Donald Trump arrancó su campaña en la icónica Waco denunciando una “caza de brujas” en su contra
El líder republicano minimizó este sábado las investigaciones en el inicio de su campaña presidencial en la localidad donde hace 30 años una secta armada se enfrentó a las autoridades federales
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El expresidente estadounidense Donald Trump inició anoche la campaña con vistas a su vuelta a la Casa Blanca en 2025 en Waco, una ciudad de Texas emblema de la desobediencia ciudadana, denunciando una “caza de brujas” en su contra por la investigación judicial por pagos indebidos a una actriz porno para que silenciara una relación entre los dos.
El líder republicano minimizó este sábado las investigaciones en el inicio de su campaña presidencial en la localidad donde hace 30 años una secta armada se enfrentó a las autoridades federales.
”El fiscal del distrito de Nueva York, bajo los auspicios y la dirección del ‘departamento de la injusticia’ en Washington DC, me estaba investigando por algo que no es un crimen, no es un delito menor”, dijo el exmandatario ante sus partidarios en el aeropuerto regional de Waco, reprodujo la agencia de noticias AFP.
El expresidente había asegurado que sería “arrestado” el 21 de marzo en Nueva York por el caso, que involucra el pago de 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels, justo antes de las presidenciales de 2016, presuntamente para que evitara hablar de una supuesta relación amorosa entre ambos.
El caso, en manos de la fiscalía, investiga una presunta violación de las normas que rigen el financiamiento de las campañas electorales y podría derivar en una acusación penal contra el expresidente de 76 años.
Trump enfatizó que se trata de “una cacería de brujas y una investigación falsa tras otra” ante miles de simpatizantes que acudieron a verlo, pero sin llegar a los 15.000 que las autoridades locales habían previsto. Arremetió además contra los fiscales que investigan casos en su contra, a quienes considera una “escoria humana” o “maníacos de la izquierda radical”.
Sus seguidores llegaron a Waco al menos un día antes en casas rodantes, camionetas y portando banderas con las frases “Trump 2024″ y su ya famoso lema “Make America Great Again”, en esta ciudad de 130.000 habitantes al sur de Dallas. Otro cartel decía que los demócratas “son comunistas”.
En las afueras del aeropuerto también se vendieron camisetas con la frase “Dios, Armas, Trump en Waco, Texas”. Waco es el “epicentro del movimiento patriota”, estimó Peter Christian, de 55 años, colaborador de la agrupación religiosa Davidianos de la Rama, ahora llamada “The Lord Our Righteousness” (El Señor Nuestra Rectitud).
En 1993, el mundo estuvo pendiente durante 51 días, entre fines de febrero y mediados de abril, del asedio del FBI a un rancho de los Davidianos en Waco en el que se habían atrincherado seguidores armados de su líder David Koresh.
Setenta y seis miembros de la secta, incluidos Koresh y 20 niños, fueron encontrados muertos después del incendio del rancho. También murieron cuatro policías durante enfrentamientos con sus seguidores semanas antes. En el lugar del incidente, donde ahora se erige un memorial, flamean las banderas de “Trump 2024″.
Trump no se refirió al hecho. Su portavoz, citado por la prensa, dijo que se eligió Waco por su ubicación céntrica y su fácil acceso desde otras ciudades en el estado. La presencia de Trump fue bienvenida por diversos ciudadanos de Waco y de localidades vecinas que no quisieron perderse el inicio de campaña del multimillonario, quien de acuerdo con las encuestas marcha a la cabeza de las preferencias de los republicanos, por delante del gobernador de Florida, Ron DeSantis, de 44 años, quien se perfila como su posible rival en las primarias.
Trump también está bajo investigación federal por sus esfuerzos para anular su derrota en las elecciones de 2020 y por incitar los disturbios mortales en el Capitolio que sus partidarios lanzaron para detener la transferencia del poder a Joe Biden.
Pese a ello, advirtió el viernes que una acusación en su contra, podría traer “muerte y destrucción potenciales” que “podrían ser catastróficas”. Sugirió que el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, que investiga el caso de los pagos indebidos, es un “psicópata degenerado que odia a Estados Unidos”.
Investigado también por el manejo de archivos clasificados de la Casa Blanca, asegura a menudo ser víctima de un misterioso “deep state” (Estado profundo o Estado en las sombras), en donde él involucra al FBI, una afirmación que muchos consideran una teoría conspirativa.