Coronavirus: EE.UU. se vuelve el país con más muertos, pero ya prepara el terreno para reabrirse
WASHINGTON.- La pandemia del nuevo coronavirus continúa tejiendo espanto en Estados Unidos, donde las muertes se encaminaban a superar a las de Italia, el epicentro del horror en Europa. Aun frente a esa realidad desoladora, y luego de que las imágenes de fosas comunes en Nueva York con ataúdes de madera apilados recorrieron el mundo, la Casa Blanca dijo que había "señales alentadoras", y comenzó a preparar el terreno para reabrir el país y permitirle a la gente que comience a retomar su vida.
"Voy a tomar una decisión, y ruego a Dios que sea la decisión acertada. Va a ser la decisión más importante que he tenido que tomar", anticipó ayer el presidente, Donald Trump, en la conferencia de prensa diaria desde la Casa Blanca.
Estados Unidos está ya al borde de los 500.000 casos confirmados de Covid-19 y las 19.000 víctimas mortales, y los decesos aumentan a un ritmo de casi 2000 por día.
Pero Trump volvió a mostrarse urgido por regresar a la normalidad y recuperar a la economía del "freno súbito" forzado por la pandemia y las políticas de confinamiento y distanciamiento social, que encerraron al país y provocaron el fin del turismo y el cierre de bares, restaurantes, teatros, cines, estadios, parques y museos. En apenas tres semanas, casi 17 millones de personas fueron despedidas o suspendidas y perdieron su sueldo, y la naciente recesión va camino a ser la peor crisis desde la Gran Depresión.
"Quedarse en casa también lleva a la muerte. Es muy traumático para este país", insistió Trump. "Quedarse en casa, si nos fijamos en los números, lleva a un tipo diferente de muerte, tal vez. Pero también lleva a la muerte. Es una decisión muy grande. Como dije, es la decisión más grande que tomaré", afirmó.El anhelo presidencial -alentado por sus aliados y sus propias ambiciones de ser reelecto- ha chocado con las recomendaciones de los expertos, incluidos los principales asesores de la Casa Blanca, Anthony Fauci y Deborah Birx, quienes han enfatizado la necesidad profundizar las medidas de mitigación para terminar de doblegar al virus y han advertido sobre el riesgo latente de un rebrote. "Uno no marca los tiempos, el virus lo hace", ha dicho Fauci.
Trump dijo que escuchará las recomendaciones de ambos, pero también que tomará en cuenta otras opiniones. Ayer, el presidente anunció que creará un consejo integrado por médicos y empresarios -"un gran grupo de gente", anticipó- para que brinden una recomendación y diseñen una hoja de ruta para comenzar a abrir el país. Con todo, la decisión no es exclusiva de Trump: los gobernadores y alcaldes del país que emitieron órdenes de "quedarse en casa" en las últimas semanas pueden ampliarlas, más allá de lo que indique la Casa Blanca. En cualquier caso, se descuenta que la apertura será gradual.
La presión por "abrir" el país creció en los últimos días, en los que despuntó el primer atisbo de esperanza de que, pese al saldo trágico de muertes, la pandemia puede haber comenzado a menguar. Esta semana, por primera vez, la cantidad diaria de muertes en todo el país y en el epicentro del brote, Nueva York, mostró una disminución. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo además que habían caído las nuevas hospitalizaciones y, también por primera vez, el número de pacientes en terapia intensiva.
"Somos cautamente optimistas", dijo Cuomo, en su conferencia de prensa diaria. "La mala noticia es que seguimos perdiendo una cantidad tremenda de vidas", agregó.
La Casa Blanca se hizo eco de esos datos. Birx dijo que eran "señales alentadoras" y que los datos oficiales sugerían que las curvas de casos en el país habían comenzado a "nivelarse", aunque también ofreció una clara advertencia: "Todavía no hemos llegado al pico", dijo.
Espanto
A pesar de las tibias mejoras, Estados Unidos es el epicentro del espanto de la pandemia. El país llega al fin de semana de Pascua -la fecha originaria en la que Trump esperaba "abrir" el país- con casi 500.000 casos confirmados y 19.000 muertes. La nueva enfermedad ha sido mucho más dura con los más pobres, los afroamericanos y los latinos, y ha profundizado las inequidades en el país. Y si bien los expertos de la Casa Blanca estiman que la cifra total de muertos será más leve que las proyecciones iniciales, aún se prevé que, en el mejor escenario, mueran unas 60.000 personas debido a la pandemia. La obsesión de las autoridades es evitar un rebrote de la enfermedad luego del verano. Una y otra vez se menciona el antecedente de la llamada "gripe española", que en 1918 provocó la pandemia más letal que se haya visto hasta ahora.
Para evitar que eso ocurra, una de las herramientas que utilizará el gobierno de Estados Unidos son los "tests de inmunidad", que permitirán determinar qué personas tienen anticuerpos y, por lo tanto, pueden moverse con menos riesgos. Y, ayer, Apple y Google anunciaron que han comenzado a desarrollar un software para que la gente sepa si ha estado en contacto con personas que han contraído el virus, una estrategia llamada "rastreo de contactos", que también puede ser utilizada para moldear la flexibilización de las restricciones.
Fauci, quien ha abogado por estirar las medidas de mitigación todo lo que sea necesario, ha sugerido ya que la reapertura será dispar y que no habrá una decisión "igual para todos".
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