Efecto cascada: la sucesión de fallas que permitió que los partidarios de Jair Bolsonaro provocaran un caos en Brasilia
Desde la falta de controles hasta la escasez de efectivos, una serie de factores fueron decisivos para que miles de manifestantes tomaran los principales edificios de los poderes republicanos del país
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RÍO DE JANEIRO.- Dos días después de la conmoción en Brasil por la toma de los principales edificios públicos del país y los destrozos en la capital por parte de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, surgen nuevos detalles de cómo se llegó a ese momento negro para la historia de la potencia latinoamericana.
Aquí, un repaso de lo que se sabe hasta ahora de cómo se gestó el ataque de miles de manifestantes en Brasilia.
Control de las calles
El ministro de Justicia brasileño, Flávio Dino, dijo haberse reunido ese mismo sábado con la Policía Federal y la Policía Vial para tomar recaudos frente al desplazamiento de manifestantes en dirección a Brasilia. En ese momento, ya había informes de que más de 100 micros que avanzaban hacia la capital del país. Sin embargo, no se tomó ninguna medida para impedir que los bolsonaristas volvieran a concentrarse frente al cuartel general del Ejército.
Vallas en la Explanada de los Ministerios
Inicialmente, el gobierno del Distrito Federal tenía previsto prohibir el acceso de manifestantes a la Explanada de los Ministerios, como forma de evitar que se aproximaran demasiado a los edificios públicos. Sin embargo, según Dino esos planes fueron modificados el sábado sin darle aviso al gobierno federal, y solo montaron vallados en las áreas ya próximas a la Plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran las instalaciones del Congreso, del Supremo Tribunal Federal (STF) y el Palacio del Planalto, sede del Ejecutivo.
La Agencia Brasilera de Inteligencia fue ignorada
Horas antes de que los bolsonaristas abandonaran la sede del Ejército para dirigirse hacia la Explanada de los Ministerios, la Agencia Brasilera de Inteligencia (ABIN) envió alertas a los órganos de seguridad para advertirles que los manifestantes planeaban atentar contra el patrimonio público y promover acciones violentas en las sedes de los tres poderes. Uno de los organismos que recibió la alerta fue la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.
La Policía Militar, de brazos caídos
La Policía Militar responsable de la seguridad mostró poca o ninguna voluntad de resistencia ante los primeros intentos de la gente de romper el vallado. Uno de los videos grabados ese día muestra a un oficial de policía lanzando gas pimienta para dispersar a la multitud, pero casi de inmediato baja los brazos y se aleja. Otras imágenes muestran a los policías charlando, tomándose fotos o incluso orientando a los terroristas para que ingresen a edificios públicos.
A Polícia Militar do Distrito Federal e a ajuda ao ato de terrorismo em Brasília ontem, em vídeo produzido pela equipe do UOL. Junto com @naatimota_, @LuisAdorno e @raquelarriola pic.twitter.com/Vz3qwQnHIV
— Leonardo Martins (@___leomartins) January 9, 2023
Pocas fuerzas federales
El domingo, cuando fue convocada para reforzar la seguridad, la Fuerza Nacional de Seguridad Pública contaba con un reducido número de efectivos disponibles. Según Dino, ministro de Justicia, le informaron que en Brasilia solo había 140 agentes, lo que apenas alcanzaba para complementar el trabajo de la Policía Militar.
Falta de refuerzos
Frente al movimiento de bolsonaristas que se registraba desde la víspera, el presidente interino del Senado, Veneziano Vital do Rêgo (MDB-RN) dice haberse contactado con integrantes del gobierno del Distrito Federal para informarles de su preocupación y preguntarles si necesitaba refuerzos. La respuesta que recibió, según Do Rêgo, fue que la situación estaba controlada y que no había motivo de preocupación.
Autoridades desgastadas
Además del gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, ahora destituido y que será investigado por la Procuraduría General de la República, el episodio también tiene en jaque al ministro de Justicia, Flavio Dino, y al jefe de la Oficina de Seguridad Institucional (GSI), Marco Edson Gonçalves Dias, responsable del área de seguridad del gobierno federal.
O Globo/GDA
Traducción de Jaime Arrambide
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