El atacante noruego, un cruzado antiislam
Anders Breivik, el único acusado por la masacre, difundió un extenso manifiesto en el que criticó el "multiculturalismo" de Europa
OSLO.- Cuando Noruega seguía sin poder salir del estupor por la masacre que el viernes pasado dejó 93 muertos y se transformó en el hecho más violento desde la Segunda Guerra Mundial, nuevas revelaciones sobre el ataque volvieron a sacudir ayer a la opinión pública de este tradicionalmente pacífico país.
Por un lado, se supo que Anders Behring Breivik, el único arrestado por el doble ataque que comenzó el viernes por la tarde con el estallido de un coche bomba en Oslo y siguió menos de dos horas después con un sangriento tiroteo en un campamento juvenil del gobernante Partido Laborista, dejó un manifiesto de 1500 páginas en el que llama a "una cruzada contra el islam en Noruega".
Por otro, que Breivik, un ultraderechista de 32 años que anteayer confesó su culpabilidad y calificó la masacre de "atroz pero necesaria", dijo haber actuado solo en el momento de hacer estallar la bomba frente a la sede de gobierno, que dejó siete muertos y provocó destrozos en 150 metros a la redonda, y al disparar al azar durante una hora y media en el campamento de la isla de Utoya, donde dejó 86 muertos. Mientras el país se paralizaba para rendir homenaje a las víctimas con un funeral de Estado y continuaban llegando los mensajes de condolencias de todo el mundo, también se reveló que el atacante usó balas expansivas, prohibidas en la guerra, que causan un enorme daño interno en el cuerpo de quienes las reciben.
En un manifiesto incoherente publicado en la Web justo antes de perpetrar su matanza, Breivik, un ciudadano noruego que pertenecía a un club de armas y dirigía una empresa hortícola, afirma que los Caballeros Templarios, una orden medieval de guerreros de las Cruzadas, se reagruparon en Londres en 2002. "La orden está para servir como una organización de derechos indígenas armada y como un movimiento cruzado [movimiento anti-Jihad]", escribió Breivik.
Su objetivo es "una guerra preventiva contra los regímenes culturalmente marxistas/multiculturales de Europa" para "rechazar, vencer o debilitar la invasión/colonización islámica en curso, para tener una ventaja estratégica en una guerra inevitable antes que la amenaza se materialice", explica el texto.
"Me etiquetarán como el monstruo más grande desde la Segunda Guerra Mundial", escribe en el documento redactado en inglés, que lleva el título "Una declaración europea de independencia-2083" y que fue firmado con el seudónimo "Andrew Berwick".
"Una vez que decides atacar, es mejor matar a muchos que a pocos, o te arriesgas a reducir el impacto ideológico deseado con el ataque -escribió-. No te disculpes ni excuses o expreses pesar porque estás actuando en defensa propia, de manera preventiva."
Con una cruz de los Templarios en su primera página, el texto, que contiene fragmentos plagiados del terrorista norteamericano Ted Kaczynski, conocido como "Unabomber", afirma que la preparación concreta de su mortífero proyecto comenzó en el otoño de 2009. Además, el manifiesto acusa al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, de "rendirse a los musulmanes y la inmigración masiva" y de haber llegado al poder gracias a Al-Qaeda.
"Estoy en un cambio de fase de mi proyecto", escribió en ese período, y explicó que había fundado una empresa minera y una pequeña granja para utilizarlas como "cobertura" para sus compras de fertilizantes, usados posteriormente como explosivos.
"Ahora tengo que comprar legalmente un fusil semiautomático y una [pistola] Glock", escribió en septiembre de 2010, en referencia a las dos armas para las que obtuvo una licencia, según la prensa noruega.
Geir Lippestad, el abogado de Breivik, señaló que su cliente fue el único encargado de escribir el documento.Aunque la policía dijo que investiga las versiones sobre un segundo individuo que habría participado en la matanza de jóvenes en la isla de Utoya, el abogado dijo que Breivik afirma que actuó solo. En el documento se detallan planes para la adquisición de armas y explosivos, e incluso describe una explosión de prueba: "¡BOOM! ¡¡¡La detonación fue exitosa!!!". El texto concluye con una nota fechada el viernes pasado, a las 12.51, que dice: "Creo que éste será mi último mensaje".
Además del manifiesto, Breivik publicó un extenso video en YouTube en el que muestra su salvaje hostilidad hacia el islam, el marxismo y el multiculturalismo. Al final de este documento, el sospechoso aparece en tres fotos; unas de ellas lo muestra en posición de tiro con un fusil de asalto.
Publicado el día de los ataques, el video describe al islam como "la principal ideología genocida". "Antes de comenzar nuestra cruzada, debemos cumplir con nuestra tarea de diezmar el marxismo cultural", escribió.
Ayer, miles de personas, encabezadas por la familia real noruega y por el primer ministro, Jens Stoltenberg, participaron en la catedral de Oslo de un funeral de Estado para las víctimas.
"Vamos a responder a estos atentados con más democracia", dijo el premier, visiblemente emocionado.
Mientras tanto, crecían las críticas a la policía, que tardó 90 minutos en llegar a la isla de Utoya, donde Breivik, vestido de policía, asesinó al único agente que estaba de guardia. Sveinung Sponheim, el jefe de la policía, reconoció que sus hombres habrían podido intervenir antes, pero aclaró que las fuerzas de seguridad estaban ocupadas por el estallido del coche bomba en el centro de Oslo.