistas todavía querían que Europa fuera un continente blanco, de esto escribo en mi libro “1947: When now begins” (1947: Cuando el ahora comienza).
Todavía querían que Europa fuera blanca pero ya no podían usar la palabra raza, entonces empezaron a hablar de cultura. La idea señala, por ejemplo, que las culturas no se deben mezclar porque son “incompatibles”.
Los Demócratas de Suecia vinculan el crimen que ha ido en aumento con la afluencia de inmigrantes en las últimas décadas, ¿crees que la mayoría de las personas que votaron por ellos creen en esa narrativa?
Sí. Creo que mucha gente vincula a los inmigrantes con el crimen. Esta es la respuesta corta, pero creo que es más complejo que eso.
¿La gente en Suecia sabe sobre los orígenes nazis de ese partido? ¿Les importa?
Sí, deben saber, porque muchos medios, escritores y periodistas lo han señalado varias veces.
Pero los otros problemas que tienen parecen más urgentes y por eso descartan este.
Además, los Demócratas de Suecia han sido muy inteligentes en crear medios alternativos donde no reconocen este pasado.
Dicen que los medios tradicionales exageran o malinterpretan lo que defiende el partido y dicen que son perseguidos por los medios tradicionales.
Y esto parece funcionar. Cuando alguien señala algún hecho sobre sus orígenes nazis, se percibe como persecución.
La izquierda lleva décadas perdiendo terreno en Suecia, ¿cómo puede volver a ser una alternativa atractiva?
No sólo la izquierda, el centro y los liberales también han perdido terreno.
Para que todos estos partidos ganen terreno nuevamente tienen que darles a los votantes una visión clara de lo que quieren hacer con la sociedad en general, les hace falta una visión política hacia el futuro que sea clara.
Y es por eso también que los Demócratas de Suecia han crecido. pintaron una imagen que la gente puede ver ante ellos, en la que yo no creo.
Han sido muy buenos dándole a la gente una idea de la sociedad que aseguran que van a crear: una sociedad segura con ley y orden, con la menor cantidad de inmigrantes posible.
Una idea de que ser sueco es ser blanco, que personalmente yo no acepto.
¿Qué dice el avance de la ultraderecha de un país conocido por ser un bastión de la socialdemocracia y la tolerancia?
Bueno, es una tendencia general que vemos en todo el mundo. La gente está perdiendo la fe en sus autoridades, en sus políticos tradicionales o en sus medios de comunicación.
Esta pérdida de fe es alentada y utilizada por los partidos extremistas y populistas para ganar terreno. Entonces, en ese sentido, Suecia se ha vuelto como muchos otros países.
¿Marca también el fin del excepcionalismo sueco?
Sí. El avance de la extrema derecha en Suecia marca el fin del excepcionalismo sueco, de Suecia como una sociedad igualitaria en lo que se refiere a ingresos o derechos de hombres y mujeres.
Otro aspecto es la imagen internacional.
Suecia se ha denominado a sí misma una “superpotencia humanitaria” y tradicionalmente ha actuado como mediador en muchos conflictos internacionales difíciles o como agente de la paz.
Hemos dado una autoimagen sueca de que somos racionales y de que mantenemos altos estándares morales en cuestiones morales y humanitarias.
En febrero, el líder del partido se negó a elegir entre Biden y Putin. ¿Ha cambiado de opinión?
Lo extraño es que nada de lo que hicieron o dijeron pareció perjudicarlos frente a los votantes.
Pero esto no significa que el 20 % de los votantes suecos sean etnopluralistas o algo similar.
Mi opinión personal es que el ataque ruso a Ucrania también influyó en el resultado de las elecciones. La gente quiere sentirse segura.
Cuando ves las encuestas sobre lo que los votantes y las votantes consideran importante, puedes ver que estas elecciones se han centrado en gran medida en las cuestiones prioritarias para los votantes masculinos, como el crimen, la ley y el orden, las cuestiones energéticas, la energía nuclear y la migración.
Las mujeres votantes tienden a priorizar el clima, la educación y la igualdad.
Pero debido a la guerra en Ucrania, estas cuestiones han quedado fuera del debate y esto ha beneficiado a los Demócratas de Suecia.
BBC MundoMás leídas de El Mundo
Nueva fase. El juego político en las potencias mundiales que explica la última escalada en la guerra de Ucrania
Tensión en Ucrania. EE.UU. y países europeos cierran sus embajadas en Kiev ante el riesgo de un “ataque aéreo significativo” de Rusia
Quién es Carlo Acutis. El “influencer de Dios” al que el Vaticano hará santo tras atribuirle el milagro de curar a una joven costarricense
Derrumbe. Es uno de los hombres más ricos del mundo y perdió 12.500 millones de dólares en un día por una trama de sobornos