De cerveza a lapiceras: por qué los surcoreanos boicotean productos japoneses
LA NACION
SEÚL.- Tan pronto como el gerente del supermercado Cho Min-hyuk se puso a trabajar el día después de que Tokio impuso restricciones a las exportaciones a Corea del Sur , sacó todos los productos japoneses de las estanterías. Era su manera de tomar posición en contra de Japón en una disputa política y económica que se agrava rápidamente entre los dos vecinos y potencias del este de Asia.
Esa ira ha provocado un boicot generalizado de productos y servicios japoneses, desde cerveza hasta ropa, lápices y viajes, lo que ha afectado a las empresas en lo que ya era el peor clima económico para Corea del Sur en una década.
Cho, que administra el supermercado Purunemart en Seúl, tomó esa determinación voluntariamente. Más de 200 supermercados y tiendas de comestibles están haciendo lo mismo, según la Asociación Korea Mart, un grupo comercial que los representa.
"Japón está presionando a Corea del Sur a través de los frenos de exportación, sin mostrarse arrepentido por sus malas acciones pasadas. Es completamente inaceptable", dijo Cho, y agregó que la caída del 10 al 15% en las ventas que ya enfrenta no lo hará cambiar de opinión.
Las tensiones diplomáticas se intensificaron desde que un tribunal surcoreano ordenó el año pasado a las compañías japonesas compensar a los surcoreanos que se vieron obligados a trabajar para ocupantes japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. El 4 de julio, en aparente represalia, Japón restringió las exportaciones de materiales de alta tecnología a Corea del Sur, pero negó que la medida estuviera relacionada con el tema de la compensación.
Tokio citó la "gestión inadecuada" de las exportaciones sensibles, y los medios japoneses informaron que algunos artículos terminaron en Corea del Norte. Seúl refutó esa versión.
Seúl se resistió a tomar contramedidas, diciendo que plantearía la disputa ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). Pero los surcoreanos están tomando cartas en el asunto con sus propias manos, con la cerveza aparentemente como un blanco fácil.
Dos de las principales cadenas de tiendas del país, CU y GS25, dirigidas por BGF Retail y GS Retail, dijeron a Reuters que las ventas de cerveza japonesa cayeron un 21,5% y un 24,2%, respectivamente, en las dos primeras semanas de julio.
Hongcheon Culture Foundation, un organizador del festival de la cerveza, señaló que canceló un pedido de 1,2 toneladas de cerveza Kirin, incluso cuando en la edición del año pasado la marca japonesa representó una décima parte de los ingresos.
Exportaciones
Corea del Sur compra 61% de las exportaciones de cerveza de Japón (73 millones de dólares en 2018). Asahi Super Dry es la marca importada más popular, con ventas que se triplicaron en los últimos cinco años, según Euromonitor.
Un vocero de Asahi dijo que la compañía estaba monitoreando el desarrollo del conflicto, pero se negó a comentar sobre el impacto.
Las capturas de pantalla de las cancelaciones de viajes a Japón son tendencias en las redes sociales. Hanatour dijo que ahora recibe 500 reservas de viaje por Japón al día, desde un promedio de 1100. Very Good Tour informó que las nuevas reservas cayeron un 10%, mientras que las cancelaciones aumentaron un 10% semana a semana.
"Si alguien hizo algo malo, no deberían estar orgullosos de sí mismos", dijo Lee Sang-won, un diseñador de 29 años, que canceló su viaje a Japón por una tarifa de 110 dólares.
Lotte Home Shopping dijo que dejó de emitir anuncios de televisión para paquetes turísticos japoneses, ya que esperan malos resultados. Las aerolíneas JejuAir y Korean Air informaron una "leve caída" en las reservas para Japón.
La marca de moda japonesa Uniqlo, que vende ropa en 186 tiendas surcoreanas por un valor de 1300 millones de dólares (el 6,6% de sus ingresos), también está enojada. "Hay un cierto impacto en las ventas", dijo a la prensa la directora financiera, Takeshi Okazaki, sin dar más detalles.
Restricciones
Los economistas dicen que las restricciones a la exportación de tecnología podrían reducir 0,4% el PBI de Corea del Sur este año. El boicot, si se demuestra que es más que un breve estallido de fervor nacionalista, podría agregarse a eso, a menos que los consumidores gasten en otra cosa.
"Nos complace ver que esto ha convertido el favor de los consumidores en nuestras lapiceras", dijo Park Seol, asistente del gerente de papelería Monami, cuyas ventas online se han multiplicado por cinco desde que estalló el conflicto.
Shinsung Tongsang indicó que su remera de edición limitada "Día de la liberación nacional" de su marca de moda TOPTEN10 se vendió dos veces más rápido que la versión del año pasado.
Por ahora, el fervor va en aumento. El fanático de Marvel Jang Bum-jin, de 34 años, dijo que tiró todos sus bolígrafos japoneses y que no verá la última película de Spiderman, que es distribuida por Sony Pictures, una compañía con sede en Estados Unidos, propiedad de la japonesa Sony Corp.
"Amo a Spiderman, pero estoy luchando contra mi deseo de verlo", dijo.
En tanto, en plena tensión diplomática y comercial entre los dos países, un surcoreano se inmoló hoy en su auto delante de la embajada de Japón en Seúl.
Según la policía, el hombre, de 78 años, se prendió fuego en el interior de su vehículo estacionado delante de la embajada; Murió en el hospital. Unas 20 botellas de gas fueron halladas en el auto.
La prensa local informó que el suegro del hombre había sido víctima de trabajos forzados bajo la ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial.
Agencia Reuters
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