Duilio Smiriglia, el tenor argentino que fue a alegrar a niños internados en el "hospital del Papa"
Está de gira solidaria y humanitaria en Italia junto al Coro de la Facultad de Medicina de la UBA
ROMA.- Ayer cantó en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, junto al coro de la Facultad de Medicina de la UBA, “un privilegio absoluto”. Pero hoy el tenor argentino Duilio Smiriglia hizo algo que le llenó aún más el alma. En una “movida solidaria”, fue a cantarle y alegrarle la tarde a niños internados en el hospital pediátrico Bambin Gesú, del Vaticano.
“Los chicos quedaron fascinados, llevamos narices de payaso de regalo, cantamos desde El humahuaqueño con charango, haciendo trencito, hasta el Gloria de la Misa Criolla y O Sole Mio... La idea era reírnos un poco, pasarla bien y distraer a los chicos, a sus padres y a los médicos”, dijo a LA NACION Smiriglia, que desde hace años lleva su canto a hogares de niños y villas de emergencia de nuestro país.
De 46 años y nacido en la zona sur del Gran Buenos Aires, Smiriglia se crió en Monte Grande y comenzó a estudiar cantó recién a los 33 años. “Soy cocinero e hice eso hasta que la pasión por el canto llegó a mi vida y me la llenó de pasión y emoción”, contó.
Como tenor de reconocida trayectoria, con conciertos en Rusia, Reino Unido y España en su haber, en su primera gira a Italia Smiriglia ayer logró el sueño de cantar un amplio repertorio de música sacra bajo la cúpula de la Basílica de San Pedro junto al Coro de la Facultad de Medicina de la UBA, formado por 45 personas. “Soy docente de canto y uno de mis alumnos es un cura villero, Pedro Bayá Núñez, que me ayudó a lograr ese privilegio absoluto”, contó.
Pero para poderle hacer al Papa “el mejor regalo”, según explicó, movió cielo y tierra para poder acercarle hoy su canto a niños internados en el Bambin Gesú, el "hospital del Papa", considerado uno de los mejores hospitales pediátricos de Europa, así como a un grupo de refugiados. Esta noche, de hecho, junto al Coro de la Facultad de Medicina, entonará la Misa Criolla en la Iglesia de San Saba, de los jesuitas, ante un grupo de refugiados. “Para poder lograrlo, desde Buenos Aires hablamos con el provincial de los jesuitas de la Argentina, Andrés Aguerre, que nos contactó con los jesuitas de la Iglesia de San Saba”, explicó. “El concierto es para acercar la música a quienes más lo necesitan y que no pueden ir a un auditorio. Por eso nos acercamos de manera solidaria. Si queremos hacerle un regalo al Papa, el regalo está ahí, en un hospital de niños, o en un lugar donde hay refugiados”, dijo.
A la cita del Bambin Gesú, que tuvo lugar en una ludoteca, Smiriglia estuvo acompañado por el director del Coro de la Facultad de Medicina de la UBA, Darío Ingignoli, el charanguista Nicolás Faes Micheloud y 12 cantantes del coro. “Pasó una cosa hermosa con una nena de 5 años, Angela, que al principio estaba muy seria, distante, pero cuando empezamos a hacer muñequitas de papel, empezó a sonreir, después le pusismos la nariz de payaso y finalmente en brazos de su mamá se divirtió bailando y haciendo el trencito con El Humahuaqueño”, relató el tenor. “Sabemos que eso hace muy bien, pero nos hace bien también a nosotros. Tiene que ver con el ‘para qué’ de lo que hacemos, que finalmente es intentar conectar con el alma del otro”, resaltó.
Mientras que mañana a la mañana espera saludar al Papa en la audiencia general de los miércoles, por la noche Smiriglia cantará nuevamente la Misa Criolla en la Iglesia de San Ignacio de esta capital, siempre acompañado por el Coro de la Facultad de Medicina de la UBA. La gira seguirá luego en las ciudades de Siena y Florencia. Allí, al margen de la emblemática Misa Criolla, delietará al público italiano con obras argentinas de Guastavino, Ginastera, Piazzola y lo más reconocido del repertorio lírico.
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