Donald Tusk asume como nuevo primer ministro y pone fin a la era ultraconservadora en Polonia
Este resultado tendrá un gran efecto en las relaciones con Kiev, ya que Polonia desempeña un papel fundamental en la guerra de Ucrania; Tusk abogó por seguir enviando ayuda militar
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VARSOVIA.- El Parlamento polaco votó el lunes a favor de la investidura de Donald Tusk como primer ministro, poniendo fin a ocho años de gobierno nacionalista y sentando las bases para un deshielo de las relaciones con la Unión Europea.
Polonia ha visto congelados decenas de miles de millones de euros de fondos de la Unión Europea debido a una disputa con Bruselas sobre las normas democráticas, pero Tusk, expresidente del Consejo Europeo, ha prometido arreglar las relaciones y desbloquear el dinero.
Hubo 248 votos a favor de que Tusk se convirta en primer ministro y 201 en contra. Esto victoria se produjo después de que el exprimer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, fallase en su intento de lograr la confianza de la Cámara tras una votación en la que recibió solo 190 votos a favor frente a 266 votos en contra. Fue designado como candidato a formar gobierno por el presidente polaco, Andrezj Duda, sin contar con los apoyos necesarios.
“Renunció a la vida cómoda que podría haber tenido tras ser presidente del Consejo Europeo y volvió (...) para luchar por la victoria de la democracia, la decencia y la justicia”, dijo Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, líder del Partido Campesino Polaco (PSL), que forma parte de la coalición que lidera Tusk.
Antes, Morawiecki, del partido nacionalista Ley y Justicia (PiS), perdió un voto de confianza. Los críticos afirman que PiS socavó la independencia judicial, convirtió los medios de comunicación estatales en un medio de propaganda y fomentó los prejuicios conta minorías como los inmigrantes y la comunidad LGBT+.
Por su parte el PiS afirma que durante su mandato defendió la soberanía y las tradiciones polacas de la injerencia extranjera, al tiempo que mejoró el nivel de vida de millones de polacos introduciendo prestaciones sociales y aumentando el salario mínimo.
Tusk ofrecerá el martes un discurso al Parlamento en el que expondrá los planes de su gobierno, recibirá el voto de confianza de la mayoría de los diputados y luego finalizará con la ceremonia de inauguración de la nueva junta directiva por parte del presidente Andrzej Duda.
El nuevo primer ministro espera que esto suceda sin más demora para comenzar su mandato asistiendo a la cumbre de la UE con los Balcanes Occidentales el miércoles y representando al país en el Consejo Europeo de los días 14 y 15 de diciembre: “Para mí es muy importante que abordemos los intereses polacos en Bruselas rápidamente y sin contratiempos”, dijo el viernes pasado.
Victoria clave para Kiev
Polonia, miembro de la Unión Europea y de la OTAN, ha experimentado un interés sin precedentes por el funcionamiento del poder legislativo desde que las elecciones del 15 de octubre dieron la mayoría a una amplia alianza de partidos pro Unión Europea encabezada por Tusk.
Además este resultado tendrá un gran efecto en las relaciones con Kiev, ya que Polonia desempeña un papel fundamental en la guerra de Ucrania. Ambos países experimentaron un seria crisis bilateral a causa de la decisión del gobierno del PiS de prohibir la importación de grano ucraniano, lo que se interpretó como una decisión de tipo electoralista para granjearse el apoyo de los campesinos polacos. El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, no se amedrentó y respondió con una denuncia ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En plena escalada de tensión, el exprimer ministro polaco, Mateusz Morawiecki decidió que su Ejecutivo dejaría de enviar armas al Ejército ucraniano, si bien matizó que la razón era logística y no política: el país ya habría mandado el stock de armamento que le era dispensable.
Ante esta decisión Donald Tusk había dicho que “la victoria de Ucrania es sin duda de interés nacional para Polonia” y que “el apoyo militar a Ucrania no debe ser cuestionado”.
Ahora, el responsable de restablecer las relaciones prácticamente rotas del país con socios europeos será Radoslaw Sikorski, como subrayó Tusk ayer. Si todo va según lo previsto en la coalición, el nuevo jefe de Asuntos Exteriores será un veterano que ya ocupó este cargo en los dos gobiernos anteriores de la Plataforma Cívica y que también fue jefe de Defensa del PiS.
Sikorski impulsó en sus mandatos anteriores el Triángulo de Weimar, el grupo formado por Londres, París y Varsovia. El locuaz político, que conoce bien a Rusia y Ucrania, llega al ministerio cuando las relaciones bilaterales con el país invadido se encuentran en su punto más bajo tras crisis como la de los cereales y el transporte.
Durante su comparecencia de este viernes, Tusk ya dejó claro que Hungría, socio del Grupo de Visegrado (que también incluye a la República Checa y Eslovaquia), podría no contar más con Polonia como aliado si llega al poder: “[Vikto]) Orbán está bloqueando los fondos europeos que Polonia debería recibir para ayuda militar a Ucrania. Estamos hablando de 800 millones de euros. Su relación con Moscú y Putin es orgánica”, denunció.
Agencias AFP, AP y Reuters
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