El atacante de París iba a inmolarse en el Stade de France, pero desistió
El único sobreviviente de los atentados de noviembre declaró en Bélgica; en el estadio lleno jugaban Francia y Alemania
PARÍS.- "Quería hacerme explotar en el Stade de France, pero di marcha atrás." Con esa primera frase y sin dar ninguna razón, Salah Abdeslam, el único terrorista sobreviviente de los atentados de París, comenzó a declarar ante a la justicia belga, un día después de ser detenido en Bruselas.
Sospechoso clave de los ataques que provocaron 130 muertos y más de 300 heridos en la capital francesa el 13 de noviembre, Abdeslam fue inculpado por "asesinatos terroristas y participación en actividades de un grupo terrorista" al término de ese primer interrogatorio. En la misma ocasión, el detenido de 26 años manifestó su oposición a ser extraditado a Francia.
"Estas primeras declaraciones, que deben ser tomadas con precaución, dejan en suspenso toda una serie de interrogantes sobre los cuales Abdeslam deberá explicarse. En particular, su presencia en el distrito XVIII en la noche del 13 de noviembre a partir de las 22", dijo el procurador de París, François Molins, responsable del caso.
"También tendrá que explicar las razones que lo llevaron a abandonar su cinturón explosivo en Montrouge (en los suburbios de París)", agregó en conferencia de prensa en la capital francesa.
Abdeslam, que fue detenido anteayer por la policía belga junto con varios cómplices en Molenbeek, un barrio de Bruselas, después de una persecución de cuatro meses, fue encarcelado anoche en una prisión de alta seguridad en la ciudad de Brujas.
Herido en la pierna durante el asalto que concluyó en su detención, fue transferido por la mañana desde el hospital a la sede de la policía federal belga para ser interrogado por las fuerzas del orden y por un juez de instrucción.
En total, cinco personas fueron detenidas anteayer en el mismo edificio de Molenbeek. Su cómplice Amine Choukri, fue inculpado con los mismos cargos. Un tercer hombre, Abid Aberkan, dueño del departamento, fue acusado de "participación en actividades de un grupo terrorista y encubrimiento de criminales".
Abdeslam deberá comparecer nuevamente ante el juez el miércoles. Según declaró su abogado, Sven Mary, el detenido "colabora" con la justicia y "no solo describió su propio rol" en los ataques. "Hemos rechazado el pedido de extradición a Francia", agregó Mary.
La medida, sin embargo, parece irreversible, debido al pedido de captura europeo lanzado por París después de los atentados. Según los especialistas, Abdeslam estará frente a la justicia francesa en un plazo máximo de tres meses. Para el procurador Molins, esa extradición es importante no solo porque las familias de las víctimas y los sobrevivientes necesitan conocer detalles del drama, sino porque "Abdeslam tuvo un papel central en la constitución de los comandos del 13 de noviembre, en la preparación logística de los atentados y, en fin, por su presencia en los mismos".
Durante esos ataques, siete terroristas se hicieron estallar o fueron abatidos. Pocos días después, otros tres murieron durante el asalto de las fuerzas de elite en Saint-Denis, en las afueras de París. Otro fue neutralizado el martes pasado en la localidad belga de Forest. Paralelamente, diez individuos fueron inculpados: dos en Francia y ocho en Bélgica.
Pero "otros siguen siendo activamente buscados", declaró ayer el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve. Para evitar la huida de esos u otros cómplices de Abdeslam, Interpol recomendó ayer a sus miembros reforzar la vigilancia en las fronteras.
Temas
Otras noticias de Atentados en París
Más leídas de El Mundo
"Tiempos difíciles". Biden y Xi comienzan su despedida en Perú, tras la tensión por el megapuerto y el triunfo de Trump
Un bote salvavidas congelado. Cómo el iceberg más grande del mundo se convirtió en noticia y acabó transformando el océano que lo rodeaba
Marchas y un haka masivo. Los maoríes se levantan en Nueva Zelanda contra un proyecto libertario para quitarles derechos especiales
Al otro extremo de Ushuaia. Cómo es la vida en la ciudad más boreal de América, donde el lunes verán el sol por última vez hasta fines de enero