WASHINGTON.- El jueves pasado el diario The Wall Street Journal publicó un artículo en el que hablaba de las intenciones del presidente de Estados Unidos,Donald Trump, de comprar el territorio de Groenlandia y provocó un revuelo internacional que ayer alcanzó su punto álgido, cuando el republicano confirmó que es cierto.
Trump admitió que su gobierno discutió de manera interna la idea de adquirir la isla debido a los beneficios estratégicos para Estados Unidos y además insinuó que el territorio semiautónomo es una carga financiera para Dinamarca.
"Solo es algo de lo que hemos hablado", dijo Trump a la prensa cuando se le preguntó sobre el tema. "En esencia es propiedad de Dinamarca. Somos muy buenos aliados de Dinamarca. Hemos protegido a Dinamarca al igual que hemos protegido grandes porciones del mundo, así que el concepto salió a relucir".
"Estratégicamente es interesante y estaríamos interesados, pero hablaremos un poco con ellos. No es la primera prioridad en la lista, eso se los aseguro", añadió el mandatario, que tiene prevista una visita a Dinamarca como parte de una gira por Europa el próximo mes.
Trump, quien ganó una fortuna en el mercado de bienes raíces de Nueva York y posee o concede licencias para operar propiedades en todo el mundo, aparentemente presentó la idea desde el punto de vista de un desarrollador inmobiliario. "Básicamente es un acuerdo de bienes raíces a gran escala. Se pueden hacer muchas cosas. Está perjudicando enormemente a Dinamarca, porque pierden casi 700 millones de dólares al año atendiéndola. Así que la poseen con grandes pérdidas", comentó.
Por décadas, el Ejército de Estados Unidos operó en la Base Thule de Groenlandia, ubicada entre los océanos Ártico y Atlántico. La base forma parte de una red militar global de radares y otro tipo de sensores que proveen advertencias de misiles balísticos y vigilancia espacial.
Sin embargo, al hacerse eco de las primeras versiones, autoridades groenlandesas declararon que el territorio no está a la venta.
La reacción
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, rechazó ayer la posibilidad de vender a Estados Unidos este territorio del Ártico. "Groenlandia no es danesa. Goenlandia es groenlandesa. Espero que no sea en serio", afirmó en declaraciones a la prensa.
"Es una discusión absurda y (el primer ministro groenlandés) Kim Kielsen dejó en claro que Groenlandia no está en venta. Punto final. Por otra parte, hay muchas otras cuestiones que nos gustaría abordar con el presidente estadounidense", agregó.
Las razones que llevaron a la Casa Blanca a debatir este tema van del papel geoestratégico del Ártico (que pasó a ser un espacio de poder mundial y de competencia, incluso para China y Rusia) a los recursos naturales (petróleo, gas, oro, diamantes, uranio, zinc, plomo).
Estados Unidos ya contempló la compra del Groenlandia el siglo pasado, pero su oferta fue rechazada por Dinamarca, encargada de los asuntos exteriores, política monetaria y defensa del territorio, situado entre el Ártico y el Atlántico Norte.
Agencias AP, DPA y AFP
Fotos: REUTERS, AP y AFP
Edición fotográfica: Fernanda Corbani
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