EE.UU. renueva su arsenal nuclear en Europa con dispositivos tácticos más modernos
Washington adelantó el recambio que tenía previsto hacer en 2024 tras conocerse las amenazas lanzadas por Putin
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PARÍS.– Europa recibirá armas nucleares tácticas de alta precisión de Estados Unidos antes de lo previsto. Washington decidió avanzar a diciembre el remplazo de sus bombas atómicas B61 estacionadas en las bases de la OTAN situadas en varios países del Viejo Continente. El operativo, que según la Casa Blanca no tendría relación con la guerra en Ucrania, estaba inicialmente previsto para la primavera boreal de 2024.
Durante una reunión a puertas cerradas de los ministros de Defensa de la OTAN, los responsables norteamericanos informaron a sus aliados sobre el remplazo de bombas B61 de vieja generación estacionadas en seis bases de la Organización Atlántica en Alemania (1), Bélgica (1), Holanda (1), Italia (2) y Turquía (1). Las mismas serán remplazadas por una versión B61-12, más reciente.
El programa forma parte de “un esfuerzo de modernización planificado y programado hace tiempo y en ningún caso relacionado con Ucrania”, dijo un vocero del ministerio estadounidense de Defensa.
Sin embargo, para los especialistas, la decisión de Washington tendría por objetivo tranquilizar a una parte de sus aliados europeos –sobre todo a Polonia y los países Bálticos–, inquietos ante el chantaje nuclear permanente de Vladimir Putin.
Durante esa reunión de ministros de la OTAN, el 12 y 13 de octubre, el secretario norteamericano de Defensa, Lloyd Austin, también anunció a los aliados que la nueva Nuclear Posture Review (NPR), que define la doctrina estadounidense, mantendría sin cambios la política nuclear declaratoria de “ambigüedad calculada”. En concreto, se trata de crear la duda en un potencial agresor sobre la forma en que Estados Unidos podría responder a esa agresión, a fin de reforzar la prudencia y el autocontrol por parte del adversario.
El anuncio del cambio en el calendario se produce, en efecto, en un contexto de extrema tensión, aguzado por las amenazas rusas de utilizar el arma nuclear en el actual conflicto en Ucrania. Apenas conocida la información, el Kremlin advirtió que el despliegue “reducirá el umbral” previsto para la utilización de esas armas nucleares.
“Estados Unidos está modernizándolas, aumentando su precisión y reduciendo la potencia de su carga nuclear. En otras palabras, está transformando esas bombas no guiadas en ‘armas de campo de batalla”, declaró Alexander Grushko, viceministro de Relaciones Exteriores ruso, advirtiendo que su país “lo tomará en cuenta para reactualizar sus planes militares”.
También conocidas como “bombas de gravedad”, las bombas no guiadas B-61 y B61-12 forman parte del arsenal nuclear táctico. Contrariamente a las armas nucleares estratégicas –intercontinentales o de largo alcance–, se trata de armas utilizadas en teatros de operaciones reducidos y con fuerzas amigas a proximidad. En esa categoría entran las bombas de gravedad B61 –lanzadas en caída libre desde aviones–, los misiles de corto alcance, los proyectiles de artillería, las minas terrestres, las cargas de profundidad y torpedos, todos equipados con cabezas nucleares.
Rusia posee alrededor de 2000 armas nucleares tácticas, mientras que Estados Unidos tiene unos 200 ejemplares de B61, mitad de los cuales se encuentra en bases de la OTAN en Italia, Alemania, Turquía, Bélgica y Holanda.
La disuasión nuclear de la OTAN reposa sobre el principio llamado de la “doble llave”: los caza-bombarderos de los países anfitriones pueden utilizar las bombas B-61 que poseen. Pero el control y el código de fuego de las mismas depende exclusivamente de Estados Unidos.
En todo caso, según la doctrina en vigor, el uso de armas nucleares solo está previsto cuando no hay otra alternativa viable para detener un ataque existencial contra Estados Unidos, sus aliados o socios. El concepto estratégico de la OTAN adoptado en la cumbre de Madrid en junio, precisa que “el objetivo fundamental de la capacidad nuclear de la Organización es preservar la paz, prevenir las acciones coercitivas y desalentar toda agresión”.
Según el Instituto Internacional de Investigación sobre la Paz de Estocolmo (SIPRI), Rusia posee un total 5977 ojivas nucleares –de todo tipo–, la mayor cantidad del planeta. De ellas, 1588 han sido desplegadas. Es decir, colocadas en misiles o bases donde hay fuerzas operacionales. Francia y Gran Bretaña son los únicos países que poseen armas nucleares en Europa. Juntos suman 515 ojivas, 400 desplegadas.
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