"Enfocado": Donald Jr. gana peso político y se perfila como el futuro del trumpismo
WASHINGTON.- El hijo mayor de Donald Trump se subió al escenario de la Convención Nacional Republicana 2016 vistiendo un traje gris y con el pelo engominado hacia atrás, y nadie tenía la menor expectativa.
Las presentaciones públicas de Donald Jr. eran poco más que correctas y bastante menos que deslumbrantes: algunas apariciones en El Aprendiz, el reality show de su padre, un par de discursos frente a empresarios, y una fallida prueba de matemáticas en un programa de radio.
Pocos meses antes de que su padre se metiera en la carrera presidencial, estaba incursionando en el rubro de los infomerciales, donde entrevistaba a ejecutivos que promocionaban el alquiler de oficinas por horas e ignotas técnicas de construcción. "¿Qué es exactamente la tecnología Grip Metal?", les preguntaba a sus invitados.
Para prepararse para la convención de hace cuatro años, Donald Jr. ensayó todos los días durante una semana. Cuando tomó el micrófono, empezó agradeciendo a su maravillosa esposa y nombró a sus cinco hijos, para luego describirse como el hijo "de un gran hombre".
Su discurso fue notablemente pulido. Mientras que el propio candidato fulminaría luego en su discurso la violencia en las calles, Don Jr. se mostró como un elocuente anticipo de esa llegada personal de su padre con la gente.
Su padre no se escondía "detrás de un escritorio, en un traje de ejecutivo. Nosotros no aprendimos en las grandes escuelas de negocios. Nosotros aprendimos de gente que tiene varios doctorados en sentido común", dijo ante una multitud fascinada.
No tildó a los mexicanos de violadores. No desparramó insultos. Y a medida que avanzaba, su discurso fue adquiriendo su propia cadencia, hasta que de pronto la multitud republicana que llenaba la convención empezó a gritar "¡Trump!" al ritmo de cada una de sus frases.
Deslumbrados
El mundo de la política estaba deslumbrado. "Sereno y enfocado", escribió John Podhoretz en The New York Post, y agregó que había sido un discurso que Trump padre jamás habría podido desarrollar.
"Siento haber escuchado el discurso de un futuro político", dijo David Chalian, director de política de CNN. "De hecho, de un político mucho mejor que su padre", agregó la estratega demócrata Maria Cardona, "y lo que es más sorprendente, un discurso también mucho más conocedor de la ortodoxia conservadora que el de su padre".
Entre los gurúes de la clase política el consenso era claro: ese noviembre de 2016, cuando el delirante experimento de Donald Trump naufragara en llamas, al que habría que seguir de cerca era a su hijo.
Cuatro años después, Don Jr. tiene 42 años y una vez más trastocó todas las expectativas, o tal vez las dinamitó. A pesar de que el plan de su padre era que se quedará tras bambalinas junto a su hermano Eric para dirigir el negocio familiar, Don Jr. encontró un rol central en el universo Trump, pero no como empresario ni como político "sereno y enfocado".
Por el contrario, Don Jr. se convirtió en uno de los defensores más virulentos y leales de su padre, un asiduo y grandilocuente invitado de Fox News, y un hábil fabricante de memes, que se deleita fustigando a los progresistas y coqueteando con los rincones más oscuros de la base electoral de su padre. Al final, Don Jr. bien podría ser el futuro del trumpismo, sobre todo si el trumpismo no resulta ser una filosofía política, sino una incubadora de expertos en batallas culturales libradas en los medios y las redes.
Después de un divorcio, la investigación de un consejo especial e infinitos cruces con sus opositores, Don Jr. está curtido, se siente más seguro y confiado, y sobre todo con menos frenos que hace cuatro años.
Lo que más atención capta es su combativa presencia en las redes sociales. "Tira esos memes que son como una bomba y cuyo único propósito es alienar a la izquierda", dice Leslie Hahner, profesora de comunicaciones de la Universidad Baylor, que investiga la retórica discursiva de la así llamada derecha alternativa.
"Les hace guiños a los conspiracionistas y a los supremacistas blancos para amplificar la postura de su padre", señala Hahner. A su vez, repite mensajes de todo el arco de las redes sociales, pero con la rúbrica del hijo del presidente, llevando esas posturas "al centro de debate público, con una relevancia que de otra forma no tendrían".
Sus aliados dicen que Don Jr. simplemente se divierte y que a veces no presta atención al origen de ese material. "Es simple: ve algo en las redes que le parece divertido y lo sube a Instagram", dice Sims.
Las entregas de agosto incluyeron memes dando a entender que Joe Biden tiene deterioro cognitivo o que apoya los disturbios y saqueos urbanos, y otros que resaltan la relación de Bill Clinton con el fallecido financista y condenado por abuso sexual Jeffrey Epstein, con quien a todo esto también solía socializar el propio Donald Trump padre.
"Para el futuro del partido, Don Jr. es un activo mucho más fuerte que su padre, sin importar el resultado de esta elección", dice Sam Nunberg, asesor de Trump en sus primeros tiempos.
Ese brillante futuro dependerá seguramente de que adquiera cierta disciplina y logre hacer malabares entre sus responsabilidades empresarias, las campañas políticas, su explosiva actividad en las redes sociales, y su incansable desfile por todos los programas radio y televisión. De hecho, Don Jr. es mucho más visible actualmente que Ivanka, cuyo perfil fue perdiendo lustre.
Los rumores de que algún día Don Jr. competirá por la presidencia nunca se acallaron. Pero más allá de sus objetivos a largo plazo, entiende perfectamente que antes de convertirse en una figura política, su padre tuvo que convertirse en una figura cultural.
Así que estos días, mientras intenta que su padre sea reelecto, concede entrevistas a medios como el blog de deportes Barstool Sports, ylanzó su propio podcast, que comparte título con su primer libro, Triggered, donde suele evitar a personajes de la política y prefiere invitados del mundo del deporte y otras actividades.
Pero hizo una excepción. Para la emisión grabada del 20 de junio, Día del Padre en Estados Unidos, su invitado especial fue "el padre más poderoso del mundo", festejó Don Jr. Su padre respondió con algo entre una sonrisa y una mueca. La primera pregunta de su hijo, un intento de propiciar charla informal con onda, fue más bien incómoda: "¿Quién es tu hijo favorito, y por qué es Ivanka?"
Fue el episodio más popular de su podcast.
The Washington Post
(Traducción de Jaime Arrambide)
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