El agresor de Manchester, con lazos en Libia
Según fuentes de inteligencia, se reunió con células de EI en ese país el mes pasado
LONDRES (The New York Times).- El atacante suicida que hizo detonar explosivos y mató a 22 personas en un recital en Manchester se había reunido el mes pasado en Libia con miembros de una célula de Estado Islámico (EI) vinculada con los atentados terroristas de París en noviembre de 2015, según actuales y ex agentes de inteligencia.
Se desconoce el contenido y las razones de esos encuentros entre el atacante, Salman Abedi, y la célula, pero la posibilidad de que haya recibido órdenes o autorización de fuerzas activas de EI que operan en Libia, y no en Siria, deja entrever que aunque la base del grupo terrorista en Medio Oriente se está achicando, por lo menos una de sus filiales remotas encontró la manera de continuar con los ataques contra Europa.
Durante su visita a Trípoli y a la ciudad costera de Sabratha, Abedi se reunió con milicias activas de Katibat al-Battar al-Libi, una célula central de EI que tenía su sede en Siria antes de que sus miembros se desplazaran hacia Libia.
Originalmente integrada por libios que habían ido a Siria para escapar de la guerra civil, la célula se convirtió en un imán para combatientes extranjeros, belgas y franceses, y varios de ellos luego fueron despachados a sus países de origen para concretar nuevos atentados. Algunos de los más devastadores golpes del grupo en Europa, incluidos los ataques coordinados de París en 2015, fueron planeados y ejecutados por egresados de esa célula.
Los contactos entre Abedi y los miembros de Al-Battar se produjeron cuando Abedi viajó a Libia, especialmente a Trípoli y Sabratha, según un alto jefe de inteligencia europeo. El ex agente agregó que tras regresar a Manchester, su ciudad natal, Abedi siguió en contacto con la célula terrorista.
Cuando Abedi estaba en Gran Bretaña, los contactos a veces eran telefónicos, según la fuente. Si el contenido de la charla era sensible, Abedi usaba celulares descartables, o sus contactos en Libia le enviaban los mensajes a un "amigo" de Abedi que vivía en Bélgica o Alemania, que desde allí se lo reenviaba a Abedi a Gran Bretaña. Los contactos de Abedi con los miembros de Al-Battar en Libia fueron confirmados por un alto jefe de inteligencia norteamericana que también prefirió no revelar su identidad.
Ambos funcionarios de inteligencia dijeron que las actividades de Abedi en Libia aún son objeto de una intensa investigación. Los líderes de EI coordinan activamente a sus seguidores en Libia desde principios de 2015, e incluso les envían delegados desde Siria para ayudarlos a instalar y organizar las células. La estructura de EI en Libia se convirtió en la más importante fuera de Siria e Irak.
Después de casi dos años, recién en los últimos meses la filial libia perdió terreno y sus fuerzas fueron desplazadas a más de 150 kilómetros de la costa. Pero nadie cree que el grupo haya sido destruido, sino más bien dispersado, sin perder su capacidad operativa.
La célula de Al-Battar fue creada por milicias libias curtidas en las guerras de Irak y Afganistán. Fue uno de los primeros contingentes jihadistas que llegaron a Siria en 2012, cuando la revuelta popular en ese país degeneraba en una guerra civil.
Traducción de Jaime Arrambide