Ecuador: Yaku Pérez y Lasso llegan a un acuerdo para un recuento de votos

CARACAS.– Hay acuerdo para el recuento en Ecuador. Una jornada política vibrante se cerró con una decisión salomónica asumida por el Consejo Nacional Electoral (CNE), por los dos candidatos en carrera para la segunda plaza del ballottage y por la misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Finalmente se recontarán el 100% de los votos en la costeña Guayas, cuya capital es Guayaquil, y el 50% en 16 de las 24 provincias del país, tal y como había solicitado Yaku Pérez, el candidato indígena que ha denunciado presuntas irregularidades. Para ello se dispondrá de un mecanismo especial de revisión y no se tratará un estudio estadístico. Irá acompañado de una veeduría ciudadana y será seguido por los canales de comunicación del CNE.

El país se mantuvo este jueves en vilo hasta que llegó el acuerdo. Y lo que presenció es otro hecho inédito en un proceso electoral en el que parece caber casi todo. Primero fue una campaña desconcertante en medio de la pandemia y después un recuento cerrado durante cinco días con diferencias mínimas entre los dos candidatos llamados a disputar la presidencia con Andrés Arauz, elegido por el expresidente Rafael Correa para recuperar el poder.

La cita en la cumbre entre Pérez y el dirigente conservador Guillermo Lasso tuvo como sede el propio CNE en Quito, en presencia de la misión de la OEA. “El que pase a segunda vuelta necesita la autoridad moral y legal para derrotar al correísmo”, coincidieron ambos, con palabras muy parecidas en sus llamados al interés común contra el “modelo totalitario” impuesto en su día por el expresidente Correa.

Hasta ese momento, el cómputo de las actas electorales estaba casi finalizado, superando el 99,65%, consolidada ya la mínima ventaja de Lasso por sólo 34.000 votos y el 0,36% de las papeletas: 19,74% para el derechista y 19,38% para el candidato de Pachakutik, ambos por debajo del 32,70% de Arauz.

Horas antes de la cumbre, la judicialización de las elecciones era todo un hecho: Pérez había presentado un recurso ante el Tribunal Constitucional para que detuviera el conteo, convencido de que el correísmo estaría cocinando un fraude “primero con las alteraciones de los resultados físicos de las papeletas y las actas y segundo al ingresar los resultados en el sistema informático. Este sistema ya está viciado desde hace años, la Contraloría General ya hizo severas observaciones”. Su candidatura también ha denunciado ante Fiscalía un presunto fraude electoral.

Lasso y Yaku llegaron al CNE dispuestos a buscar una entente cordial que destrabara la encrucijada política y no les afectara en sus próximos movimientos políticos. El candidato de Pachakutik elevó sus pretensiones iniciales y exigió el recuento de todos los votos en las 24 provincias del país y luego en 16, no sólo en la siete que adelantó el jueves.

Lasso, que le había tendido la mano previamente con la única condición de que la decisión estuviera dentro “del marco legal”, contraofertó el reconteo en Guayaquil, la ciudad donde más actas observadas se produjeron durante el proceso. Finalmente se plegó a las exigencias de Yaku, sabedor de que sus posibilidades para abril pasan por liderar una alianza de todo el anticorreísmo.

Ambos candidatos aprovecharon una tribuna tan inesperada, bajo los ojos expectantes de todo el país, para desarrollar sus propios discursos políticos. “Si no hubo fraude seré el primero en decir que me equivoqué. Pero las evidencias dicen todo lo contrario, tenemos serias dudas”, expuso Yaku.

Su rival, sentado al otro lado de una gran mesa, respondió que “soy el primer interesado en la transparencia total y absoluta del proceso”. Lasso insistió en los objetivos comunes de ambos y advirtió ante el retorno de un “modelo totalitario, violador de derechos humanos y de la libertad de prensa”.

Lo que en principio caminaba hacia una especie de acuerdo de cara al ballottage se torció cuando Yaku acusó a Lasso de sus acciones al frente del Banco de Guayaquil, que presidió hasta 2011. Demasiada calma para territorio tan tormentoso, con los radicales del movimiento indígena, alguno de ellos de clara tendencia correísta, ojo avizor. Hasta que la presidenta del CNE ordenó un receso en busca de algún tipo de solución, que finalmente se produjo horas después.

“Carlos Pérez nunca fue Yaku sino Yankee Pérez. Pequeño error del Registro Civil”, intentó ironizar mientras tanto Correa, que no cedió un sólo centímetro en su campaña contra el líder indígena.

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