Derrumbe en Miami: se acelera el hallazgo de cuerpos tras el derrumbe y ya son 32 los muertos

WASHINGTON.- Luego de la demolición final del edificio Champlain Towers South, los rescatistas retomaron anoche las tareas de búsqueda y rescate de posibles sobrevivientes con un mayor despliegue, y en áreas que antes eran inaccesibles. El resultado de ese renovado esfuerzo comenzó a verse con el transcurrir de las horas: se hallaron cuatro nuevas víctimas, y el total de muertos por el derrumbe del edificio en Surfside, Florida, quedó ahora en 32, mientras que 113 permanecen desaparecidas a 12 días de la tragedia.

El hallazgo de las cuatro víctimas ocurrió luego de que los bomberos y rescatistas que trabajan en los escombros recibieron la luz verde para seguir su búsqueda después de que los equipos de demolición colocaran explosivos y derribaron la parte del complejo de condominios que había quedado en pie, y pudieron cubrir por primera vez toda la zona del derrumbe. La demolición se produjo “exactamente como estaba previsto”, en la noche del domingo, alrededor de las 22.30, dijo la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava.

“La demolición no fue de ninguna manera una decisión que tomé a la ligera. Fue fundamental para expandir nuestros esfuerzos de búsqueda”, justificó Levine Cava en una conferencia de prensa. “Realmente no podías continuar si tirar el edificio abajo”, insistió.

Algunos de los nuevos escombros que quedaron tras la demolición se retiraron de inmediato para que los rescatistas pudieran llevar la búsqueda hacia zonas del estacionamiento subterráneo, un área antes inaccesible donde las autoridades creen que quedaron varios cuartos. Levine Cava dijo que era una zona a la cual los rescatistas no podían llegar antes debido al riesgo de que la estructura pudiera colapsar. Los rescatistas comenzaron a buscar posibles huecos donde podrían encontrarse algunas de las personas que se cree quedaron atrapadas por el derrumbe de la torre sur Champlain, el pasado jueves 24 de junio.

La demolición permitió ampliar el área de búsqueda, y acelerar la recuperación de los cuerpos de las víctimas. El alcalde de Surfside, Charles Burkett, dijo luego de recorrer la zona del derrumbe que nunca había visto tanto movimiento de los rescatistas.

“La amenaza inminente de ese edificio, la situación peligrosa donde los escombros podrían caer, ha sido eliminada, por lo que estamos operando al 100 por ciento de su capacidad”, dijo Burkett.

El cálculo de las autoridades es que a partir de ahora el trabajo de los rescatistas avanzará a un mejor ritmo, y el hallazgo de las cuatro nuevas víctimas durante la noche parece confirmarlo. Tal como ha ocurrido desde el principio, la noticia fue informada primero a los familiares en la primera sesión informativa a puertas cerradas del día, que están a cargo del subjefe de bomberos de Miami-Dade, Raide Jadallah, y la vocera de bomberos, Maggie Castro.

“Estamos en el día 12 y, obviamente, cuanto más tiempo pasa, más difícil es. Sin embargo, acabamos de abrir la posibilidad de buscar en una zona donde puede haber vacíos, y ahí es donde estamos concentrando nuestros esfuerzos”, reconoció la alcaldesa. Un rato antes de esa conferencia, en la sesión informativa con las familias, Castro también había admitido que con cada día que pasa “es más difícil que ocurra un milagro”.

La decisión de tirar abajo lo que quedaba en pie del edificio se tomó también por la llegada de la tormenta tropical Elsa, que forzó a las autoridades a adelantar los planes ante el temor de que los fuertes vientos pudieran tumbar la estructura, o incluso pusieran en peligro a los rescatistas.

Tormenta Elsa

Pero el clima volvía a complicar los avances. La tormenta tropical Elsa, con fuertes vientos y lluvias torrenciales, es la última amenaza en una larga lista de enormes dificultades que debieron enfrentar los bomberos y rescatistas locales y extranjeros, desde lluvias, incendios, el riesgo de derrumbe de la parte del edificio que quedó en pie –ahora eliminado–, y una montaña de “hormigón pulverizado” que debían levantar con sus propias manos. La llegada de Elsa elevó la urgencia por derribar la porción del complejo que quedó en pie para garantizar y ampliar las tareas de búsqueda.

Las labores de rescate han enfrentado numerosas complicaciones desde que ocurrió la tragedia. Las últimas imágenes mostraban a rescatistas trabajando bajo fuertes vientes. Las tormentas y lluvias intermitentes desde el principio ya forzaron antes a frenar el trabajo en reiteradas oportunidades. Elsa traía además el riesgo de tormentas eléctricas. El personal avanzaba además con extremo cuidado para evitar nuevos derrumbes que pudieran cerrar huecos entre los escombros. Las imágenes de televisión de las tareas de rescate continúan mostrando a bomberos y rescatistas de pie sobre los escombros, recogiendo pedazos del edificio con sus manos y poniéndolos en baldes para quitarlos, mientras las grúas quitan los bloques más grandes.

Con el correr de las horas, las autoridades se enfrentan a una difícil decisión: definir en qué momento dan por terminada la búsqueda de sobrevivientes, y dan la orden de comenzar la operación de recuperación de los cuerpos y restos humanos, que probablemente lleve a reducir la cantidad de rescatistas que trabajan en lo que quedó del edificio. Las autoridades prometieron que, aún si marcan un cambio de rótulo en la operación, la presencia de rescatistas sobre los escombros seguirá igual, y por el momento se niegan a dar por finalizada la búsqueda de sobrevivientes.

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