EI vuelve a golpear en el mundo islámico: 140 muertos en Bagdad
Después de los ataques de la última semana en Turquía y Bangladesh, el grupo sunnita cometió en la madrugada de ayer dos atentados simultáneos en zonas comerciales de la capital de Irak
BAGDAD.- Fue una semana de odio extremista sin igual: comenzó el martes en un aeropuerto de Turquía, continuó el viernes en un restaurante de Bangladesh y culminó ayer con un doble atentado en Irak que dejó cerca de 140 muertos en dos zonas comerciales de Bagdad. Fueron cinco días de violencia en el mundo musulmán con la firma de Estado Islámico (EI).
Dirigentes, analistas de inteligencia y conocedores de EI señalaron que al menos en el caso iraquí la milicia sunnita salió a compensar a sangre y fuego las derrotas que viene sufriendo por cuenta del ejército local, auxiliado por Estados Unidos y la coalición aérea internacional que martilla sus posiciones en el interior del país, donde perdió casi todas las ciudades conquistadas desde 2014.
Una semana atrás el gobierno había anunciado la recuperación de la ciudad de Fallujah, a 50 kilómetros de Bagdad. La única gran ciudad en poder de los jihadistas es Mosul, después de haber dominado un tercio del territorio en sus días de gloria.
Siria también sufre golpe tras golpe por el gobierno de Bashar al-Assad, los bombarderos rusos, la coalición aérea y las milicias kurdas, todos enemigos que coleccionó en dos años de expansión militar y atrocidades sin nombre, lo que hace pensar que también los atentados de Estambul y de Dacca respondieron a la misma necesidad de no dar el brazo a torcer ante adversarios y mostrarse seguros ante eventuales reclutas que se unan a su causa.
En Bagdad las autoridades actualizaron durante todo el día de ayer las cifras de muertos después de los dos ataques suicidas en barrios de mayoría chiita, una cifra que crecía a medida que se removían los escombros de vidrio y hormigón y se recuperaban los cuerpos calcinados que estaban sepultados entre restos de edificios y automóviles.
La lista más abultada la produjo un atacante suicida que se hizo explotar en un coche en el barrio de Karada, en el centro de la ciudad, un área repleta de jóvenes y familias que habían salido a las calles al concluir el mes sagrado de ramadán. Hubo cerca de 135 muertos en el peor atentado en Irak en un año y uno de los peores en más de una década de guerra e insurgencia.
Muchas víctimas estaban en un centro comercial disfrutando de los lugares de entretenimiento y de los patios de comida, y murieron quemadas o asfixiadas por la explosión. "Era como un terremoto", dijo Karim Sami, un vendedor ambulante que presenció la masacre. "Envolví mis cosas y me iba para mi casa cuando vi una bola de fuego con una explosión estruendosa; estaba tan asustado que volví y llamé por teléfono a mis amigos, pero nadie respondió", agregó. Un recuento posterior confirmó la desgracia: un amigo murió, otro resultó herido y un tercero estaba desaparecido.
Decenas de ambulancias se concentraron sobre la calle para auxiliar a los heridos, mientras desde el edificio se elevaba una densa columna de humo y por el suelo los sobrevivientes se arrastraban en estado de shock entre las víctimas, muchas irreconocibles por la deflagración.
Bastión chiita
El barrio de Karada es un bastión del Consejo Supremo Islámico, una organización chiita líder en el país. Pero también es una zona de muchos restaurantes, hoteles y se encuentra allí la embajada francesa. El lugar exacto de la explosión fue frente a la heladería Yabar Abo al-Sharbat, la más antigua y las más popular de las heladerías de la capital, que desbordaba de clientes.
El horario y el lugar elegidos para el ataque dicen mucho acerca de las intenciones de los terroristas: golpear con el máximo daño. La milicia sunnita se atribuyó el atentado en un mensaje difundido en las redes sociales en el que señaló explícitamente su blanco, los musulmanes chiitas, a quienes llamó "renegados".
"En el marco de las permanentes operaciones de seguridad de los soldados del califato de la ciudad de Bagdad, el hermano mujahidín (guerrero) Abu Maha al-Iraqui logró hacer estallar su coche bomba en una concentración de renegados", dijo EI. Y advirtió que "con el permiso de Alá seguirán los ataques de los mujahidines contra los renegados".
En otra zona de Bagdad, una bomba estalló en el barrio chiita de Shaab, donde murieron cinco personas. Si bien nadie se responsabilizó del atentado, tenía las características de EI. Quizás para atenuar el malestar por la falta de seguridad, el gobierno habló de un "fuego accidental" dentro de un comercio. El primer ministro Haider al-Abadi vivió ese malestar en persona al visitar ayer el lugar del ataque en Karada y fue recibido por una multitud furiosa que lo echó a los gritos.
Pese a las victorias militares, muchos cuestionan la eficacia del gobierno para contener las acciones terroristas contra la población civil y señalan la ineficacia de los detectores de explosivos y de los controles para ingresar a la capital, que no consideran exhaustivos.
Antes de la operación para recuperar Fallujah, la capital vivió una serie de protestas contra el gobierno por la falta de seguridad. En un mes, la Zona Verde, un área muy protegida donde se encuentran los edificios del gobierno y las misiones diplomáticas, fue asaltada dos veces por manifestantes.
Según el director de la CIA, John Brennan, pese a perder terreno en sus bastiones de Irak y Siria, la milicia mantiene intactas sus capacidades para cometer atentados. "A medida que la presión aumente sobre EI en el terreno, creemos que intensificará" sus esfuerzos para mantenerse como la organización jihadista más importante del mundo, dijo el jefe de inteligencia.
El premier Al-Abadi dijo que "bandas terroristas" cometieron el ataque de Karada después de ser "aplastadas en el campo de batalla".
La semana de furia de EI
La milicia no dio respiro con una sucesión de atentados
Turquía
46 muertos
Tres hombres recién bajados de un taxi dispararon en la noche del martes contra civiles y policías con sendos fusiles Kalashnikov a la entrada del aeropuerto internacional Atatürk, el tercero con más movimiento de Europa, y se hicieron volar con explosivos que llevaban adheridos al cuerpo
Bangladesh
20 muertos
Un comando de siete terroristas asaltó la noche del viernes un restaurante en una exclusiva zona de Dacca, la capital de Bangladesh, en una dramática toma de rehenes que duró toda la noche y en la que los jihadistas torturaron y degollaron a quienes no sabían recitar el Corán, casi todos ellos ciudadanos extranjeros. Un chef argentino logró escapar de la masacre
Irak
140 muertos
Un kamikaze al volante de un coche bomba se inmoló en la madrugada de ayer frente a una zona comercial del barrio chiita de Karada, en el centro de Bagdad, atestada de hombres, mujeres y familias enteras que celebraban el final del mes sagrado de ramadán. Hubo una segunda explosión
Agencias DPA, AFP, ANSA, AP y EFE
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