Dramática liberación de los rehenes
Fuerzas especiales rusas retomaron, a sangre y fuego, el teatro que había sido ocupado por terroristas chechenos tres días atrás
MOSCU.- Las fuerzas rusas retomaron el control hoy del teatro de Moscú donde un comando checheno retenía como rehenes desde el miércoles pasado a unas 700 personas, anunciaron las autoridades.
El Kremlin anunció también que “ha muerto” Movsar Barayev, jefe del comando checheno que asaltó hace tres días un teatro de Moscú.
Serguei Yastrzhembski, vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que “otros muchos” guerrilleros chechenos “han sido liquidados” y el resto detenidos en el asalto del teatro Dubrovka. Pero otros habrían logrado escapar.
Hasta diez rehenes habrían muerto en la operación de rescate y hay heridos entre ellos, según los servicios de ambulancias y testigos citados por Interfax.
Un vocero de la célula de crisis había anunciado antes que el comando había comenzado a matar a los rehenes en el interior del teatro.
El asalto al teatro se produjo en una operación relámpago de la policía tras una caótica sucesión de tiroteos, explosiones, muerte y evasión de rehenes. “Todos los rehenes han sido liberados y el teatro está bajo control”, anunció el mando operativo montado por el Kremlin para gestionar la crisis.
La operación, que se habría precipitado por un intento de fuga masivo de los terroristas, duró “poco más de una hora”, informó el mando.
La irrupción de las tropas rusas dejó “muchos heridos”, según la prensa local. En el interior del teatro fueron desactivados numerosos explosivos que habían sido colocados por los chechenos.
Las operaciones continuaban esta madrugada, ya que efectivos policiales buscaban en el interior del teatro a algunos de los rebeldes que habían conseguido escapar del ataque que terminó con la toma.
Más de una decena de ambulancias llegaron al lugar para atender a los heridos, en tanto que algunos de los rehenes fueron subidos a varios ómnibus que llegaron al lugar poco después de que el mando operativo de las acciones comunicó que la situación estaba controlada.
Pese a la reserva con que se manejaron las autoridades, fuentes de la seguridad local describieron como “terrible” la operación durante la cual los blindados rusos se aproximaron a la entrada del teatro y lanzaron la operación de rescate.
Las fuentes dijeron que la batalla fue “durísima”, pero no suministraron información sobre policías y agentes especiales heridos o muertos.
Dos mujeres que alcanzaron a llegar hasta las puertas del teatro y en principio habían sido dadas por escapadas están entre los muertos.
En cambio, otras dos consiguieron escapar en esa primera escaramuza, bajo una lluvia de balas disparadas por los rebeldes.
La jornada de ayer había sido de extrema tensión y con frenéticas negociaciones para tratar de salvar la vida de los rehenes.
Ayer fueron liberados siete adultos y ocho niños en la mañana y se alcanzó un acuerdo con los rebeldes para llevar alimentos y agua a los cautivos.
Los dos últimos adultos liberados, supuestamente enfermos, fueron evacuados en camillas precarias por equipos médicos en dos ambulancias.
Los embajadores de la Unión Europea en Moscú habían organizado turnos de guardia para mantener una presencia solidaria permanente e ininterrumpida en el “centro de crisis” junto al mando operativo montado al lado del teatro Dubrovka por las autoridades rusas.
También hubo varios síntomas más de la gravedad de la situación al anochecer del tercer día de la crisis, como el fracaso por segundo día consecutivo en la liberación de los 75 rehenes extranjeros, pese a haber sido acordada.
Presagio
Las condiciones sanitarias dentro del teatro se habían agravado y aparecieron las primeras persecuciones de civiles chechenos en otras partes de Rusia.
Anna Andrianova, una rehén que se comunicó con la prensa local, dijo que la situación era cada vez “más tensa y hay un presentimiento creciente de que va a pasar algo malo”.
“Aumentan los desmayos, todo está lleno de basura, la gente está muy cansada, crece la sensación de alarma y nos da la impresión de que los terroristas se están hartando de todo esto”, dijo. La rehén lamentó no tener “ninguna información oficial sobre decisiones para retirar las tropas, poner fin a la guerra y salvar nuestras vidas”.
Decenas de policías de otros países, entre ellos Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña y España, habían comenzado a llegar ayer a Moscú para ofrecer su ayudar a Rusia a resolver la crisis. “Ya están en Moscú 60 agentes” extranjeros, señaló el jefe del servicio de seguridad interior, Nikolai Patrushev, y más tarde se informó que policías de 29 países se habían reunido y aprobado el dispositivo de las fuerzas del orden rusas.
Los secuestradores habían dado ayer un ultimátum a las autoridades rusas para que accedieran a sus demandas de poner fin al conflicto en Chechenia. Pero poco después ampliaron ese plazo cuatro horas. En caso contrario, habían amenazado con ejecutar a los rehenes.
“Están dispuestos a matar, pero no ya mismo”, declaró a la prensa Anna Politkovskaya, famosa periodista experta en el conflicto de Chechenia. “Afirman que lo harán, pero no a las 6, sino a las10” (las 3 de hoy en la Argentina), añadió tras hablar por segunda vez en pocas horas con Movsar Barayev, jefe de los guerrilleros que asaltaron un teatro de Moscú mientras se representaba una obra.
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