EE.UU. anuncia un “prometedor reinicio” de las negociaciones para una tregua en Gaza
A partir de hoy, el plan de tres fases propuesto por Washington, que incluye la liberación de rehenes, se está negociando nuevamente en Qatar; ya son más de 40.000 los muertos en el enclave, según el gobierno local, liderado por Hamas
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DOHA.- En medio de un conflicto regional que escaló en las últimas semanas por el asesinato de importantes líderes del “eje de resistencia”, este jueves se reiniciaron en Doha las conversaciones para lograr un alto el fuego en Gaza y un acuerdo para la liberación de decenas rehenes que todavía se encuentran en manos de Hamas tras haberse cumplido ya más de 10 meses del momento de captura, el día del brutal asalto de 7 de octubre. Estados Unidos afirmó que el comienzo fue “prometedor”.
“Hoy tuvimos un comienzo prometedor”, declaró el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, agregando que las discusiones proseguirán el viernes. ”Los obstáculos que aún persisten pueden ser superados, para poder concluir este proceso”, subrayó.
El jefe del espionaje israelí se unió a sus homólogos estadounidense y egipcio y al primer ministro de Qatar en la nueva ronda de conversaciones para lograr un posible acuerdo que podría evitar una guerra que involucre a varios países de la región.
Las conversaciones se basan en un plan de tres fases anunciado el 31 de mayo por el presidente estadounidense, Joe Biden. La primera fase prevé una tregua de seis semanas y una retirada israelí de las zonas densamente pobladas de Gaza, así como un canje de rehenes en manos de Hamas por presos palestinos detenidos en Israel.
Hamas había anunciado que no asistiría a estas negociaciones ya que se pliega a la propuesta de Joe Biden. Los representantes del grupo terrorista, que no participaron de forma directa, acusaron a Israel de añadir nuevas exigencias a una propuesta en evolución respaldada por Washington y por la comunidad internacional.
Estados Unidos, Qatar y Egipto se reunieron con una delegación israelí en Qatar mientras la cifra de muertos palestinos en los 10 meses de guerra superó las 40.000 personas, según el Ministerio de Salud de Gaza, en manos de Hamas.
Las conversaciones en Qatar contaron con la presencia del director de la CIA, William Burns. También asistieron los jefes del Mossad -los servicios de inteligencia israelíes- y del Shin Bet -la agencia de seguridad interior-, según la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Un alto el fuego en Gaza podría calmar las tensiones en toda la región y convencer a Irán y a la milicia libanesa Hezbollah de abstenerse de lanzar ataques en represalia contra Israel tras el asesinato de un alto comandante del grupo en un ataque israelí y del líder político de Hamas en una explosión en la capital iraní.
Las aterradores cifras de muertos y secuestrados, marcan un balance con una “oscura etapa para el mundo entero”, afirmó el jueves el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk. “No hay más tiempo que perder”, sentenció.
En un primer momento, ambos bandos habían aceptado el plan anunciado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el 31 de mayo. Pero Hamas propuso “enmiendas” e Israel exigió “aclaraciones”, lo que llevó a acusarse mutuamente de plantear nuevas exigencias que no pueden aceptar.
Hamas rechazó los últimos pedidos israelíes, que incluyen una presencia militar duradera a lo largo de la frontera con Egipto y una línea divisoria en Gaza donde registraría a los palestinos que regresen a sus casas para erradicar a los insurgentes. El vocero del grupo, Osama Hamdan, dijo que Hamas solo está interesado en discutir la aplicación de la visión de Biden y no en nuevas negociaciones sobre su contenido.
Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, niega las nuevas demandas de su país, pero planteó constantes dudas sobre cuánto duraría el alto el fuego afirmando que sigue comprometido con la “victoria total” contra Hamas y la liberación de todos los rehenes.
Las dos partes discrepan también acerca de los detalles del intercambio de rehenes por prisioneros, incluyendo qué palestinos podrían quedar libres y si serán enviados al exilio. Hamas pide la salida de la cárcel de insurgentes de alto perfil condenados por orquestar atentados con víctimas israelíes.
La guerra comenzó cuando terroristas de Hamas cruzaron la frontera fuertemente custodiada el 7 de octubre en un ataque que conmocionó a los servicios de seguridad e inteligencia del país. Los milicianos irrumpieron en comunidades agrícolas y bases del ejército y mataron a unas 1200 personas, en su mayoría civiles. Además, tomaron a otras 250 como rehenes. Más de un centenar fueron liberadas durante un alto el fuego de una semana en noviembre, y se cree que 110 personas siguen en Gaza, aunque las autoridades israelíes sostienen que un tercio de ellos había muerto el mismo 7 de octubre o durante su cautiverio. Siete fueron rescatados en operaciones militares.
Más de 40.000 los muertos en Gaza
La ofensiva israelí ya se cobró la vida de más de 40.000 palestinos, de acuerdo con el Ministerio de Salud gazatí, cuyo conteo no diferencia entre víctimas civiles y combatientes. Las campañas aéreas y terrestres dejaron rastros de destrucción en todo el sitiado enclave costero y obligaron a la mayoría de sus 2,3 millones de habitantes a huir de sus hogares, a menudo varias veces.
Las sucesivas órdenes de evacuación y operaciones militares empujaron a cientos de miles de personas a la llamada zona humanitaria de la costa, donde viven en campamentos masificados y con pocos servicios. Los grupos de ayuda han tenido problemas para repartir alimentos y suministros, lo que derivó en alertas por hambruna.
Hamas sufrió grandes pérdidas, pero sus combatientes se han reagrupado una y otra vez, incluso en zonas muy destruidas en las que habían operado las tropas rivales. Se cree que su principal líder y uno de los arquitectos del ataque del 7 de octubre, Yahya Sinwar, sigue vivo y está escondido en el territorio, posiblemente en la vasta red de túneles del grupo.
Hezbollah, por su parte, intercambió fuego con Israel a lo largo de su frontera en lo que el grupo terrorista libanés califica como un frente de apoyo a su aliado Hamas. Otros grupos respaldados por Irán atacaron objetivos israelíes, estadounidenses e internacionales en la región, lo que provocó represalias.
Irán e Israel intercambiaron fuego directo por primera vez en abril, luego de que Irán tomó represalias por un supuesto ataque israelí contra su embajada en Siria y mató a dos de sus generales. Muchos temen una repetición de ese episodio luego del asesinato del líder de Hamas, Ismail Haniyeh, que estaba en la República Islámica para asistir a la toma de posesión de su nuevo presidente. El incidente que se atribuyó a Israel, aún que no confirmó su implicación.
Hezbollah también prometió vengarse del asesinato de su comandante, Fouad Shukur, lo que hace temer una secuela aún más devastadora de la guerra que enfrentó en 2006 al grupo insurgente y a Israel.
Tanto Irán como Hezbollah dicen que no quieren una guerra total, y un alto el fuego en Gaza podría ser una vía de escape tras días de crecientes amenazas y de acumulación de activos militares en la región.
Agencias AP y Reuters
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