EE.UU.: por qué millones de vacunados se están salteando la segunda dosis
Casi el 8% de los que recibieron la dosis inicial de Pfizer o Moderna no se dieron la segunda; las autoridades norteamericanas tratan de impedir que ese número crezca
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Millones de estadounidenses no se están dando su segunda dosis de la vacuna contra el Covid-19, y el número va en aumento.
Más de 5 millones de personas, o casi el 8% de quienes recibieron la primera dosis de la vacuna de Pfizer o de Moderna, se saltearon la segunda dosis, según los datos más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC). Y ese porcentaje es más del doble entre quienes fueron inoculados en las primeras semanas de la campaña nacional de vacunación.
Mientras el país lucha con el problema de los millones de estadounidenses que directamente no quieren vacunarse, las autoridades locales de salud enfrentan el imprevisto desafío de asegurarse de que quienes se vacunan reciban el esquema de inmunización completo.
Las razones que explican el ausentismo para la segunda dosis son variadas. Al ser consultada, la gente argumenta temor a los efectos secundarios, como los síntomas gripales, y otros dicen sentirse ya suficientemente protegidos con una sola dosis.
Esas reacciones eran previsibles, pero hay otro obstáculo inesperado y también muy extendido: muchos centros de inoculación han cancelado los turnos de aplicación de la segunda dosis porque se quedaron sin suministros o por falta de la dosis correcta en sus stocks.
#MondayMotivation: Seeing @Walgreens pharmacists and pharmacy technicians support our communities, especially those hit hardest by the #pandemic. Get a glimpse of the teams at the Chicago, Atlanta, El Paso and Houston #COVID19 vaccine clinics this past weekend! #ThisIsOurShot pic.twitter.com/G271VnDq6b
— Walgreens News (@WalgreensNews) April 12, 2021
La cadena de farmacias Walgreens, uno de los mayores administradores de vacunas de Estados Unidos, les dio turno a muchas personas que habían recibido una primera de dosis de Pfizer, por ejemplo, en locales que solo tenía la vacuna de Moderna, o viceversa.
Varios clientes de Walgreens manifiestan que el propio personal de la farmacia tuvo que ayudarlos a encontrar otro local de la cadena que contara con la vacuna adecuada, a veces sin demasiado éxito. Y puede suponerse que muchos otros se dieron por vencidos a mitad de camino.
Los expertos sabían desde un principio que sería difícil lograr que todos los inoculados con la primera dosis se presentaran tres y cuatro semanas después a recibir la segunda. Así que era esperable que a medida que la vacunación avance, también crezca el número de quienes esquivan la segunda dosis.
Pero las autoridades de algunos estados dicen que de todos modos la tendencia es alarmante, y tratan de buscarle la vuelta al problema para que el porcentaje de los “vacunados a medias” no se dispare.
Hay creciente evidencia, tanto de ensayos clínicos como de campañas de inmunización del mundo real, de los peligros de saltearse la segunda dosis. En comparación con el régimen de dos dosis, una sola inyección desencadena una respuesta inmune más débil y puede dejar a los receptores más susceptibles a las variantes más peligrosas del virus. Y aunque una sola dosis proporciona una inmunización parcial contra Covid, nadie sabe cuánto dura esa protección a medias.
Get vaccinated, America.
— Joe Biden (@JoeBiden) April 25, 2021
“Es muy preocupante, porque la segunda dosis es necesaria”, dice el doctor Paul Offit, profesor de la Universidad de Pensilvania y miembro del panel asesor de vacunas de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA).
El riesgo es grande, porque en Estados Unidos hay una sola vacuna monodosis autorizada, la de Johnson & Johnson, cuya aplicación justamente debió suspenderse el mes pasado, cuando se la vinculó con un efecto secundario muy raro, pero grave, relacionado con la coagulación sanguínea. El viernes, los funcionarios federales de salud dieron luz verde para reanudar la aplicación de esa vacuna, pero es probable que una combinación de temor de la gente y los problemas de producción en curso hagan que la vacuna de Johnson pase a ser una opción cada vez menos viable para muchas personas.
El conteo hecho por los CDC de las segundas dosis no administradas es hasta el 9 de abril, e incluye solo a las personas que recibieron una primera dosis de Moderna antes del 7 de marzo o una primera dosis de Pfizer antes del 14 de marzo.
Si bien millones de personas no concurrieron a la segunda aplicación, las tasas generales de cumplimiento, con un 92% de personas que recibieron el régimen completo, son consistentes con los estándares históricos. En el caso de la vacuna que protege contra el herpes zóster, por ejemplo, casi tres cuartas partes de los adultos regresan para recibir su segunda dosis.
En algunos casos, el ausentismo puede deberse a problemas de turnos o de faltantes de la segunda dosis. Algunos lugares de vacunación han tenido que cancelar turnos porque no recibieron las entregas de vacunas que esperaban. También hay personas que dicen que les cancelaron el turno para la segunda dosis, o que asistieron, pero que no había dosis disponibles de la marca que debían aplicarse.
Algunas personas tienen horarios flexibles y un cambio de turno no las afecta, pero es más difícil para quienes no tienen acceso directo a un medio de transporte o tienen horarios de trabajo estrictos, dice Elena Cyrus, epidemióloga y experta en enfermedades infectocontagiosas de la Universidad de Florida Central.
Walgreens le dio turno para la segunda dosis a algunos clientes en locales que no tenían la misma vacuna que habían recibido en su dosis inicial. La compañía asegura que ese problema se solucionó a fines de marzo.
Susan Ruel, de 67 años, tenía turno para recibir sus dos dosis de la vacuna en diferentes sucursales Walgreens en Manhattan. Ruel dice que recibió su primera dosis de Pfizer en febrero y sin ningún problema, pero cuando llegó para su segunda aplicación, le dijeron que en ese local solo tenían en existencia la dosis de Moderna.
Uno de los farmacéuticos de esa sucursal le dijo que a unas 30 cuadras había otro local de Walgreens donde tenían stock de la vacuna de Pfizer. Pero mientras esperaba el subte para ir al otro local, la llamaron por teléfono para avisarle que allá también se había quedado sin dosis de Pfizer.
Al día siguiente, finalmente, Ruel consiguió darse la segunda dosis en una tercera sucursal de Walgreens, pero dice que en su lugar muchos otros se habrían dado por vencidos. “Alcanza con el menor inconveniente”, dice.
Los CDC dicen que hay pocos datos sobre la efectividad de las vacunas cuando pasan más de 6 semanas entre la primera y la segunda dosis, pero algunos países, como Gran Bretaña y Canadá, las están aplicando con 3 y 4 meses de lapso entre una y otra.
Traducción de Jaime Arrambide
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