EE.UU. advierte que el ataque a Estambul puede repetirse en otros aeropuertos
La CIA dijo que se complica la estrategia para prevenir este tipo de ataques; los muertos tras el atentado subieron a 42; Obama habló con Erdogan y le prometió apoyo
ESTAMBUL.- Los investigadores dieron ayer un paso más hacia la pista de Estado Islámico (EI) como autor del atentado que dejó 42 muertos y más de 200 heridos en el aeropuerto internacional Atatürk, el ataque terrorista más letal que sufrió la ciudad turca y en cuya investigación ofreció ayuda Estados Unidos , alarmado por la posible emulación de esos ataques en su propio suelo.
Las certezas, las conjeturas y las incógnitas se conjugaban en partes iguales para explicar las explosiones detonadas anteanoche a la entrada del aeropuerto, donde un comando de tres kamikazes disparó con fusiles contra pasajeros y policías antes de hacerse volar con explosivos adheridos a sus cuerpos.
Entre las conjeturas se apuntaba cada vez más hacia EI como responsable de la masacre, sobre todo a partir de confirmarse el modus operandi de la embestida terrorista, similar a los ataques de París (130 muertos) en noviembre y de Bruselas (32) en marzo, de confirmada inspiración del califato jihadista con base en Siria e Irak.
"Seguimos pensando que ha sido EI", dijo el primer ministro Binali Yikdirim, ratificando los indicios ventilados al cabo de las explosiones. "La investigación señala que ha sido EI y en pocos días haremos públicos los nombres y detalles de los terroristas", agregó sobre las autopsias y la revisión de los videos de seguridad, entre otras fuentes.
El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), John Brennan, apuntaló la teoría de EI como responsable de la masacre en el Atatürk y advirtió contra posibles ataques similares en su propio país. "Me sorprendería que EI no intentara llevar a cabo este tipo de ataques en Estados Unidos", dijo Brennan en una entrevista con el portal Yahoo News.
"Me preocupan, desde el punto de vista de un profesional de la inteligencia, las capacidades de EI. Y su determinación de matar a tantas peronas como sea posible y de llevar a cabo ataques en el extranjero -agregó Brennan-. No es tan difícil construir y fabricar un chaleco suicida. Así que, si tenés un enemigo determinado e individuos a los que no les preocupa escapar y que van con la idea de morir, realmente se complica tu estrategia en términos de prevenir ataques."
Al mismo tiempo, Barack Obama llamó a su par turco, Recep Tayyip Erdogan, para expresar sus condolencias y poner a disposición la asistencia necesaria para avanzar en los peritajes del triple atentado, según indicó el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest. "En el marco de la llamada le ofreció todo apoyo que ayude a los turcos mientras conducen esta investigación. Cualquier información que obtengamos y que pueda ser usada por Turquía obviamente la compartiremos", señaló.
Entre las certezas de la investigación se confirmó el número de atacantes del aeropuerto, ya que al principio había sospechas de un cuarto comando. También se reveló el dato de que llegaron al aeropuerto en un taxi amarillo sin pretensiones, del que descendieron con sus fusiles escondidos entre la ropa. Tras ser detenido e interrogado, el chofer quedó fuera de sospecha de complicidad con los conspiradores.
"Tenía una bufanda rosa y una campera corta, bajo la cual escondía un fusil. Sacó el arma y comenzó a disparar. Caminaba como un profeta", dijo Oftah Mohamed Abdulá, una somalí que presenció los hechos, como tantos testigos que aún shockeados por el desmesurado baño de sangre proporcionaron datos a la policía durante toda la jornada.
Se confirmó además que el extravagante "profeta" de bufanda rosa que describió la somalí y sus otros dos socios sacaron sus armas cuando estaban en los controles de rayos X, imposibles de cruzar sin ser detectados. Tras un fuego cruzado con la policía, alcanzaron a activar sus chalecos explosivos en distintas zonas de la terminal.
Rompecabezas
Entre las incógnitas quedan por ver las nacionalidades de los tres combatientes suicidas, que serían reveladas en breve. Los forenses hicieron las autopsias, para lo cual debieron maniobrar entre torsos destrozados y rostros desfigurados por las respectivas explosiones. También se están revisando los videos de seguridad del aeropuerto y están en curso otras líneas de investigación. "Es un rompecabezas. Las autoridades están revisando las imágenes del circuito cerrado de televisión y las declaraciones de los testigos", dijo un funcionario turco.
A primera hora de ayer el exterior de la zona de llegadas estaba repleto de paneles destrozados caídos desde el techo. Los ventanales de vidrio estaban hechos añicos, y desde el techo colgaban cables eléctricos. Pero las brigadas de limpieza se pusieron manos a la obra mientras las autoridades daban luz verde para que se reanudaran los vuelos, que estaban suspendidos desde los atentados. Era la primera señal de normalidad en la convulsionada metrópolis turca, la ciudad más abierta del mundo musulmán e histórico cruce de caminos entre Oriente y Occidente.
Pero la mezcla de rabia, temor y resignación hizo mella entre los pasajeros que sobrevivieron de milagro a los estallidos simultáneos que dejaron un tendal de cuerpos a sus pies. "Hace 15 años que vengo a Estambul, pero creo que no volveré nunca", dijo Huseyn Kohmus, un empresario iraní que no superaba el espanto del ataque jihadista.
Las escenas de pánico se sucedieron delante del hospital Bakirkoy, cerca del aeropuerto, donde se agolpaba gente que buscaba noticias de sus familiares y allegados. De los 239 heridos, 130 seguían ayer ingresados en los hospitales de la ciudad. Se supo también que entre los 41 muertos había 13 extranjeros, ciudadanos originarios de Arabia Saudita, Irak, Túnez, Uzbekistán, China, Irán, Ucrania y Jordania.
El gobierno de Erdogan declaró duelo nacional durante la jornada de ayer y el clima se mantuvo tenso, con las redes sociales inaccesibles para evitar el intercambio y la difusión de información sobre el ataque.
La seguridad aeroportuaria, en la mira
El eterno dilema
El atentado que sacudió anteayer al aeropuerto internacional Atatürk, de Estambul, que dejó 42 muertos y más de 230 heridos, planteó una vez más la duda sobre si es posible mejorar la seguridad en los aeropuertos para evitar ataques terroristas
Tráfico de pasajeros
Los kamikazes atacaron el undécimo aeropuerto con más tráfico del mundo, con más de 61 millones de pasajeros en 2015, y uno de los más seguros. El último ataque terrorista a un aeropuerto había sido en marzo pasado, en el de Bruselas, donde murieron 15 personas
Controles
Según las autoridades turcas no hubo fallas de seguridad, pero ¿cómo hicieron los terroristas para burlar los controles? Los tres kamikazes no llegaron a pasar por los puestos de control de la terminal internacional, sino que dos dispararon sus armas y se inmolaron antes; un tercer terrorista se inmoló en el estacionamiento
Áreas comunes
Según dijo a la cadena CNBC Jayson Ahern, de Chertoff Group, una empresa especialista en seguridad, uno de los desafíos de los aeropuertos es justamente ver cómo hacer para que las áreas de salida, las de llegada, las veredas y las redes de transporte sean más seguras
Trabajo de inteligencia Los expertos no se hacen ilusiones sobre la eficacia de los controles; coinciden en que para lograr avances en la lucha antiterrorista hace falta más trabajo de inteligencia previa y autoridades proactivas
El "modelo israelí"
Otros expertos hablan de aplicar el controvertido "modelo israelí". Además de controlar las rutas de acceso al aeropuerto de Tel Aviv, los israelíes aplican una controvertida técnica de perfil racial. Cada individuo es pasado por un escáner, a cargo de un oficial entrenado, que analiza los gestos corporales, oculares, y el tono de voz del pasajero
Agencias AFP, EFE, ANSA, DPA y Reuters
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