Después de 43 años, el Vaticano autorizó el culto público a la Virgen de Medjugorje, pero no se expidió sobre las apariciones
El cardenal “Tucho” Fernández presentó un informe que dice que “no hay objeción” a que lo fieles visiten el lugar, aunque no están obligados a creerlo
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ROMA.- Después de 43 años de discusiones, controversias y opiniones divergentes de obispos, teólogos, comisiones y analistas, el Vaticano finalmente decidió darle luz verde al culto público y a la devoción en torno de la Virgen de Medjugorje, santuario mariano visitado todos los años por cientos de miles de fieles, entre ellos muchísimos argentinos.
En una “Nota sobre la experiencia espiritual vinculada a Medjugorje, Reina de la Paz”, publicada por el Dicasterio para la Dotrina de la Fe (DDF), firmada por su titular, el cardenal cordobés Víctor Manuel “Tucho” Fernández y aprobada por el Papa, le dio su “nihil obstat” (no hay objeción) al “acontecimiento espiritual” que se da en este sitio que se levanta en una colina de Bosnia-Herzegovina. Sin embargo, de acuerdo también a las nuevas normas sobre presuntas apariciones dictadas en mayo pasado, no se expidió sobre el origen sobrenatural del fenómeno.
“Los fieles pueden dar su asentimiento de forma prudente. Si bien esto no implica una declaración del carácter sobrenatural del fenómeno en cuestión, y recordando que los fieles no están obligados a creerlo, el nihil obstat indica que estos últimos pueden recibir un estímulo positivo para su vida cristiana a través de esta propuesta espiritual y autoriza el culto público”, puede leerse en el documento.
“Esta determinación es posible en cuanto que se ha podido comprobar que en medio de una experiencia espiritual se han verificado muchos frutos positivos y que no se han difundido en el Pueblo de Dios efectos negativos o de riesgo”, indicó.
“La valoración de los abundantes y difundidos frutos, tan bellos y positivos, no implica declarar como auténticos los presuntos acontecimientos sobrenaturales sino, solamente, poner en evidencia que ‘en medio de’ este fenómeno espiritual de Medjugorje el Espíritu Santo actúa eficazmente para el bien de los fieles. Por tanto, se invita a apreciar y compartir el valor pastoral de esta propuesta espiritual”, señaló.
Larga historia
En una conferencia de prensa en la que ilustró el delicado tema durante una hora y cuarto -y que cerró rezando un Ave María, algo sin precedente-, el cardenal Fernández hizo un repaso de la larga historia de opiniones e informes disonantes en torno al fenómeno de Medjugorje. Este comenzó con presuntas apariciones de la Virgen a seis chicos adolescentes en 1981 en lo que aún era Yugoslavia.
“Tucho” Fernández, teólogo y uno de los prelados más cercanos a Francisco, recordó el último informe sobre este lugar que se hizo famoso en todo el mundo, elaborado por una comisión internacional liderada por el cardenal italiano, Camillo Ruini, ordenada por Benedicto XVI. Este informe presentado en 2014 después de seis años destacó las primeras siete apariciones, pero planteó muchas dudas sobre las siguientes y sobre los “presuntos” seis videntes.
Fernández recordó que en 2017, al regresar de Fátima, el papa Francisco había destacado la labor de esa comisión, que había trabajado “muy bien”. Pero que, en línea con el criterio que en 1985 había planteado el entonces prefecto de la llamada Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Joseph Ratzinger, y que decidió aplicarse ahora, hay que separar la cuestión de la sobrenaturalidad de los frutuos espirituales que pueden darse en Medjugorje.
“El nudo es el hecho espiritual-pastoral: la gente que va ahí se convierte, cambia de vida”, subrayó Fernández, que destacó que “no existe una varita mágica” y que es muy difícil dar explicaciones sobre si hay un origen sobrenatural del fenómeno. En este marco, hizo hincapié en que los dos últimos “visitadores apostólicos” de Medjugorje (los monseñores Henryk Hoser, ya fallecido, y el actual, el italiano, Aldo Cavalli), enviados especiales del Vaticano para examinar este sitio que suele ser visitado por tres millones de personas de todo el mundo cada año, vivieron experiencias espirituales positivas.
Fernández también apuntó que, más allá de los peregrinajes, Medjugorje se volvió en un hecho positivo porque en torno de la Virgen, llamada Reina de la Paz, se formaron en todo el mundo grupos de oración y hasta grupos caritativos. “Se transformó en un fenómeno popular que no tiene en cuanta a los presuntos videntes: lo que atrae es la Reina de la Paz”, dijo
El cardenal recordó también una anécdota de sus tiempos en la Argentina. “Debo confesar que cuando era párroco en la Argentina, cuando le propuse a los fieles construir unos nichos con la imagen de la Virgen, la primera que pusieron fue a la Reina de la Paz. Entonces una monja preguntó ‘¿pero está autorizada?’ y el obispo le contestó ‘¿pero qué mal puede hacer?’”, relató. “Es un secreto que les cuento”, remató el cardenal cordobés.
Advertencias y conflictos
Fernández, que ya impuso un estilo propio, muy original, cuando aparece en conferencias de prensa, también habló de los mensajes transmitidos a través de los seis “presuntos” videntes por la Virgen de Medjugorje. Destacó que la mayor parte de ellos, con un lenguaje popular y simple, tienen un contenido positivo, que repropone el Evangelio.
“No hay que tomarlos como revelaciones privadas, sino como textos edificantes que pueden estimular la fe, cuyos aspectos centrales son una gran propuesta de paz, que implica amar también a los que no son católicos”, indicó, y destacó que todo el fenómeno de Medjugorje se dio en el contexto ecuménico e interreligioso de la guerra en Bosnia, al disolverse Yugoslavia. Los mensajes también giran en torno a la conversión y al llamado a abandonar un estilo de vida mundano; a no subestimar la gravedad del mal; a una invitación constante a la oración unida al amor fraterno y a una invitación a dar testimonios personales, también apuntó.
Admitió, al mismo tiempo, que, aunque en menor parte, también hay problemas en los mensajes de Medjugorje: a veces “cansan”, son repetitivos, la Virgen habla de sus planes de salvación, algo que confunde y crea dependencias excesivas. En este marco, tal como hace la nota, destacó que diversos mensajes de Medjugorje advierten de no caer en ese riesgo, ya que piden a los fieles no ir “en búsqueda de cosas extraordinarias” y recuerda que las respuestas están en el Evangelio.
“Cuando la Virgen da órdenes, fechas, lugares, dice a qué hora debe celebrarse una misa, etc, se trata de ese modelo de ‘Virgen-cartera’ de la que hablaba el papa Francisco… Y estos mensajes se explican con los deseos personales de los presuntos videntes: los fieles no deben tomarlos en serio”, aclaró el cardenal.
De los seis videntes, en su momento niños o adolescentes, tres aseguraban años atrás tener apariciones cotidianas de la “Reina de la Paz”, siempre a la misma hora de la tarde y en cualquier lugar en el que se encontraran. Se trataba de Vicka, que vive en Medjugorje; Marija, que vive en Monza; e Iván, que vive en Estados Unidos pero vuelve a menudo a su patria. Una cuarta vidente, Mirjana, contaba que recibía una aparición cada mes, el día 2, mientras que para los últimos dos “exchicos” de Medjugorje, esto sucedía una vez por año.
Fue por todo esto y porque los videntes no tenían vidas ejemplares, ni se habían vuelto ni curas, ni monjas, que se formaron grupos de teólogos y obispos detractores de Medjugorje. “Algunas posiciones extremas llegaron a considerar a Medjugorje falso, dañino y hasta demoníaco”, evocó el cardenal, que consideró que, en verdad, “hubo sacerdotes, sobre todo de Italia”, que no se comportaron bien alrededor de esto y que “los chicos [presuntos videntes] no tuvieron nunca un buen acompañamiento espiritual”.
Fernández también dijo, sin pelos en la lengua, que “el punto más oscuro” de toda la historia de Medjugorje fue el conflicto que hubo entre “franciscanos rebeldes”, que se aprovecharon del gran negocio implícito en las peregrinaciones de cientos de miles de fieles y los obispos locales, un problema que es “agua pasada”.
“El nihil obstat a la devoción a María Reína de la Paz no implica para nada una victoria de los franciscanos rebeldes que se salieron de la comunión de la Iglesia”, afirmó.
El cardenal Fernández también quiso dejar en claro que el nihil obstat decidido ahora, después de 43 años, por su dicasterio, tampoco “va a resolver todo para el futuro, sino que está abierto a desarrollos en el tiempo y en el espacio”.
“Los presuntos videntes, como todos nosotros, están expuestos al pecado y si el día de mañana llega a haber un escándalo que pudiera confundir a los fieles, habrá una intervención de parte del Vaticano”, adelantó. Hablando de los “presuntos videntes”, aclaró, además, que no está prohibido contactarlos, aunque “está desaconsejado”; contó, por otro lado, que les envió una carta reservada con sugerencias.
“Tucho” insistió, una y otra vez, en que lo que la Iglesia Católica está autorizando ahora es el culto público a Medjugorie porque el fenómeno ha dado frutos espirituales, pero que no está reflexionando sobre lo sobrenatural.
Precisó, además, que si hay mensajes futuros de parte de la Reina de la Paz, para ser publicados deberán ser antes aprobados por el visitador apostólico y el DDF. “No se puede usar a la Virgen como a un títere, no tenemos a una Virgen-cartera y hay que discernir, ser prudentes”, advirtió finalmente Fernández, que, ante una pregunta, contó que él fue hace muchos años a Medjugorje junto a otros dos curas argentinos que cumplían 25 años de sacerdocio y que lo impulsaron a ir, pese a que él tenía otros planes. Y, que, como muchos otros, encontró allí “un ambiente de oración, de paz y de deseo de cambiar vida”.
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