El asesinato a tiros de Shinzo Abe conmociona a Japón, un país prácticamente libre de armas
Es una nación donde rige una regulación estricta y donde la violencia política es extremadamente rara; el arma que usó el agresor era de fabricación casera
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TOKIO.– Japón se debate entre la conmoción y la tristeza el viernes, tratando de asimilar el asesinato del exprimer ministro Shinzo Abe en una nación donde las armas de fuego están estrictamente reguladas y la violencia política es extremadamente rara.
Abe recibió un disparo mientras pronunciaba un discurso de campaña en una esquina de Nara, en el oeste del país, y fue trasladado al hospital en helicóptero. Su muerte se anunció horas después.
En las redes sociales se produjo una oleada de dolor en un país en el que la violencia política es tan rara que la última vez que un exprimer ministro o un primer ministro en funciones fue asesinado fue hace casi 90 años.
El primer ministro japonés, Kishida Fumio, calificó el ataque de “ruin y bárbaro” y ordenó reforzar la seguridad de los ministros del gabinete y de otros políticos de alto nivel tras el asesinato, con vistas a las elecciones para el Senado del próximo domingo. Kishida dijo a los funcionarios que el país no debe ceder a la violencia y al terrorismo.
“Estoy increíblemente conmocionada”, dijo la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, en una rueda de prensa habitual antes de que se anunciara la muerte de Abe, luchando contra las lágrimas. “No importa el motivo, un acto tan atroz es absolutamente imperdonable. Es una afrenta contra la democracia”.
Koki Tanaka, un trabajador informático de 26 años del centro de Tokio, expresó una opinión similar: “Simplemente me sorprendió que esto pudiera ocurrir en Japón”.
Restricciones
Las restricciones a la tenencia de armas en Japón no permiten a los ciudadanos particulares tener pistolas, y los cazadores con licencia sólo pueden poseer rifles. Los propietarios de armas deben asistir a clases, pasar un examen escrito y someterse a una evaluación de salud mental y a una comprobación de antecedentes.
Los tiroteos, cuando se producen, suelen estar protagonizados por pandilleros yakuza que utilizan armas ilegales. En 2021, se produjeron diez tiroteos, ocho de ellos protagonizados por gánsteres, según datos de la policía. Una persona murió y cuatro resultaron heridas.
Japón ha tenido asesinatos en masa, pero normalmente no han implicado armas. En 2016, 19 residentes de un centro para discapacitados mentales fueron asesinados en sus camas por un asaltante armado con un cuchillo, mientras que en 2019, 34 personas murieron en un incendio provocado en un estudio de animación.
Los ataques a políticos, sin embargo, son inusuales. Solo ha habido un puñado en el último medio siglo, sobre todo en 2007, cuando el alcalde de Nagasaki fue asesinado a tiros por un gánster, un incidente que dio lugar a un endurecimiento aún mayor de la normativa sobre armas.
La última vez que un exprimer ministro fue asesinado fue en 1936, durante la escalada militarista de Japón antes de la guerra, uno de una serie de asesinatos similares.
El hombre detenido por haber disparado presuntamente a Abe es un antiguo miembro del ejército japonés que disparó un arma de fuego de fabricación casera, según los medios de comunicación. El ministro de Defensa, Nobuo Kishi, hermano de Abe, declinó hacer comentarios sobre esas informaciones.
Las reacciones al tiroteo inundaron las redes sociales, siendo “Abe-san” el tema más destacado en el Twitter japonés por la tarde de este viernes.
“No puedo dejar de temblar. Este es el fin del Japón pacífico”, escribió el usuario de Twitter Nonochi. “Hay muchos políticos que me gustaría ver desaparecer, pero el asesinato es inconcebible. Es el principio del fin de la democracia”.
Agencia Reuters
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