EE.UU. busca poner freno al drama del secuestro de niños
Bush convocó a expertos para debatir cómo evitarlos; hay 58.000 casos anuales
NUEVA YORK.- Alexis Patterson, de 7 años, desapareció el 3 de mayo, después de que su padre la dejó en la esquina del colegio, en Milwaukee, Wisconsin. Elizabeth Smart, de 14, fue secuestrada mientras dormía en su casa de Salt Lake City, Utah, el 5 de junio. A Samantha Runnion, de 5, un extraño la llevó por la fuerza mientras jugaba en el jardín de su casa de Stanton, California, el 15 de julio. Veinticuatro horas más tarde, con los canales de televisión, radios y diarios manteniendo en vilo al país por la suerte que corría la pequeña, su cuerpo apareció al costado de una ruta. Había sido violada y estrangulada.
Tras una docena de casos similares que en los últimos meses han recibido una impresionante cobertura en los medios nacionales, el presidente George W. Bush anunció ayer una cumbre de expertos para evitar que los niños norteamericanos se "conviertan en víctimas de estos despreciables actos de violencia".
"El secuestro o asesinato de un niño es la peor pesadilla de un padre", dijo el mandatario en un intento por mostrarse a tono con los sentimientos de la mayoría de los padres del país, que cada vez que ven por televisión un nuevo caso de un chico secuestrado temen el peor desenlace.
Vinculando el tema con los miedos generados por los atentados del 11 de septiembre, añadió que "desafortunadamente, mientras trabajamos para ayudar a que nuestros hijos se sientan más seguros, combatiendo el terrorismo, los hijos y padres de Estados Unidos también están enfrentando una ola de horrible violencia de criminales malvados, en nuestras propias comunidades".
Y señaló que una de las cosas más importantes que puede hacer un padre o una madre es hablar con sus niños muy específicamente, y ensayar qué deben decir y hacer cuando se sienten amenazados. "Deben enseñarles a sus hijos cómo decir "no" y a confiar en sus instintos", agregó, a la vez que llamó a todas las agencias estatales a trabajar juntos para combatir esta "ola de secuestros".
La cumbre, que tendrá lugar el 24 de septiembre en la Universidad George Washington, reunirá a especialistas infantiles, líderes comunitarios, maestros, funcionarios y agentes de policía. Durante el anuncio, el presidente también presentó una pequeña guía ilustrada con consejos para evitar secuestros, para que los padres utilicen con sus hijos. El lanzamiento de esta iniciativa -que muchos analistas calificaron de populista a pocos meses de las elecciones legislativas- coincidió con el anuncio de que los fiscales que llevan el caso de la pequeña Samantha pedirán la pena de muerte para el principal sospechoso de su asesinato.
Temor por una ola de raptos
La campaña mediática que recibió el caso llevó a muchos a temer una epidemia de secuestros. Sin embargo, los criminólogos y las autoridades han resaltado que las estadísticas de secuestros de niños se mantienen estables y rechazaron que se trate de una ola de raptos misteriosos relacionados.
Cada año son secuestrados 58.000 niños en Estados Unidos por extraños, mientras más de 200.000 son secuestrados por familiares que buscan interferir con los derechos de custodia, según cifras del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados. Entre el primer grupo, unos 120 casos son de los más peligrosos, en los que se retiene al menor más de un día para pedir rescate o asesinarlo. En el 40 por ciento de estos casos, el niño aparece muerto. "Cada vez que un caso llega a los titulares de los diarios, las familias se asustan, y es comprensible -dijo Ernie Allen, presidente del Centro-. Pero estos casos son muy raros y los padres pueden tomar medidas para proteger a sus niños."
James Fox, criminólogo de Northeastern University, tiene una opinión similar: "La gente ve un par de casos a la vez e inmediatamente se cree que es una epidemia. No es así. Si los padres están paranoicos, es cosa de ellos. Pero no deberían pasarles la paranoia a sus niños".